El cuerpo en el que estamos es el único medio que puede hacer realidad todo lo que deseamos, no tenemos repuesto, sólo tenemos éste mismo con el que estamos leyendo estas líneas. He aquí la importancia de tomárnoslo seriamente, quererlo, atenderlo y cuidarlo.
En ese sentido, voy a enumerar algunas ideas para mantener nuestro cuerpo, al 100%.
Aliméntalo bien. Más frutas, más verduras que tienen menos hormonas químicas que las carnes y, dentro de las carnes, está aún más virgen el pescado.
Limpiarlo cada cierto tiempo de toxinas, a través de; masajes, baños de vapor, ayunos, o dietas depurativas, (mejor si es bajo supervisión de un profesional) y beber mucha agua, por supuesto.
Cuida mucho la respiración, respira más conscientemente con más profundidad, acércate a la naturaleza.
Dale el adecuado descanso. No voy a decir horas recomendadas, simplemente si te levantas cansado, es que debes echarle más horas al sueño.
También puedes estar durmiendo mal por estrés, y el estrés merma muchísimo tu salud integralmente, así que busca relajarte y desconectar, medita, haz escapadas a la naturaleza.
Atiende sus síntomas. No pases de largo lo que te dice tu cuerpo, no aplaces su cura, escúchalo y pon remedio.
Fortalécelo con ejercicio. Elige un deporte o una actividad física que te guste, y al menos 3 veces por semana.
Mantenlo libre de sustancias tóxicas (Alcohol, comida procesada, estrés.
Aprender cosas nuevas, para ejercitar tu cerebro. Si además lo disfrutas, liberarás endorfinas y otras sustancias que estimularán el funcionamiento de tu organismo.
Sustituye la queja por la gratitud. Da las gracias por tu vida, por lo más mínimo, a cada instante. Integra este cambio de chip y proporcionarás a tu cuerpo y mente del “suplemento vitamínico” más potente que puedas ingerir.
Llegados a éste punto, sólo me queda proponerte que si en tu presente, estás muy lejos de estos cuidados, comienza por elegir uno de ellos, como meta para cumplir..
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