¿Habías oído el término de bruxismo alguna vez? Es posible que lo padezcas pero no lo reconozcas por ese nombre. Sin embargo, si hablamos de apretar o rechinar los dientes sin ningún motivo aparente, ¿la cosa cambia verdad? El bruxismo infantil es muy habitual en nuestra sociedad. No obstante, se trata de una conducta muy nociva para los dientes, el periodonto y los músculos masticatorios. ¿Qué es realmente el bruxismo y qué consecuencias puede tener?
Comenzaremos por definir este fenómeno. El bruxismo es una parafunción mandibular que se caracteriza por la realización de movimientos que no tienen una función objetiva. Estos movimientos pueden tener lugar durante el día o la noche. Además pueden producirse de forma consciente o involuntaria.
En estas acciones siempre están implicados los dientes, tanto los superiores como los inferiores. Entran en contacto apretándose entre sí, dando lugar a un rechinamiento característico.
Aunque puede parecer una acción inocua, el apretamiento y rechinamiento continuado de los dientes repercute gravemente en la cavidad oral. Las consecuencias de este fenómeno van desde la afectación dental manifestada por la sensibilidad, la pérdida de anclaje de las piezas dentales y la abrasión de las coronas molares en el caso de la dentición temporal, hasta otras dolencias como dolor mandibular y cefaleas.
Si te preocupa la salud dental y quieres conocer más acerca del bruxismo infantil sigue leyendo. En este artículo daremos un repaso a los distintos tipos de bruxismo infantil. Además, analizaremos los factores desencadenantes y los tratamientos disponibles para combatirlo.
Clasificación del bruxismo.
El bruxismo puede clasificarse en dos tipos en función de sus características:
Bruxismo primario: este tipo de bruxismo también conocido como bruxismo idiopático, corresponde tanto al apretamiento dental diurno como al que tiene lugar durante el sueño, sin que existan otras patologías previas asociadas.
Bruxismo secundario: en ocasiones se le denomina como bruxismo iatrogénico. Incluye el apretamiento dental relacionado con alteraciones de tipo neurológico y psiquiátrico, problemas de sueño y el consumo de fármacos y otras drogas.
Dependiendo del momento del día en el que se produzca (de día o de noche) se diferenciará entre bruxismo diurno y bruxismo nocturno. Para diagnosticar el bruxismo se deben considerar los principales aspectos relacionados con su aparición. Así, será necesario tener en cuenta las circunstancias en las que se produce además del tipo y la clase. Esta última característica es especialmente relevante puesto que el bruxismo nocturno se considera una parasomnia. Por tanto de un tratamiento muy diferente al bruxismo diurno.
Etiología del bruxismo en la infancia.
Aún no se conocen con exactitud los mecanismos que desencadenan la aparición del bruxismo infantil. Sin embargo, son mucha las teorías que se han desarrollado acerca de su etiología. La mayoría de estas teorías en lugar de centrarse en una única causa, apuntan hacia la existencia de múltiples factores involucrados en la aparición del bruxismo.
Los principales factores relacionados con el bruxismo infantil son:
Odontológicos:
Se consideran uno de los principales desencadenantes de este fenómeno. Uno de los ejemplos más representativos son las alteraciones oclusales. Estas alteraciones se caracterizan por una inadecuada alineación de los dientes superiores e inferiores que ocasionan el incorrecto encaje de las estructuras óseas, impidiendo una adecuada masticación.
Psicológicos:
En ocasiones el bruxismo puede presentarse como resultado de conflictos de carácter personal sin resolver o de una marcada dificultad para expresar los sentimientos. Algunas de las circunstancias que pueden favorecer su aparición son el estrés, la ansiedad y la agresividad.
Relacionados con el sueño:
Algunos autores consideran el bruxismo nocturno como una parasomnia. Este fenómeno consiste en un trastorno de la conducta del sueño que conlleva distintos comportamientos y emociones durante alguna de las fases del sueño. Mientras experimenta estas percepciones, el niño puede despertarse durante breves períodos de tiempo, sin llegar a producirse una interrupción mayor del sueño. Algunos de los ejemplos más representativos son el sonambulismo y los terrores nocturnos.
De cualquier forma, las parasomnias se consideran un elemento usual del desarrollo del sistema nervioso central del niño. La mayoría de ellas desaparecerán o se atenuarán con el paso del tiempo.No obstante, es importante vigilar si estos episodios se producen de manera frecuente o si por el contrario tienen lugar de forma esporádica.
Tratamiento del bruxismo en niños.
Teniendo en cuenta la etiología multifactorial del bruxismo infantil, el tratamiento deberá ir encaminado a dar respuesta a los distintos factores relacionados con su aparición.
En primer lugar se obtará por proporcionar una adecuada educación en la materia tanto a los padres como a los niños. Conocer el tema ayudará a comprender mejor la situación y facilitará la búsqueda de soluciones. En la medida de lo posible siempre se tratarán de evitar las medidas clínicas invasivas. Es fundamental que el odontólogo y el pediatra actúen de forma conjunta centrándose en las necesidades del niño.
En cuanto a los factores psicológicos, las emociones como la ansiedad, el estrés, el odio o la agresividad pueden ser tratadas mediante una terapia adecuada. Dotar al niño de herramientas para que pueda controlar y hacer frente a estos sentimientos puede resultar crucial para combatir el bruxismo infantil.
Cuando los episodios de bruxismo se produzcan de manera continuada será necesaria la intervención del odontólogo. Para reducir los daños dentales existentes y prevenir la aparición de otros se utilizarán dispositivos intraorales. Habitualmente se emplean férulas de goma o acrílicas que se ajustan al maxilar superior. El propósito del uso prolongado de estos dispositivos es disminuir la carga en la articulación temporomandibular.
En el caso de los niños que tengan dentición decidua completa (temporal) o los primeros molares permanentes y hayan sufrido la erosión total de los molares primarios será necesario restaurar el tejido. Para ello será necesario utilizar coronas de acero inoxidable.
Son múltiples las opciones disponibles para hacer frente al bruxismo infantil. Si su hijo lo padece no debe alarmarse. En principio es algo que forma parte del desarrollo normal del sistema nervioso. Únicamente en caso de que se produzca de forma continuada, será recomendable que acuda al especialista para descartar cualquier alteración y prevenir futuros daños.
Fuente: https://revistadigital.inesem.es
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