lunes, 9 de mayo de 2016

LAS DIFERENCIAS ENTRE EL PRIMER Y EL SEGUNDO HIJO Y ALGUNAS INJUSTICIAS QUE PROVOCAN


Las diferencias entre el primer y el segundo hijo y algunas injusticias que provocan

¿Qué diferencias hay entre el primero y los restantes hijos? Algunas y de calado. Tanto que esas diferencias han dado lugar a que muchas veces se hable de injusticias e incluso que el asunto merezca un síndrome o un complejo psicológico porque las madres primerizas están todo el día pendientes de sus bebés. ¿Crees que no pasó lo mismo contigo? Puede que sufras el 'síndrome del hijo del medio' y por eso te sientas menos querido o que tus padres te ignoran, aunque sea solo un poco.
De todos modos, siendo cierto que hay muchas diferencias que repercuten positivamente sobre los hermanos mayores sería bueno también fijarse en otros asuntos que les hicieron la infancia y la juventud más dura. Así por ejemplo, la inflexibilidad con la que sabes que tus padres inculcaron sus principios a tu hermano o la dureza con la que le hicieron cumplir las normas que, con el tiempo y el cansancio, se volvieron bastante más laxas en tu caso y con el resto de la prole. Es verdad que eso ocurre siendo ya más mayores, pero también pasa. En cualquier caso, repasemos las injusticias para con los segundos y siguientes hijos, que no son pocas y que es lo que nos ocupa:
1) Puede que esto tu madre jamás te lo haya contado si no eres el primogénito: Ella se enteró de que estaba embarazada y se hizo la primera ecografía. Con el primero, tu hermano del alma, escuchó el corazoncito, lloró de emoción, y salió corriendo del obstetra para llamar a la familia y a todas tus amigas. En la eco del segundo -tu caso- le preguntó al médico: "¿Late?, ¿está todo bien? OK, deme rápido los resultados que que tengo que ir trabajar". ¿ Y eso es todo? 
Está claro que el efecto que causa en el comportamiento de los padres la alegría con la que se recibe la noticia del primer embarazo no es ni perecida a lo que pasará con el resto de ellos. No es que no se alegren. No. Es que el efecto en los papás no es el mismo. Pero ojo, si eres un hijo 'recolgón', de los que tardaron en llegar, y pillaste a tus padres desprevenidos o cuando menos te esperaban esa alegría puede tornar otra cosa. Mucho más si ocurrió durante la crisis de los 80. Pero esa es otra historia...

2) Cuando naciste, la higiene no fue tan estricta: Tu hermanito se crió en una burbuja de asepsia y un entorno casi tan limpio como en el que operaron a ET. ¿Y a ti? Contigo pusieron en marcha la 'ley de los cinco segundos'. ¿No sabes lo que es? Si se te caía el chupachups al suelo y lo recogías antes de cinco segundos no pasaba nada: Te inmunizabas. ¿Qué chungo, no? 
A tu hermano lo bañaban todos los días con jabón neutro y en tu caso cuando se acordaban de que hacía tres días que no te metían al baño, y si estaban ocupados, pensaban: "Bueno un día más, no pasa nada". Como además, las nuevas tendencias pediátricas van enfocadas a que no hay que ser tan escrupuloso y que cierta dosis de mierda no está mal, pues nada... Vamos que a ti, si te descuidas, ni te esterilizaron las tetinas de los biberones, ni te lavaron la ropita de bebé antes de ponértela para estrenar.


3) Los sustos van menguando:Te hablaron muchas veces en casa de los sobresaltos con los que convivieron tus padres por culpa del gilipollas de tu hermano mayor, que era un 'cabrón' y un culoinquieto'. Cuando, por ejemplo, se cortó la mano dibujándose una cicatriz que le ocupa parte de la palma derecha por que se cortó con los cristales de un vaso. El 'tontolculo' intentó cogerlo de la mesa alta del salón, lo tiró al suelo y él resbaló apoyando la mano encima de los cristales. 
En su caso, si tu madre lo pescaba chupando el bote de repelente para bichos o el de la lejía llamaba inmediatamente al pediatra desesperada e incluso lo llevaba a las urgencias pediátricas del hospital, aunque fueran las cuatro de la mañana y el crío estuviera dormido plácidamente. Contigo, tus padres pensaban: "Bueno, taaan mal no le puede hacer, tal vez le viene bien por si se traga algún mosquito". Y si no un Dalsy y a correr.


4) Al primer hijo tus amigas lo llenaron de regalos: Estás un poco gasta el gorro de que en algunas reuniones como las de Navidad se hable de las vacaciones, los campings, las experiencias hippies o las 'farras' de las que tu hermano fue copartícipe y que tú, claro está, no disfrutaste. A él, algunos amigos de tus 'viejos' le visitaban casi semanalmente. ¿A ti? Tú ni siquiera conoces a algunos de sus íntimos. ¿Regalos recibidos gracias a esas relaciones de mamá y papá? Gracias si te llevaron alguna vez un "detalle" el día que naciste. Y si fuera así, tú no te acuerdas.
Una cosa sí tienes fresca en la memoria y tienes que agradecer: Cada vez que podían, los familiares o vecinos llevaban a tu casa bolsas de ropa con pijamas llenos de pelotillas y jerseis de lana depauperados porque ya no le valían a Juanito o Pepito y aún se puede aprovechar. O esos artefactos sin pilas que un día fueron juguetes y que sus hijos ya no usaban. Sobre todo porque se los querían sacar de encima para tener más espacio en el maldito piso.

 

5) ¿Cuántas fotos tuyas y grabaciones en 'superocho' hay en casa de tus padres? Joder, si por no tener no tienes ni la foto de la Comunión. Siempre intentaron explicarte -tú no lo creíste nunca, claro- que eso pasaba por que para cuando pudiste tener regalos de Comunión habia muerto tu abuelo Juan, conservador y católico practicante, tus padres se volvieron más liberales, había muerto el dictador y ya no era un 'requerimiento social'.
El caso es que a tu hermano, el primero de la casa, no paraban de perseguirle con la cámara. ¿Y en su primer cumpleaños? En esa primera fiesta, con toda la familia -no faltaron ni los primos emigrados a Portugal- rodaron una 'peli' de aquellas con 'tomavistas' que duraba más que 'Lo que el viento se llevó' con el calamidad de tu hermano, claro está, en el papel estelar. ¿Y a ti? ¡Joder, si no tienes ni foto de 8º de EGB! Y es que has llegado a sospechar que tu madre, minutitos antes de dar a luz, le pidió a tu tía -tu padre tenía mucho trabajo- que le hiciese un par de fotos para que el pobre chico supiera algún día que también estuvo en su tripa.Y luego, tus padres dirán que siempre les ha dado un poquito de pena como te trataron durante tu más tierna infancia. Que no es que lo hicieran mal. ¡Nooo!. Es que, digamos, se relajaron un poquito para pensar, inteligentemente, un pizca más en ellos. Sabían que nunca iban a poder darte toooooda la bola que le dieron a tu hermano mayor. 

6)  Tú estás lleno de roturas óseas, cicatrices en la cabeza y demás quebrantos: ¿Y tu hermano mayor? A ver, cicatrices tiene, como casi todo el mundo. Pero desde luego, menos que tú. Está claro que tu madre estaba todo el día corriendo detrás de él por el parque, siempre a un metro de distancia, intentando que no se cayera o agarrándole de la manita en los columpios
Pero lo importante es lo que pasó contigo: Sí, es verdad que seguía vigilante, pero a distancia suficiente como para que te abrieras la cabeza varias veces. Por ejemplo, es evidente que no se ponía tan nerviosa al verte corretear por el parque. Sabía que te caerías y que además era parte de tu aprendizaje. Tu madre comenzó a pensar en proteger pero no sobreproteger. ¡Qué maldita suerte la tuya!
Ojo, quizá por ello eres menos psicótico que él, más independiente y mucho menos pesado con la familia. Debes reconocer que vives mejor que él tu relación familiar...


7.- Tu hermano es un 'gorderas':  Es posible que no tenga nada que ver. Pero con el primogénito había un disgusto de aúpa si no quería comer. Es más, a tu hermano le metían la comida en la boca aunque fuera con un embudo. Y es que el gilipollas aún recuerda algunas de las historias que cuando tenía seis años le contaba tu madre para que comiera hígado encebollado. Aunque estuvieran una hora con el intento. 
¿Contigo? Bueno, han hecho lo justo para que no seas un adulto gordo e hipertenso como el 'sopazas' tu hermano. Y cuando estabas inapetente, se dieron cuenta de que podía haber más razones que "una acusada personalidad y un criterio en formación". Y que que no había que ser tan estricto como para pretender que se lo acaben todo.

Fuente: www.que.es

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