La realidad virtual se postula como una de las grandes revoluciones a corto plazo. Para quienes hemos probado unas Oculus Rift la cosa está bastante clara, porque los campos de aplicación de esta tecnología son prácticamente ilimitados. Para los que no, atentos, porque podréis hacerlo con vuestro smartphone y una inversión de menos de 5 euros.
Cuando en un evento reciente me regalaron unas gafas de realidad virtual Google Cardboard -unos ingenieros de Google las crearondurante su famoso 20% de tiempo y se presentaron en Google I/O 2014- no presté demasiada atención al detalle. Descartaba su potencial utilidad y de hecho llevo leyendo (y escribiendo) mucho sobre el tema como para confiar en que una solución tan de andar por casa pudiera ofrecer una experiencia siquiera cercana a las impresionantes prestaciones de Oculus Rift.
Pero amigo, qué sorpresa. Tal ha sido, que aquí va mi análisis, muy al estilo xatakero.
Da igual que haya poco diseño y menos especificaciones
Los diseñadores de este tipo de accesorio no se han roto la cabeza con este apartado: la función y los costes están por encima de la forma, así que se trataba de lograr una solución aceptable sin comprometer las prestaciones que debía ofrecer.
Fuente: Wikipedia
El paquete en el que llegan estas gafas es tan sorprendente como el resto del desarrollo. Las Google Cardboard llegan, como su propio nombre indica, en una tarjeta de cartón pre-doblada, pre-perforada y preparada (sin guión) para que el montaje sea fácil y, de nuevo, funcional.
Una vez abierto nos encontramos una serie de numeros que van indicando dónde ir doblando e insertando cada pieza de este sencillo pero divertido rompecabezas -uno casi se siente orgulloso tras lograr montar este prodigio de la ingeniería-, y a los 2 minutos (si tardáis más, avisad) tendréis ante vosotros el resultado: unas gafas de realidad virtual que ni McGyver hubiera podido crear tan fácilmente.
Quien diseñó estas gafas de cartón desde luego lo tenía (casi) todo bien atado: existen dos velcros en la parte superior de las gafas que permiten fijar la posición de la “tapa” frontal, que es la que precisamente hace que el móvil esté sujeto a toda la estructura.
El “(casi)” de ese espectacular diseño tiene su explicación: hay una abertura en ese frontal que hace que el móvil pueda caerse si uno no lo aprieta realmente fuerte contra la parte de las lentes. Eso puede provocar desafortunadas caídas (en mi caso, han sido afortunadas, no se ha roto nada) que ponen en peligro la integridad de nuestro (¿valioso?) smartphone.
Por lo demás, como decíamos, el diseño es impecable, e integra incluso una serie de correas elásticas para poder mantener las gafas en la cabeza sin necesidad de estar sujetándolas con las manos. Todo muy de andar por casa, pero todo sorprendentemente efectivo. Incluidas las dos pequeñas lentes que junto a la presentación de imágenes estereoscópicas en el móvil hacen que se produzca ese efecto 3D tan inmersivo.
Igualmente sorprendente en ese diseño, por si no os habíais dado cuenta, es el pequeño imán de la parte lateral que en principio no parecería servir para nada. Pero vaya si sirve: ¡es un botón! El imán hace uso de los sensores magnéticos de los dispositivos móviles que normalmente se utiliza para funciones como la brújula, y permite controlar ciertas acciones en las demos, aplicaciones y juegos al moverlo de arriba abajo en ese pequeño hueco. La diferencia del campo magnético que aplicamos al mover ese imán permite que podamos establecer ciertas acciones en la aplicación que consideran ese movimiento como un click. De nuevo, prodigioso.
La realidad virtual también se puede disfrutar en el móvil
Una vez montadas las gafas, queda probar esa experiencia, que es donde llegan aún más sorpresas. Si contáis con un dispositivo Android tenéis una sección específica de aplicaciones para las Google Cardboard en Google Play, y hay algunas especialmente curiosas. Hay que destacar que hay un SDK no oficial para iOS que hace que los iPhone también se puedan usar con este tipo de dispositivos, aunque al menos por el momento los usuarios de Android tienen un catálogo más rico en este apartado.
Yo me descargué un par de demos llamadas Titans of Space y Jurassic Dino VR para probar, pero lo hice sin ninguna esperanza. “Vamos a ver, ¿cómo se va a poder lograr algo decente con un móvil y unas gafas tan cutres?“. Amigo, cómo he subestimado a la tecnología, porque una vez colocado todo -ambas aplicaciones permiten usarse en modo normal o en modo CardBoard- la sorpresa fue total.
Puede que la experiencia no sea tan inmersiva como la de las Oculus Rift, pero la esencia se mantiene, porque uno está literalmente inmerso en esos mundos virtuales que nos proponen estas y otras muchas aplicaciones. Los gráficos 3D son decentes pero desde luego nada espectaculares, pero esa sensación de poder interactuar con las cosas que uno tiene delante es muy real y desde luego alucinante para algo tan simple como esto.
Conclusiones: no hay excusa para no probarlas
Los diseños de estas gafas “recortables” están disponibles de forma libre en el sitio para desarrolladores de Google, y allí podemos ver cómo varias pequeñas (y no tan pequeñas, Mattel también está en el ajo) empresas han creado sus particulares forks o ediciones.
Es posible encontrarlas fácilmente en todos lados y aunque los precios varían -las hay más y menos curradas, hay quien ha querido darles un toque más profesional- el modelo básico, que es el que yo he probado, se puede encontrar por menos de 5 euros. Aquí tenéis una oferta en Amazon por 5 euros con correas (pero sin gastos de envío) –enlace afiliado, podéis usar este o cualquier otro, ya sabéis- y la verdad es que el resultado es tan curioso que es una fantástica forma de experimentar con este tipo de aplicaciones.
De hecho, hay más novedades en este sentido, porque la empresa acaba de anunciar ayer el lanzamiento de un programa de certificación “Works with Google Cardboard” que tratará de garantizar la mejor experiencia de usuario con los modelos homologados. En Google ofrecen ahora una herramienta que permite calibrar estas gafas y las aplicaciones para una experiencia óptima que además hace uso de los cómodos códigos QR.
Esto promete. Y por 5 euros, más. No os las perdáis.
Fuente: www.javipas.com
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