En enero de 2013, la prensa estadounidense se hacía eco de la increíble historia personal de Manti Te'o, jugador del equipo de fútbol americano de la universidad de Notre Dame. Te'o había liderado a su equipo a una importante victoria, en septiembre de 2012, sobre Michigan State después de haberse enterado de la muerte primero de su abuela y, seis horas más tarde, de su novia, y los medios no habían podido resistirse a una historia de superación así.
Sports Illustrated había dedicado una portada en octubre al jugador y un reportaje en profundidad en el que contaba su experiencia asumiendo el dolor por esas dos muertes tan próximas, y cómo lo había utilizado como motivación para ganar aquel partido. Pero había un pequeño problema con una historia aparentemente tan perfecta. Y es que la novia de Manti Te'o no era real. Era una catfish.
¿Qué es un catfish?
El engaño fue descubierto en enero de 2013 por la web Deadspin, y rápidamente empezaron a surgir preguntas sobre quién estaba detrás del engaño y cómo Manti Te'o podía haber caído en el (y hasta qué punto era consciente de él y lo había mantenido en marcha por su propio beneficio). Enseguida fue descrito como la obra de un catfish, una persona que se inventa una personalidad para sus relaciones online y que puede mantener amistades y hasta relaciones amorosas por Facebook, por chats, a veces hasta por teléfono durante meses sin que la otra persona sepa nunca con quién está hablando de verdad.
El término se popularizó a raíz de la película 'Catfish', un documental de 2010 que seguía a un joven de Nueva York, Nev Schulman, que iniciaba un noviazgo a través de Facebook con una chica de Michigan. Por supuesto, la película tiene un giro que cambia por completo la perspectiva con la que lo hemos visto todo, y que llevó a algunos críticos a preguntarse hasta qué punto lo que se mostraba en ella era real. Pero lo es. Porque los catfish no son algo extraño. De hecho, el documental inspiró un programa en MTV que va por la cuarta temporada, y que no parece agotar las fuentes de las que sacar nuevos casos.
Ver 'Catfish. Mentiras en la red' ya permite hacerse una idea de los diferentes tipos de engaños que podemos encontrarnos. Los más habituales son los de personas con problemas de autoestima que se encuentran mucho más cómodos interactuando por internet, con otra identidad mucho más próxima a la persona que les gustaría ser en realidad. También hay bromistas y, directamente, malas personas que disfrutan engañando a otros, a los que ven como unos "pringados". El propio Nev Schulman explicaba, en una entrevista a Gizmodo, el mecanismo detrás de estos engaños y de perpetuación cuando, generalmente, una simple búsqueda en Google podría desvelarlos:
"Es una herramienta psicológica y emocional. No sé si es un mecanismo de defensa o qué, no soy psicólogo, no soy psicoanalista. No entiendo cómo funciona en realidad. Pero desde mi punto de vista, creo que la gente quiere algo, creen que lo merecen, y también es probable que intentan evitar algo, y las relaciones online ofrecen el perfecto remedio o solución para estas cosas. Descubrir que lo que te hace feliz, y te distrae de todos tus problemas no es real, no es lo que la gente quiere. Así que eligen no hacerlo".
De Anna Allen a un catfish típico
Modalidades de catfishing hay, de hecho, bastantes, tantas como se os puedan imaginar. En el programa de MTV se ha visto hasta una fan de la actriz Tracie Thoms que se inventa otras fans y va haciendo lo mismo con otras actrices, en una nueva manera de acosar a famosos online, pero el caso típico siempre sigue los mismos parámetros: dos personas se conocen por Facebook, o por el chat de un videojuego online, o por Instagram, como sea. Hablan constantemente a a través de mensajes y por internet, pero lo más habitual es que no lleguen a hablar por teléfono ni por Skype. Siempre que una de las dos personas le pide a la otra que se vean, ésta encuentra alguna excusa para no hacerlo.
El giro definitivo es cuando el catfish, para salir finalmente del engaño, se inventa una enfermedad terminal y muere. Previamente ha creado otra persona que continúa un poco más la mentira, para poder "vender" su muerte, y hasta ahí llega todo. Pero dentro de este esquema básico, hay variaciones (algunas sumamente locas) y una de las más conocidas en España es la de Anna Allen.
Seguro que os acordáis de la elaborada red de mentiras que la actriz había pergeñado a través de sus cuentas de Twitter, de Facebook y de Instagram, consiguiendo convencer a todo el mundo de que había ido a los Oscars o de que estaba rodando una película con Matt Bomer. Había "embellecido" su vida, se la había inventado y había logrado engañar a los medios de comunicación sobre ella. El caso de Anna Allen fue el más mediático y masivo de estos catfish en España.
¿Cómo reconocer un catfish?
Ninguno estamos libres de que puedan engañarnos por internet, eso es evidente, pero también es verdad que suele haber ciertos aspectos comunes a las actuaciones de los catfish que pueden indicar que esa persona con la que nos pasamos los días hablando por el chat de Facebook no es quien dice ser:
- No quiere hablar por teléfono con nosotros. Si nos ha dado su número, sólo se comunica por mensajes.
- Tiene un grupo de amigos por Facebook con los que habla mucho, pero ese grupo sólo se relaciona entre ellos, ninguno tiene amigos de fuera del grupo.
- Si hablamos por teléfono con esa persona, evita que hagamos videollamadas por Skype o Facetime.
- Si intentamos quedar para conocernos en persona, siempre pone una excusa.
- De repente, desarrolla una misteriosa enfermedad muy grave y muere en apenas unos días.
'Catfish. Mentiras en la red' no deja de ser un programa de entretenimiento, pero algunas de las historias que cuenta en él son realmente retorcidas y perturbadoras. Eso sí, también tiene su parte de manipulación detrás de las cámaras. En este reportaje de Vulture contaban cómo se graba uno de sus programas, por si tenéis curiosidad. Pista: los productores van investigando por delante de Max y Nev y, de hecho, lo más habitual es que el mentiroso se ponga primero en contacto con ellos, deseoso de escapar de una vez por todas del engaño.
Fuente: http://magnet.xataka.com
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