Una estafa piramidal es aquella en la que no existe una actividad o inversión real que la sustente, sino que los “beneficios” de unos “inversores” se pagan directamente con el dinero que “invierten” otros “inversores”.
Es decir, con el dinero de los últimos que entran en el sistema pagan a los primeros que entraron en dicho sistema. Estas empresas no invierten el dinero en las inversiones que dicen hacerlo, simplemente se dedican a dar el dinero de los nuevos a los antigüos “inversores”, quedándose con una parte.
Inicialmente el sistema funciona porque al principio entra poca gente y eso hace que haya más “inversores” nuevos que antigüos, lo que permite que con el dinero de muchos (los nuevos) puedan pagar a unos pocos (los antigüos) el dinero que pusieron más los “beneficios” prometidos. Pero a medida que va creciendo el sistema se acerca su final, ya que llega un momento en el que ya les resulta muy difícil engañar a gente nueva y eso hace que los nuevos no sean “muchos” sino “pocos” en comparación con la gente que tiene que empezar a cobrar en el futuro cercano. Llegado ese momento crítico las personas que montaron el sistema desaparecen para siempre con todo el dinero que esté en esos momentos en su poder y ya nadie más cobra lo prometido.
Algunas características útiles para identificar una estafa piramidal son:
*Absolutamente siempre hay gente que cobra lo prometido. Este punto es muy importante porque mucha gente cree que la prueba de no estar ante una estafa es que conocen a alguien que ha cobrado. Si nadie cobrase los estafadores se llevarían poco dinero, sólo el de los primeros que entrasen al sistema.
La mejor forma de agrandar la burbuja es pagar lo prometido a los primeros, que se encargarán de contarle a todos sus conocidos la forma tan fácil que han encontrado de ganar grandes cantidades de dinero sin hacer nada. De esa forma la burbuja crece a gran velocidad y aumenta de forma exponencial la cantidad de gente que entrega su dinero a los estafadores. Para los estafadores es muy rentable pagar a los primeros, aumentar la burbuja a la mayor velocidad posible y desaparecer con el dinero de muchos, ya que consiguen hacerse con cantidades muy superiores a las que conseguirían si no pagaran a nadie.
*Ofrecen una rentabilidades altísimas, que suponen un gran atractivo a la gente. Si el Banco Santander paga un 5% por sus depósitos poca gente le va a dar el dinero a un desconocido para ganar un 6%, ya que el riesgo no merece la pena. Pero si lo que se ofrece es un 30% mucha gente empieza a echar cuentas de lo que podría ganar sin ningún esfuerzo y cae en la trampa.
*Todo funciona “normalmente” (tal y como se había prometido) hasta el día que los creadores de la burbuja desaparecen y el sistema deja de funcionar por completo. Estos sistemas no se deterioran poco a poco ni dan tiempo de salir mostrando señales de que algo empieza a ir mal.
En el momento en el que algún integrante de la burbuja deja de recibir el primer pago los creadores del sistema ya han desaparecido y nadie más volverá a cobrar ninguna cantidad. El sistema ha estallado y ya no hay ninguna posibilidad de recuperar el dinero, salvo denunciar a la policía y esperar que el procedimiento judicial consiga tener éxito.
Es evidente que nunca hay que caer en una estafa de este tipo, aunque como curiosidad hay que citar que en la mayoría de los países hay una estafa piramidal en la que tiene que participar todo el mundo si no quiere acabar siendo embargado y multado por el Estado; las pensiones de la Seguridad Social.
Fuente: Cómo funcionan las estafas piramidales
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