jueves, 12 de diciembre de 2019

CUIDAR DE UNA PERSONA DEPENDIENTE AFECTA AL SUEÑO Y PROVOCA ANSIEDAD


El 76 por ciento de los cuidadores no profesionales de España le resulta difícil dormir de manera regular y el 68 por ciento sufre episodios de ansiedad, según los resultados de la tercera ‘Encuesta Merck sobre la situación de los cuidadores no profesionales en la sociedad española’ realizada por la compañía Merck.
Con motivo del Día Internacional del Cuidador, que se celebra el 5 de noviembre, y con el objetivo de concienciar a la sociedad del papel tan importante que juegan quienes atienden de manera no profesional a una persona dependiente, Merck ha dado a conocer los resultados de un estudio que, tras encuestar a 506 cuidadores no profesionales residentes en España, ha revelado que la asunción de este rol tiene un impacto negativo en la salud y bienestar de este colectivo.
Así, los resultados de la encuesta muestran que hasta el 78 por ciento de los cuidadores suele sentirse cansado la mayor parte del tiempo, sufre episodios de insomnio (76%), ansiedad (68%) o depresión (55%). En este sentido, el 74 por ciento de los cuidadores no profesionales asegura haber visto perjudicada su salud física, ya que no dispone de tiempo para practicar deporte (73%), ha sufrido cambios de peso (68%), ha descuidado su higiene personal (47%) y, en algunos casos, necesita beber o fumar cada día (35%).
Además, hasta el 57 por ciento de los cuidadores no profesionales afirma que pone la salud de la persona que está cuidando por encima de la suya propia, ya que no suele tener tiempo para reservar o acudir a sus citas médicas (66%) o le preocupa pedir ayuda para tratar su propia salud (33%). De esta forma, solo el 70 por ciento del colectivo informa del nuevo rol a su médico de cabecera.

UNA FIGURA FALTA DE APOYO

Respecto al reconocimiento social de los cuidadores, en general, no se muestran satisfechos con el sistema de salud. El 55 por ciento siente que no reconoce su labor como cuidador, que no recibe el apoyo suficiente (38%) y, en caso de sentirse respaldado, la ayuda procede de amigos y familiares (34%).
En concreto, estas son las figuras sociales más conocedoras de la nueva condición (86%), le siguen los vecinos y compañeros de trabajo (58%), profesionales de la salud (53%), familia extensa y amigos (41%) y contactos establecidos a través de redes sociales (21%).
Una de las grandes dificultades a las que se enfrenta este colectivo son los trámites administrativos, que han obligado al 42 por ciento a buscar el apoyo de familiares, profesionales y organizaciones. El 28 por ciento asegura haber tenido dificultades para resolver estos problemas para la persona a su cuidado, sin contar con ningún apoyo, y el 39 por ciento todavía está tratando de resolverlos. Solo el 25 por ciento afirma que no ha sido necesario realizar tales deberes para la persona a la que cuida.
Para afrontar y mejorar su situación, los cuidadores reclaman acceso a más recursos financieros (23%), el soporte de alguien que le ayude con sus responsabilidades (19%) y más tiempo libre en el día a día (18%). Además, demandan más formación sobre su papel de cuidador para aprender a mejorar su forma de ayudar (17%).
Según la directora de Corporate Affairs de Merck en España, Ana Polanco, «el objetivo de esta iniciativa es hacer visible la importante labor que realizan los cuidadores, engranaje clave de la atención al paciente. Para Merck es vital que se conozca mejor la realidad de estas personas, que no son trabajadores profesionales y anteponen la atención del dependiente a su propia salud».
La encuesta ha sido realizada en el marco del programa internacional Embracing Carers de Merck, que se lleva a cabo desde 2017 en colaboración con las principales organizaciones de cuidadores de todo el mundo.

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