Los ansiolíticos son, de lejos, los medicamentos más recetados y más consumidos en toda España, y parece que no va cayendo su consumo, sino todo lo contrario. Y es que el ritmo de vida, el estrés y la crisis, hacen mella en nuestra salud. Aún así, hay que tener cuidado porque los ansiolíticos tienen bastantes efectos secundarios que hay que tener en cuenta.
Diazepam
De todos los ansiolíticos, probablemente sea el más conocido, porque tiene muchos usos además de ser un tratamiento contra la ansiedad. Es muy efectiva para los problemas musculares, de ahí que también se la receten mucho a los deportistas, además de a gente con problemas de espalda, hombros y cuello.
Eso sí, genera dependencia con mucha facilidad, por lo que hay que tener cuidado con este tipo de medicamentos. No es el único efecto secundario, porque también baja la libido y causa somnolienta. Además, si dejas de golpe de consumirlo, lo más seguro es que te produzca insomnio y nerviosismo por el efecto rebote.
Xanax
El Alprazolam es conocido en todo el mundo, pero con el nombre de Xanax. De hecho, es uno de los más vendidos en todo el mundo, y lo que empezó siendo un tranquilizante para calmar el miedo a volar, se receta ya para un montón de cuadros clínicos. Y es que la mayor ventaja que tiene este producto es que tiene un efecto inmediato, por lo que no hay que esperar que haga efecto durante minutos o incluso horas.
Sin embargo, también tiene problemas y es que es bastante adictivo. Se mantienen en el organismo una duración media, entre 6 y 20 horas. El peligro es que cuanto más rápido se elimina, más adicción genera. Tiene bastante lógica, porque si te duele, o si te sientes intranquilo, lol que quieres es volver a sentirte seguro, por lo que vuelves a tomar otra pastilla.
Zolpidem
El Zolpidem es, probablemente, el menos conocido de toda la gama de ansiolíticos. Realmente es una sustancia hipnótica, que se usa para tratar el insomnio. El problema es que no cura el insomnio, sino que cuando se retira esta sustancia del organismo, los mismos problemas vuelven, por lo que en realidad no soluciona tus problemas, sino que igual te crea otros distintos.
Además, está muy desaconsejado para las personas que tienen algunas afecciones de carácter hepático, es decir, problemas en el hígado.
Lormetazepam
Seguramente te suene más el Lorazepam, que es el orfidal, pero hay otros ansiolíticos en el mercado que son bastante conocidos. El Lormetazepam también se conoce como Loramet o Noctamid, y esto último te puede indicar más o menos para qué sirve: es un inductor del sueño, por lo que con estos medicamentos se tratan problemas de insomnio de moderado a severo.
Como se supone que es un medicamento de corta duración en el organismo, también se utiliza a veces en las personas mayores, para los problemas renales. Sus efectos secundarios son la dependencia, como el resto, pero también cambios de humor, somnolencia, confusión o debilidad muscular, sobre todo si hablamos de su consumo a largo plazo.
Bromazepam
Más conocido como Lexatin, es el que se usa de forma habitual para tratar el nerviosismo, la ansiedad, y también se receta cuando hay dificultad para dormir, es decir, para el insomnio. Además, al ser de una duración entre media y corta (menos de dos horas dura en el organismo), una vez la persona se levanta, puede seguir con su rutina diaria.
El problema de este ansiolítico es que suele crear mucha más dependencia, porque como estamos dormidos, creemos que no nos enteramos de sus efectos. Esto ocurre, sobre todo a largo plazo, haciendo habitual “la pastillita de antes de dormir”. Y lo peor de todo es que genera dependencia física, pero también psicológica, lo que hace que el riesgo sea aún mayor.
Lorazepam
El Lorazepam es también uno de los ansiolíticos más conocidos del mercado español, y tal vez lo conozcas por “orfidal”. Es de las sustancias más recetadas por los médicos, y se usa de la misma forma que el Xanax, es decir, para aquellos cuadros de ansiedad con objetos claros, por lo que normalmente se receta el xanax o el orfidal dependiendo del médico y de su presentación.
Además, al igual que el Xanax, tiene una duración media en el cuerpo, ya que nuestro organismo tarda en eliminar esta sustancia entre 10 y 20 horas. Si se usa de una forma prolongada en el tiempo, es probable que empieces a depender de él, y en consecuencia, luego tengas el síndrome de dependencia.
Valeriana
Es uno de los remedios naturales más eficientes que podemos conocer, por eso lo recomendamos aquí. Es una sustancia natural, y se toma para aliviar el estrés, los nervios, antes de un examen, o ese tipo de situaciones. Es un tratamiento alternativo que hay que tener en cuenta, sobre todo si se está intentando dejar los medicamentos anteriores.
Y por supuesto, hasta los médicos aconsejan tomar valeriana antes que empezar a medicarte. Si te funciona, no se habla más.
Fuente: www.ocio.net
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