Si has llegado hasta aquí, es porque probablemente seas muy sincero, y eso ha llevado muchos problemas a tu vida. Por eso, esto te servirá para descubrir, que no estás solo.
Puedes meterte en graves problemas
Cuando eres muy sincero, a veces no calibras tus palabras, y puedes soltar lo primero que se te venga la cabeza, sin importar como puede afectar a alguien que está en una posición superior a ti, ya sean profesores, jefes, o incluso tus suegros. Es por eso que más de una vez te has metido en algún problema, sólo por el hecho de decir lo que piensas, aunque esto no sea del todo malo.
Para estos casos, lo mejor que te podemos aconsejar, es que intentes calibrar el tacto. Ya que según el tono de las palabras, esto puede mejorar: aunque lo que digas sean frases muy lapidarias que pueden sentar como piedras, si lo dices en un tono suave, puede hacer sentir mejor.
A veces nadie puede distinguir el sarcarmo
En ocasiones, la sinceridad va unida al sarcasmo. Esto puede parecer incompatible, pero no es del todo cierto, porque seguramente seas del tipo de persona que juega con el sarcasmo, y digas las medias verdades. Tu cara veces puede parecer un poco indescifrable, pero si la gente te conoce bien, puede detectarse si lo que dices va en serio, o es sólo parte del juego del sarcasmo.
Y es que el sarcasmo normalmente sólo puede ser diferenciado por personas que también lo utilizan. Si no, lo que ves en la foto puede parecer simplemente una sonrisa, pero a alguien que lo utiliza mucho, se dará cuenta de que no, de que es sarcasmo lo que estamos viendo la fotografía.
Hay trabajos para ti
A pesar de que la sinceridad puede ser un problema, no hay nada de lo que preocuparse, porque siempre habrá trabajos para ti, en los que se necesitan sinceridad real. Por ejemplo, asistente de compras, o lo que es conocido como “personal shopper”. Porque tú no tendrás ningún problema, en decir a esa persona que te ha contratado sea algo le queda bien, o por el contrario le queda muy mal.
Ese tipo de trabajos, eso sí, requieren algún sentido del gusto, o algo algo de estética. Por eso, también debes comprobar que tu sentido estar enmarcado en los parámetros normales.
Pero hay trabajos que no son para ti
Decir siempre la verdad, también puede perjudicarte. Y es que hay trabajos que no están hechos para ti. Por ejemplo, el de los políticos. Es verdad, que es necesario que los políticos sean sinceros, pero hay formas y formas de decirlo, y lo que algunos considerarían que es tergiversar la realidad, otros simplemente lo llaman marketing.
Lo que está claro, es que no sabrías para político, porque tampoco tienes la necesidad de agradar a todo el mundo, así que mejor descartarlo desde el principio.
Aprecian lo bueno
Es verdad que cuando criticas una persona, cuando la base es cierta y real, la verdad es que terminan cogiéndote miedo. Las críticas siempre dan miedo. Sin embargo, cuando dices algo bueno, como siempre eres sincero, lo dices de verdad. Así que si le dices una persona que le queda bien una falda, o que ese día está muy guapa, probablemente se sienten muy, pero que muy halagados.
Eso sí, si lo dices muy a menudo, probablemente deje de quererte, y ya no parecerás tan sincero, aunque lo sigas siendo. Siempre apreciar lo bueno, cuando está rodeado de todo lo malo que es también cierto.
Cuando no puedes hablar
Si en invierno cojas un resfriado, y de repente no puedes hablar, todo el mundo está contento. No podemos culparlos, porque siempre decimos las cosas que no quieren oír. A pesar de que sea verdad, no todo el mundo está preparado para combatir la verdad, porque no es capaz de aceptarla.
Así que dejamos que disfruten de sus pequeños días en los que no lo subirán durante cierto tiempo, y después volveremos a la carga.
Nos enfrentamos a muchas caras de confusión
Hay personas que no saben distinguir si lo que decimos es verdad, es broma, es sarcasmo, o simplemente no saben cómo reaccionar ante nuestras verdades. Así pues, siempre nos encontraremos con caras de confusión, e incluso de extrañeza. no hay forma de Bing Dársante yo sino que simplemente hay que aceptar que hay personas que no entienden los sentimientos humanos.
No puedes tener amigos sensibles
Esto es un gran problema, porque sois amigos de toda la vida, pero aveces arriado personalidades muy diferentes. Y mientras tu amigo es políticamente correcto, la verdad es que tú no eres nada correcto, y siempre dices la verdad, aunque eso pueda doler. Así pues, es difícil tener amigos sensibles para ti, porque terminan llorando o yéndose ofendidos.
Claro que si lo que dices es verdad, tú no tienes toda la culpa, pero sí que deberías mejorar y hacer un curso intensivo sobre cómo mejorar tu tacto, porque esas situaciones, si se hacen frecuentes, harán que pierdas a tus amigos.
Entristeces a la gente
Esto es un arma de doble filo, porque cuando eres sincero, esperas que la gente te lo agradezca, pero a veces no podemos entender por qué la verdad duele. Y es que las mentiras piadosas tienen su función, y es quitarle hierro al asunto, hasta que la persona tenga el ánimo adecuado para poder hacer frente a la verdad.
Al final, si no recurres a las mentiras piadosas, probablemente la gente se sienta muy incómoda a tu lado. Habrá silencios muy incómodos y molestos, y al final como se alejarán de ti. Por eso, a veces, sí que hay que ser políticamente correcto, y dejar la sinceridad pura a un lado, porque no siempre es bueno decir la verdad.
Fuente: www.ocio.net
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