Según la empresa, todo este caudal de información es ofrecido a terceras empresas para que éstas preparen publicidad orientada, es decir anuncios específicamente enfocados en una persona o grupo de personas con los mismos gustos y necesidades. Por ejemplo, usuarios que hablan de audio o gadgets informáticos recibirán anuncios de este tipo y no de deportes, por ejemplo.
Para obtener toda esta información, Facebook analiza todo lo que hacemos en nuestro perfil, incluyendo los lugares que visitamos, donde estamos, el tipo de fotos que subimos, los “Likes” que hacemos, el tipo y nombre de nuestra mascota, los post que comentamos y todo aquello que pueda llegar a ser de interés para elaborar un perfil de consumidor lo más exacto posible.
Pero además, no sólo lo que hacemos en Facebook es analizado, sino también todo lo que hacemos en sitios y aplicaciones en la que hemos iniciado sesión con nuestras credenciales de Facebook. Todas nuestras aspiraciones, deseos, tristezas y alegrías automatizados y almacenados en fríos servidores bajo tierra a la espera de ser monetizados, ese es el precio que debemos pagar por usar Facebook.
Si bien es cierto que tras algunos escándalos referidos a este polémico tema, la compañía tuvo que dejar bien en claro cuáles son las condiciones para utilizar el servicio, lo cierto es que el modo en que Facebook se mueve sigue siendo el mismo, recopilando hasta el más mínimo detalle, pero el usuario ahora está mejor advertido.
Aun así el usuario continúa añadiendo información nueva cada hora del día. La cantidad de datos personales que ingresamos a Facebook voluntaria o involuntariamente sigue siendo realmente impresionante. Esto es fácilmente comprobable cuando descargamos el archivo con nuestro perfil, es decir con todos los datos que la empresa tiene sobre nosotros.
Esta opción está disponible en el apartado de “Configuración”, en la pestaña “General”. Este archivo se llama “Index.htm”, el cual deberemos abrir con nuestro navegador favorito. Dentro encontraremos fotos, videos, post y demás, todo ello ordenado de manera que sea sencillo navegar entre los datos.
Cuando le echemos un vistazo, es posible que nos demos cuenta de cuan invadidos y espiados nos encontramos. Debajo de estas líneas, conoceremos cuáles son los principales datos que Facebook tiene de nosotros, y en algunos de los casos, cómo poder detener su recopilación.
Coordenadas del rostro
NI bien abrimos el archivo que acabamos de descargar, podremos ver tres líneas de números, relacionados con el mapa que realizó la empresa de nuestro rostro.Básicamente son 34 números que son asignados a distintas partes de nuestro rostro, los cuales se medirán para fijar la distancia entre ellos y así, mediante un algoritmo que es capaz de identificar automáticamente, y lamentablemente en forma eficaz, nuestra cara.
De este modo, Facebook nos puede reconocer cuando por ejemplo, un amigo se toma una fotografía con nosotros y la comparte en la red social, algo que muchos usuarios suelen hacer aunque no hayan solicitado nuestro permiso.
Afortunadamente, el reconocimiento facial puede ser evitado, lo único que tenemos que hacer para ello es desplazarnos hasta “Biografía y etiquetado”, luego pulsar sobre “Editar” junto al apartado “¿Quién recibe sugerencias para etiquetarte en fotos en las que parece que estás presente?” y elegir “Nadie” en el menú desplegable.
Dónde hemos estado
Sin duda alguna, una de las secciones más sorprendentes del archivo “index.htm”es el apartado de seguridad, ya que allí podremos encontrar los registros de inicio de sesión y otras actividades relacionadas con el acceso a Facebook, incluyendo la fecha, el navegador utilizado, la dirección IP desde donde se hizo el acceso, el tipo de dispositivo utilizado y mucha otra información.
También podremos encontrar en este archivo los registros de las actividades de las cookies que Facebook almacena en su navegador, y que incluyen la cantidad de tiempo que hemos pasado en la red social, la secuencia de los clics realizados, los datos que hemos añadido a un formulario y la página web desde donde se llegó a esa página, entre muchos otros datos.
Si al ver la cantidad de datos nos hemos sentido inseguros de alguna forma, no nos serivrá de nada impedir que se almacenen las cookies, ya que sin ellos la red social y muchos otros servicios asociados a ella no funcionarán. Facebook no es gratis para utilizarlo, ni tampoco libre, ya que lo estamos pagando con nuestros datos y movimientos, siempre debemos recordar esto.
En este sentido, Facebook puede obtener información valiosa que puede vender incluso de la más desenfocada foto, ya que en ella, gracias a las etiquetas EXIF, se almacena gran cantidad de información, incluyendo dónde se tomó la foto, con datos exactos acerca de la latitud y longitud, el tipo de cámara y los ajustes utilizados, es decir apertura, contraste, flash y demás.
Cabe destacar que EXIF (Exchangeable Image File Format) es una especificación para formatos de archivos de imagen utilizado en las cámaras digitales con el fin de almacenar junto a la imagen, información relativa a su realización y otros datos en formato metatag.
Las fotos que hemos tomado
Otra de las secciones que más sorprenden al usuario que revisa este archivo es la sección “Fotos sincronizadas”, ya que muchos se han encontrado con una inmensa cantidad de fotos que no sabían que estaban almacenadas en la red social.
En esta sección se almacenan las fotografías que la aplicación de Facebook sincroniza de forma automática cuando tenemos activada esta opción. Al tener activada la característica, de forma automática el teléfono inteligente se enlaza con la red social para descargar en ella todas las fotos que hemos tomado, las cuales luego publica en un álbum privado hasta que el usuario determine que fotos publicará y compartirá con sus contactos y cuáles no.
Esto nos permite aliviarnos un poco la tarea de tener que subir estas fotos de forma manual, sin embargo, haciéndolo de esta manera podría ser un poco más seguro, sobre todo si somos de tomar fotografías de nuestra intimidad más reservada y no compartirlas, ya que si alguien pudiera tomar el control de nuestra cuenta, podría también descargar estas imágenes. Pero al no ser descargadas a Facebook de manera automática, quedarían en el smartphone.
La sección anuncios
En la sección “Anuncios” del archivo de datos de Facebook, podremos encontrar a las diferentes empresas y personas de las cuales deseamos recibir noticias. Como era de esperarse, estas compañías, artistas y personas están listadas, sin embargo, muchos usuarios podrán encontrarse con avisos que no recuerda haber solicitado, o que están realmente muy lejos de sus intereses o relaciones.
Esto sucede fundamentalmente debido a que Facebook decide que anuncios se muestran en nuestra portada basándose en nuestro comportamiento en la misma, como lo hemos explicado más arriba. Sin embargo, si somos de los usuarios que conectamos nuestra cuenta de Facebook con multitud de servicios y aplicaciones en forma indiscriminada, lo más probable es que tarde o temprano, nuestro perfil se encuentre repleto de avisos y notificaciones que apenas sabemos de qué tratan.
La buena noticia es que podemos evitar que Facebook utilice la información de nuestra actividad en otros sitios y servicios con el fin de filtrar la publicidad y orientarla hacia nuestros intereses concretos.
A pesar de ello, no podremos evitar que Facebook utilice los datos, la compañía seguirá recopilando la información para su beneficio. Con esto en mente, jamás podremos esperar un Facebook libre de publicidad, principal motivación económica de la empresa.
Sin publicidad no hay Facebook, sin embargo esto no significa que la empresa venda nuestros datos al mejor postor. En este sentido, las empresas anunciantes preparan sus campañas con determinados targets, y es Facebook quien las distribuye y entrega de acuerdo al perfil de cliente solicitado, basándose en toda la información recopilada de sus usuarios.
Si queremos podemos modificar el comportamiento de los anuncios en la sección “Anuncios publicitarios”, en donde podremos seleccionar entre “Activado” y “Desactivado”. Sin embargo, la cantidad de anuncios será la misma, pero quizás menos relevantes a nuestros intereses. Si tenemos que recibir publicidad, por lo menos que sea de acuerdo a nuestros gustos.
La sección búsquedas
Obviamente, no todos los datos que almacena Facebook sobre nuestra persona se encuentran listados en este archivo. Ejemplos de ello son las interacciones, los comentarios, los Likes, las etiquetas y las búsquedas que hemos hecho en la red social. Todos estos datos se encuentran almacenados en la sección “Registro de actividad”, la cual podemos acceder pulsando sobre la flecha ubicada en en la esquina superior derecha de la página, junto al candado.
Aquí encontraremos absolutamente todo lo que hemos hecho en Facebook desde el momento mismo en que iniciamos sesión la primera vez, incluyendo publicaciones, las canciones que hemos escuchado en Spotify si hemos asociado la cuenta de Facebook con el servicio, fotos, las personas que hemos buscado, eventos y mucho más, todo lo cual podemos filtrar en el panel de la izquierda. Este registro de actividades es una de las mejores formas de saber con exactitud qué datos hemos ingresado, voluntaria o involuntariamente, en Facebook.
Qué saben de nosotros nuestros amigos de Facebook
El método fundamental que tiene Facebook de recopilar información de sus usuarios es estudiar y analizar la interacción que existe entre ellos. De este modo, cada vez que un usuario le envía un mensaje a otro, o aparezca en una foto de otro usuario, se crea una conexión que se almacenará, y que no desaparecerá cuando incluso eliminemos nuestra cuenta.
Esto significa que nuestros mensajes y mensajes privados permanecerán en la red social mucho después de que nosotros la hayamos abandonado, hasta que el último de nuestros contactos haya se haya liberado de Facebook también.
Fuente: www.informatica-hoy.com.ar
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