LOS ALIMENTOS QUE DAÑAN TUS NEURONAS

Hay algunos alimentos que, por una razón u otra, pueden hacerte daño. Y no estamos hablando de sobrepeso o envenenamiento, sino de alimentos que puede que ahora mismo estén dañando tu cerebro. ¿Quieres saber cuáles son? Pues apunta, porque estos son algunos de ellos.

Azúcar añadido

Ya hemos hablado anteriormente de que el azúcar refinado es una de las cosas más dañinas que podemos tomar, porque es un compuesto que nada tiene que ver con la naturaleza. Es adictivo, está procesado químicamente, y no guarda apenas parecido a la caña de azúcar o a la remolacha azucarera de la que sale.

Es más, uno de los efectos a largo plazo es que puede afectar a nuestra memoria y causarnos daños neurológicos, y presentan un porcentaje más alto de riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Y a medida que se aumentaba el consumo de esta sustancia, el porcentaje también iba en aumento. Es por eso que tenemos que tener cuidado a la hora de incluir este tipo de alimentos a nuestra dieta.

Lo más sano que podemos hacer es intentar dejar de lado el azúcar. Entonces te darás cuenta de que lo necesitas más de lo que pensabas. Nuestra recomendación es que lo intentes cambiar por algo natural. Por ejemplo, por miel de flores, que es un edulcorante natural. A pesar de lo que digan, la stevia también se suele refinar, aunque sea en menor medida, así que es una alternativa más sana, pero es más recomendable la miel producida, porque no pasa por tanto proceso químico.

Comida basura

Ya sabíamos que no era sano para nada. Lo que no nos esperábamos era que fuera por el azúcar. Vale, realmente no es por el azúcar, sino por toda esa mezcla de grasas saturadas. El problema llega cuando todo lo que comes deja de ser natural. Porque no es lo mismo una hamburguesa artesanal, que una hamburguesa de cualquier cadena de restaurantes de comida rápida.

Lo mismo pasa con los dulces. A pesar de que son malos para nuestra salud, dentro de lo malo, es mucho más sano que sea bollería artesanal o hecha a mano, antes que industrial. Eso sí, habría que reducirlo al máximo, más que nada porque la comida rápida afecta a la producción de dopamina, que es una hormona que también interviene en el proceso de aprendizaje, así como la motivación, e incluso la memoria. 

La fructosa

Es considerado el sustituto del azúcar, y lo podemos encontrar repleto en cantidades de alimentos. Pero porque ya sea sustituto de algo malo, no quiere decir que sea bueno, sino que es una alternativa “un poquito mejor” al azúcar en sí. La fructosa podemos encontrarla, por ejemplo, en el jarabe de maíz, que es el ingrediente principal de un montón de alimentos dulces. 

¿Cómo nos afecta al cerebro? Bien, pues la fructosa en grandes cantidades reduce nuestra capacidad para aprender así como que reduce nuestras habilidades de memorizar información.

Alimentos fritos

Muchas veces, nuestro cuerpo nos lo dice: las croquetas de nuestra madre están buenísimas, pero mejor en una cantidad razonable. Y es que los alimentos que han pasado por la freidora no tienen nada de bueno. A ver, sí, está el sabor, que es fundamental, pero en cuestiones alimenticias, es una bomba calórica, cada vez que consumimos algo así.

Estos alimentos llevan una gran cantidad de grasas saturadas, que son las que ayudan al colesterol a asentarse en las arterias de nuestro corazón. Eso sí, hay algunos aceites considerados más peligrosos que otros. Por ejemplo, el aceite de girasol es uno de los más peligrosos, porque al igual que otros tipos de aceite, hace que disminuya nuestra capacidad para asentar nuevos recuerdos. Escalofriante, ¿verdad?

La sal

Ciertamente, nos vamos a encontrar en este artículos productos que son supercotidianos, y que puede afectar mucho a nuestra vida diaria. Y es que nosotros echamos sal a casi todo, porque es el condimento base de prácticamente todas las comidas. Pero sí, en líneas generales, la sal afecta a nuestro cerebro, ya que sube la presión, no solo arterial, sino también la de nuestro cerebro.

Así pues, un exceso de sal en nuestra dieta puede provocarnos dificultades a la hora de pensar, y a otras funciones cognitivas. Se recomienda, entonces, una dieta baja en sodio. Si a eso añadimos el resto de alimentos de esta lista, estamos ante un problema, porque no sabríamos qué es lo que podríamos comer.

Cafeína

Esto son malas noticias para los cafeinómanos. Antes siempre nos basábamos que el café nos ayudaba a estar alerta, y de alguna forma, “despertaba” a nuestro cerebro. Sin embargo, también tiene sus consecuencias negativas, aunque la mayoría de sus efectos ya los conocíamos: nos puede producir dolor de cabeza, insomnio y otros trastornos del sueño.

También la cafeína hace que nos aumente la ansiedad, y si tomamos en exceso, podemos sufrir confusión, alucinaciones, e incluso puede provocarnos la muerte. Así que deja de beber tantas tazas al día, y mantente despierto de forma natural.

Grasas trans

Hubo, hace un par de años, un gran debate girando en torno a las grasas trans. Están presentes en la comida basura, pero sobre todo, en las patatas fritas de freídora. Es más, algunos estudios han afirmado la relación existente entre el consumo de las grasas trans, y la contracción del cerebro. Así, el consumo excesivo de esta sustancia puede producirnos algunas enfermedades, como el Alzheimer.

Ya sabíamos que era malo para el corazón, o incluso para nuestro peso, pero ahora debemos preocuparnos más, porque estas grasas hacen que tarde más nuestra respuesta cerebral, y por tanto, aumenta el riesgo de sufrir un derrame, con todas sus consecuencias.

Glutamato monosódico

Seguro que te suena, porque se ha hablado mucho de ello, en los últimos años. El glutamato es una sustancia que se añade a la comida para potenciar su sabor, conocido, efectivamente, con ese nombre también: “potenciador de sabor”. En la comida china de restaurantes, la encontramos a menudo, y es por eso que no hay que abusar de ello.

Pero no solo en la comida extranjera podemos encontrarlo, sino también en nuestra propia comida. Cuando usamos esas pastillas de sabores que usamos en el mercado, parecidas a los cubitos de caldo, estamos usando, sin darnos cuenta, el glutamato. No todas lo llevan, así que asegúrate de leer la etiqueta antes de comprar nada.

Alimentos procesados

Por último, pero no menos importante: los alimentos procesados. De hecho, es una bomba en toda su extensión, porque no solo llevan azúcar o fructosa, sino que también sodio, y grasas trans, que sale en la etiqueta como “aceite hidrogenado”. Es más, esta comida procesada, no solo como la comida rápida, sino también la envasada, puede conllevar muchos riesgos.

Aumenta nuestras posibilidades de desarrollar una enfermedad del cerebro, como el Alzheimer, y nos afecta al sistema nervioso central. Así que aunque no hace falta eliminarlo por completo de nuestra dieta, reducirlo al máximo sí que es aconsejable. 

Fuente: www.ocio.net