Prácticamente desde la creación de las computadoras, y más aún con su masificación que llevó a que en casi cada rincón del planeta haya una PC, el desarrollo de los virus y malware han acompañado de forma permanente a las innovaciones tecnológicas, sobre todo en lo que a software se refiere.
Por ello, con el paso del tiempo se fueron creando a la par soluciones informáticas que permitieran hacerle frente a estas amenazas cibernéticas, que puede incluso hacer colapsar por completo el sistema operativo de una computadora. Pero claro, simultáneamente también los virus fueron mutando y su desarrollo se fue haciendo cada vez más complejos, buscando de esta manera eludir los sistemas de seguridad.
Si bien es muy cierto que al utilizar de manera permanente un antivirus confiable en nuestra PC podemos lograr reducir casi al máximo la posibilidad del ingreso de un virus en el sistema, existen ciertas excepciones, por lo cual nunca sobran los cuidados o procedimientos preventivos que podemos llevar a cabo en pos de la seguridad e integridad de nuestros equipos informáticos, y sobre todo en resguardo de nuestra información sensible.
Precisamente, en este contexto todos sabemos que una de las alternativas más utilizadas para propagar virus y códigos maliciosos desde Internet se concentra en gran parte en el sistema del correo electrónico. A través de las casillas de mails, los malintencionados que difunden virus y malware envían una gran cantidad de correos, que a su vez son replicados, conteniendo los famosos archivos adjuntos.
Por lo general, los archivos adjuntos en los emails suelen contener códigos maliciosos, que con simplemente ejecutarlos pueden llegar a nuestro disco rígido y desde allí causar el daño, o bien a través de malware, logran acceder a nuestra información privada, como por ejemplo datos sobre una cuenta bancaria, y robar esa información.
Por todo lo expuesto, es fundamental que estemos siempre alertas para evitarnos un verdadero dolor de cabeza, por lo que aquí te presentamos algunas pautas para tener en cuenta, que pueden ayudarte a identificar a aquellos archivos adjuntos que pueden llegar a ser peligrosos.
Uno de los primeros aspectos que siempre debemos tener presentes es en todo momento evitar abrir archivos adjuntos inesperados, incluso en los casos en que estos correos electrónicos provengan de gente que conocemos. Si el email ha sido enviado por un amigo, lo más recomendable es previo a abrir el archivo adjunto, comunicarse con ese amigo y preguntarle si fue realmente el que nos envió el archivo en cuestión.
Debido a que gran cantidad de software malicioso necesita conectarse a Internet para poder llevar a cabo sus tareas dañinas, es recomendable que nos aseguremos de que el servidor de seguridad está activo y actualizado, ya que éste le impedirá al virus generar conexiones no autorizadas.
Es importante tener en cuenta que con el sólo hecho de disponer de un antivirus instalado en la PC no basta, ya que es aconsejable que de manera periódica realicemos exploraciones en búsquedas de amenazas, y de esta manera poder asegurarnos que nuestra computadora se encuentra libre de virus.
En la actualidad, y debido a las necesidades de los usuarios, ya son muchas las empresas que ofrecen el servicio de correo electrónico, y le añaden a ello un antivirus integrado, el cual se encarga de escanear automáticamente los archivos adjuntos enviados y recibidos, por lo cual siempre se recomienda utilizar este tipo de servicios.
Otro aspecto que nos permite evitar descargar, quizás sin querer, un archivo adjunto peligroso a nuestra PC reside en desactivar la descarga automática de archivos adjuntos, desde la configuración y ajustes de nuestra casilla de correo electrónico. Al mismo tiempo, es importante que siempre nos mantengamos notificados y alertas ante las actualizaciones del software y las noticias sobre seguridad que nos envía el servicio de correo electrónico en el cual tenemos nuestra cuenta.
Por último, y además de utilizar el sentido común y el análisis rápido antes de abrir un archivo adjunto que nos resulta sospechoso, es sumamente tener presente que si somos usuarios de Windows, siempre debemos evitar abrir cualquier archivo ejecutable, es decir cuya extensión sea .exe, .com o .bat, ya que sin lugar a dudas se tratará de un virus.
Fuente: www.informatica-hoy.com.ar
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