Como explica Johann Gudjonsson, co-autor de esta investigación publicada en la revista «Nature Immunology», «hemos descubierto un enfoque completamente nuevo. Concretamente, hemos identificado una diferencia en la expresión génica entre ambos sexos y asociada a la susceptibilidad de desarrollar enfermedades autoinmunes».
Expresión génica ‘de género’
Para llevar a cabo el estudio, los autores se centraron en las enfermedades autoinmunes en las que hay una afectación de la piel, caso del lupus. De hecho, hasta cuatro de los 11 criterios establecidos para el diagnóstico del lupus están relacionados con la piel –entre otros, la presencia de erupciones cutáneas.
Sin embargo, los investigadores quisieron ir más allá, por lo que analizaron la expresión genética en biopsias cutáneas tomadas a 51 mujeres y 31 varones sanos. Y lo que observaron es que hasta un total de 661 genes se expresaban de forma diferente entre ambos sexos.
Como refiere Yun Liang, director de la investigación, «nuestros resultados muestran unas diferencias muy notables en la expresión génica entre las mujeres y los varones. Además, muchos de estos genes tienen una función inmunitaria y están solapados con vías genéticas y genes relacionados con las enfermedades autoinmunes».
En este contexto, debe recordarse que la mayoría de estudios realizados para analizar las diferencias de género en las enfermedades autoinmunes se han centrado en las hormonas sexuales. Y más concretamente, en los efectos de las hormonas femeninas, dado que siempre se ha creído que esconden el motivo para esta prevalencia tan dispar entre hombres y mujeres. Sin embargo, los resultados del nuevo trabajo muestran que la nueva vía VGLL3 no se encuentra regulada por las hormonas.
Es más; el estudio hay posibilitado la identificación de una vía inflamatoria que,bautizada como ‘VGLL3’, juega un papel esencial en el control de la red inmunológica femenina. Tal es así que, como apunta Johann Gudjonsson, «esta vía inflamatoria hasta ahora desconocida promueve la autoinmunidad en las mujeres. Pero también hemos visto que VGLL3 también es activa en los varones que han desarrollado una enfermedad autoinmune».
En palabras de Johann Gudjonsson, «la identificación de un mecanismo regulatorio para cada sexo podría suponer un enorme avance en la investigación de las diferencias de género en las enfermedades autoinmunes. Sin embargo, no hemos hallado evidencias de que los estrógenos o la testosterona estén implicados en las diferencias inmunes observadas entre ambos sexos».
Investigar por sexos
En definitiva, el estudio señala el camino para las próximas investigaciones sobre la vía inflamatoria VGLL3 y cómo es regulada. Una investigación futura en la que, tal y como debería suceder en toda la especialidad de la inmunología, se requiere un estudio por separado de las muestras obtenidas de mujeres y varones.
Como concluye Johann Gudjonsson, «el tener un mayor conocimiento de los procesos asociados a estas enfermedades en cada sexo ofrecerá oportunidades para intervenciones terapéuticas que todavía no hemos imaginado, incluyendo su prevención y tratamiento».
Fuente: www.abc.es
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