“Dormir temprano y levantarse temprano hace a un hombre sano, rico y sabio” –Benjamin Franklin
A todos nos cuesta trabajo levantarnos temprano, especialmente con las jornadas tan pesadas que llevamos entre escuela, trabajo o las actividades en casa.
Dice la sabiduría popular que el que algo quiere, algo le cuesta. Así que para probar las bondades de sudar la camiseta al alba hay que modificar hábitos y, por ejemplo, salir de la cama una hora antes. Quizá esto sea lo más difícil, pero no es imposible llevar a la práctica: Cuando suena el despertador y nos toca entrenar, lo que tendría que venirnos a la mente es un vigoroso '¡buenos días!'. Conseguir esta sensación no es fácil, requiere de compromiso, paciencia y hábito deportivo
La mañana es el mejor momento para hacer cosas, ya que cuando sale el sol aumentan las hormonas que activan las funciones y por eso se siente más vital.
- Olvídate de apagar el despertador. Retrasar unos minutos más la tortura, no te ayudará a reaccionar mejor. Sólo te dará más sueño y terminarás llegando tarde a tus citas o actividades.
-Cuando esa alarma suene, sal de la cama inmediatamente. El verdadero reto empieza, cuando tienes que salir de cama sin posponer esa alarma una y otra vez.
- Hidrátate en cuanto te levantes. Los estudios indican que beber un vaso de agua permite que tu cuerpo despierte y se llene de energía.
- Prepara un desayuno de campeones. Saltarse el desayuno es lo peor que puedes hacer y tener prisa es la peor excusa para hacerlo. Combina proteína y carbohidratos para empezar el día con un buen ritmo.
-Abre la ventana o la puerta y respira un poco de aire fresco. Ver la luz del día te motivará y aspirar profundo despertará tu mente y te dará calma para empezar con tus actividades.
- Haz ejercicio .Empieza el día con una buena rutina. No tiene que ser una actividad extenuante, basta con hacer unos estiramientos y mover tu cuerpo. Puedes poner tu música favorita y ponerte a bailar
Por qué sí o sí debes hacer ejercicio
De acuerdo a lo publicado por la revista Current Biology, las personas que hacen ejercicio segregan una hormona que afianza el aprendizaje.
Más allá de los beneficios que tiene el ejercicio para mantener la salud y el peso en un estado óptimo, un estudio llevado a cabo por la revista Current Biology reveló que hacer ejercicio con una intensidad media cuatro horas al día favorece la memoria asociativa.
Hacer ejercicio a un nivel medio hace que segregues dopamina y noradrenalina, sustancias encargadas de la fijación de los recuerdos. Si haces ejercicio a un nivel de intensidad bajo estas sustancia no alcanzan a producirse, en cambio si lo haces con una intensidad considerable se producen de manera adecuada.
El ser una “golondrina de mañana” puede ser realmente bueno para la salud y aunque no lo creas también para controlar tu peso.
Cuando los investigadores británicos, cuestionaron a algunos adultos acerca de sus hábitos de sueño, encontraron que las personas que se quedan debajo de las sábanas durante más tiempo, tienen más probabilidades de vivir con estrés, sobrepeso y depresión que los que se levantan a las 7 am
Piensa en esto: para cuando llegue el final de tu jornada, en vez de arrastrarte al gimnasio podrás aprovechar ese tiempo extra que te regalaste en la mañana para invertirlo en lo que tú quieras.
Confía en mí, yo no cambio por nada esa sensación de libertad en las noches cuando termina el trabajo.
El contenido del post es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
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