Tanto las unidades SSD como las memorias USB son las memorias sólidas más utilizadas en la actualidad basadas en la tecnología Flash, en detrimento de otros métodos de almacenamiento como los discos duros. Pero, si tanto los SSD como las memorias USB utilizan tecnología Flash, ¿por qué un SSD es mucho más rápido que un USB?
Para empezar, la memoria flash utiliza chips, o circuitos integrados, para almacenar la información. Ambos dispositivos utilizan un tipo de memora flash conocido como NAND. Esta tecnología tiene la ventaja de poder retener datos aunque no tengan energía. A pesar de esto, hay otros factores que influyen a la hora de determinar la velocidad de cada uno de ellos.
La tecnología NAND utilizada
La tecnología NAND varía en función del precio. En concreto, hay dos tecnologías disponibles: MLC y SLC.
MLC, o Multi-level cell (celda en varios niveles) es un tipo de memoria NAND que cuyas celdas pueden tener cuatro posibles estados (o más si utiliza TLC, o celda de triple nivel), con el fin de poder almacenar varios bits de información por celda. Gracias a esto se consigue reducir el número de transistores en una unidad de almacenamiento, reduciendo el coste de fabricación y el tamaño de los dispositivos (genial para transportarlos), pero a su vez también la velocidad de lectura y aumentando la posibilidad de errores y corrupción en los datos. Como habréis adivinado, este tipo de memoria es la más utilizada en las memorias USB.
Por otro lado, tenemos SLC, o Single-level cell (celda de un único nivel), donde cada celda sólo puede estar en dos estados, almacenando un bit de información por celda. Gracias a esto, se puede acceder mucho más rápido a la información, pero también a costa de un mayor coste y un mayor consumo de electricidad. Esto se utiliza en las unidades SSD, y por ello requieren de un cable de alimentación específico a la fuente de alimentación del ordenador.
Una celda de una unidad con MLC tiene asegurados unos 10.000 ciclos de escritura y borrado, mientras que una que use SLC puede tener hasta diez veces.
Calidad del controlador de memoria
Las memorias USB utilizan un microcontrolador con poca memoria ROM y RAM. Por otra parte, en un SSD, el controlador está dentro de un procesador que ejecuta código a nivel de firmware, siendo una de las claves del gran rendimiento que tienen estas unidades.
El controlador de un SSD se encarga, por ejemplo, de:
- Corregir errores en la lectura.
- Compensar el desgaste de las celdas y bloquear celdas corruptas.
- Leer y escribir en la caché.
- Cifrado de la información.
- En SSD híbridos, también gestiona el acceso a la parte de disco duro.
Tipo de conector
Los conectores USB 2.0 sólo son capaces de transferir hasta 480 Mbps, mientras que un USB 3.0 llega hasta los 5 Gbit/s, diez veces más. A pesar de esto, por los motivos expuestos anteriormente de tamaño, tipo de controlador, y coste, las memorias USB no aprovechan toda la velocidad que ofrecen estos estándares.
Los SSD utilizan interfaces similares a los discos duros, gracias a los conectores SATA. El SATA Express puede transmitir información hasta a 6 Gbit/s.
No hay comentarios:
Publicar un comentario