miércoles, 16 de agosto de 2017

EL MISTERIO DE LA ROCA QUE SE MUEVE SOLA DESDE HACE 70 AÑOS

El desierto es un lugar inhóspito y lleno de misterios sin resolver, desde la aparición de oasis en mitad de la nada, donde bien se podría erigir una civilización completa, hasta las tribus que consiguen vivir, y sobrevivir en mitad de sus secas tierras, pasando por el mayor misterio de todos, las piedras caminantes. ¿Has visto alguna piedra moverse sola?


Las piedras del Valle de la Muerte se mueven a voluntad.

¿Has visto alguna vez una piedra moviéndose a voluntad? Si la respuesta es sí, visita a un psicólogo, a menos que estés en la Playa Recetrack, un vasto desierto en mitad del Parque nacional del Valle de la Muerte.



El misterio de la roca que se mueve sola desde hace 70 años


Cientos de años atrás, estaba cubierto de agua, pero ahora es uno de los lugares más calurosos y secos de toda Norte América, y el hogar de las “piedras navegantes”, unas piedras que se mueven por el valle por voluntad propia desde hace años, dejando a los científicos totalmente atónitos.

Desde hace años las piedras se mueven por la playa a su antojo.

No fue hasta 2014 que un grupo de científicos lanzó algo de claridad sobre este extraño fenómeno. Muchas hipótesis surgieron para dar explicación al fenómeno: las piedras estaban recubiertas de hielo por lo que se deslizaban, levitación acústica, vientos huracanados…
El misterio de la roca que se mueve sola desde hace 70 años
Es casi imposible ver una piedra en movimiento, pero el rastro que dejan a su paso hace innegable que se mueven a voluntad. A principio del siglo 20 se empezaron a documentar los movimientos, pero aún nadie tenía ni idea de cómo conseguían moverse las piedras.


El misterio de la roca que se mueve sola desde hace 70 años


Por desgracia para muchos la explicación no implicaba sucesos paranormales.
Tras dos años de investigación, con las piedras localizadas con GPS y una estación climática en el valle, se dieron las condiciones necesarias para que las piedras de movieran.
Una capa de hielo permitía a las piedras deslizarse libremente.
Tras unas lluvias torrenciales, al caer la noche, las temperaturas descendían estrepitosamente y en el valle se formó una capa finísima de hielo por la falta de inclinación. Cuando a la mañana siguiente sale el sol, esta capa comienza a derretirse moviendo consigo las piedras que han quedado sobre ellas.

Fuente: https://rolloid.net

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