La soledad puede tener un efecto muy similar al del estrés crónico en nuestra salud cerebral, y también puede afectar a nuestros sistemas endocrino e inmune, por lo que podemos desarrollar más enfermedades
Los adultos mayores son, generalmente, las personas más afectadas por la soledad. Por desgracia, esta sociedad les da la espalda en muchos casos, por el miedo que suscita ver cara a cara la viva imagen de nuestro destino y la cercanía de la muerte.
En momentos de tristeza, rabia o decepción muchas personas prefieren aislarse y buscar su tranquilidad en la soledad. No obstante, llega un momento en que regresa la calma y con ella la necesidad de volver a sentir la compañía y el apoyo de todas esas personas que de una u otra forma motivan a vivir.
Son muy pocas las personas que por decisión propia deciden quedarse solas, ya que estar rodeados de más gente y sentirse importante para alguien es una necesidad innegable.
Se han hecho investigaciones y se ha encontrado que la soledad es un problema grave de infelicidad que incide en la mortalidad prematura. También está asociada con el deterioro de la salud mental y enfermedades cardiovasculares, hipertensión y demencia.
¿Cómo afecta la soledad a los adultos mayores?
Se estima que el 10% de los adultos mayores padecen de soledad, que compromete su salud física y emocional. De todos ellos, un 70% tiene un problema de salud grave asociado con la soledad, tanto en el ámbito psicológico como en el físico.
A nivel general, la soledad influye en la salud cerebral de una forma muy similar al estrés crónico. Ambos provocan una respuesta negativa del sistema endocrino e inmunológico, lo que a su vez hace que organismo sea más propenso a desarrollar diferentes patologías.
Patologías de la soledad en el adulto mayor
Según el director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas (IIP), Manuel Martín Carrasco, las enfermedades más comunes por el estado de soledad son “la hipertensión arterial, la diabetes, las infecciones repetidas, la ansiedad y la depresión».
En el caso de las personas mayores, los efectos son más directos y negativos debido a la disminución de la resiliencia fisiológica. Es decir, la capacidad del organismo para soportar y adaptarse a condiciones adversas. Además, está la reducción en los mecanismos de reparación celular como consecuencia misma del envejecimiento.
Lo más preocupante es que se estima que el problema de soledad de los adultos mayores va en aumento y en unos años se podría convertir en un problema de salud pública mundial.
Para los expertos en el tema, combatir la soledad puede significar un efecto beneficioso en la salud del adulto mayor. De hecho, se considera que «el principal factor que asegura una buena calidad de vida es tener relaciones sociales».
Acompañamiento al adulto mayor
El presidente de la Organización Women’s Royal Voluntary Service, David McCullough, quien cuenta con el apoyo de más de 40.000 voluntarios acompañando a los adultos mayores del Reino Unido, asegura que la problemática de la soledad y sus consecuencias para la salud se están extendiendo.
Él y su grupo de voluntarios, están tratando de ayudar a las personas desamparadas. Sobre todo a ancianos que, en condiciones de soledad, ya padecen enfermedades. Como, por ejemplo, pérdida de la movilidad, demencia y problemas mentales.
Los datos revelados en el Reino Unido muestran que gran parte de la población de adultos mayores se sienten solos o muy solos, en especial a partir de los 65 años.
Por esto, la Organización Women’s Royal Voluntary Service trabaja para:
- Alimentar
- Cobijar
- Acompañar
A aquellos que por una u otras razones quedaron solos en este mundo. Cualquier contacto social en el día a día puede disminuir los efectos de la soledad. Por lo tanto, puede repercutir en la salud.
¿Existe una solución?
Cuando el adulto mayor está solo, uno de los factores que desempeñan un papel determinante es el tipo de actividad social que tuvo durante el resto de su vida. En este sentido, es más complicado darle tratamiento y apoyo a un anciano que toda la vida tuvo dificultades para socializar y que fue marcado por el rechazo, la desorganización o el temor.
No obstante, con un tratamiento personalizado y una intervención psicológica, es posible dar solución a todas esas situaciones que en otros momentos de la vida no fueron resueltas.
Además, los grupos de apoyo, los servicios que ofrecen amistades, los grupos para la tercera edad y el solo hecho de tener una conversación con alguna persona durante el día puede contribuir a superar la soledad y mejorar la salud en muchos aspectos.
Conclusiones acerca de la soledad los adultos mayores
En conclusión, los adultos mayores sufren de soledad en los países desarrollados. Por lo tanto, debemos movilizarnos para acompañarlos y que se sientan que aún forman parte activa de la sociedad. Ellos nos lo dieron todo, nos cuidaron, trabajaron para nosotros y se sacrificaron.
Por lo tanto, tenemos la obligación moral de no abandonarlos nunca. Lo que ellos son, algún día también lo seremos nosotros (con suerte), y seguramente también queramos personas a nuestro lado que nos quieran y nos acompañen.
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