Lo que hoy vemos constantemente en nuestras vidas puede no ser tan novedoso como creíamos. Es el caso de la tecnología de pantallas táctiles, que se ha instalado en nuestras vidas desde que en 2007 el iPhone revolucionara el paradigma de la interfaz de usuario en dispositivos móviles, pero que en realidad ya había comenzado a ser implementado en los años 80.
Lo demuestra el HP 150 Touchscreen Personal Computer, un ordenador que apareció como protagonista de la revista HP Journal de agosto de 1984 y que ya entonces demostraba cómo este tipo de interacción funcionaba hace 30 años.
Aquel ordenador contaba con un procesador Intel 8088 a 8 MHz, estaba basado en MS-DOS 2.11, y disponía de 256 KB de RAM y 160 KB de ROM. Los dos puertos serie se combinaban con el puerto HP-IB (IEEE 488) para impresoras, unidades de disco "e instrumentos", y además de sus dos disqueteras de 3,5 pulgadas existía la opción de contar con un disco duro de 5 o de 15 MB.
Sin embargo lo más impactante de aquel ordenador era su pantalla de "fósforo verde" CRT de 512 x 394 píxeles, que constaba de soporte táctil a través de una matriz infrarroja. Los diodos emisores de luz infrarroja estaban situados en la parte inferior y uno de los laterales de la pantalla, y directamente opuesto a cada emisor estaba un fototransistor. "El dedo del usuario", explicaban en la revista, "bloquea la luz infrarroja vista por uno o más de los fototransistores", y con ese principio era posible lograr detectar la interacción táctil del usuario en pantalla.
La revista hace una profunda descripción técnica del funcionamiento de una pantalla que ya entonces mostraba las posibilidades de este tipo de dispositivos. Puede que MS-DOS no fuera precisamente el desarrollo más apropiado para sacar partido de esa tecnología, pero como se comprobaría tres décadas más tarde, en HP comprendieron las virtudes de las pantallas táctiles muy pronto.
Para los que quieran curiosear aún más, HP ha puesto a disposición de todos los interesados su hemeroteca de revistas HP Journal desde 1949 hasta 1998. Todo un regalo para los estudiosos de la evolución de la tecnología a través de una de las empresas más relevantes del mundo en este área en las últimas décadas.
Fuente: http://www.xataka.com
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