5 COSAS QUE ODIAMOS DE ANDROID

Fragmentación

Empezamos con el mayor y más conocido de los problemas de Android. Gracias a que el sistema operativo de Google es abierto podemos personalizar nuestros terminales casi por completo, pero eso implica también que los fabricantes pueden crear e instalar sus propias capas de personalización, y alguna de las excusas que ponen dichos fabricantes es que deben adaptar su capa a la nueva versión para que funcione bien. 

Esto no es todo aún, sino que Android, al distribuirse por gran cantidad de fabricantes, por mucho que reciban la actualización al mismo tiempo, cada uno se toma un tiempo hasta finalizar el trabajo. Incluso dentro del mismo fabricante, muchos hemos sido testigos de cómo nuestro terminal se quedaba sin soporte, en algunos casos por limitación de hardware (falso en muchos casos). En muchos otros ni se molestan en explicar los motivos. Todo esto hace que, según datos de Mayo de este 2015 sólo el 9,7% de los dispositivos cuenten con Android Lollipop (9% para Android 5.0 y 0,7% para Android 5.1), mientras que la mayor proporción es para Kitkat con un 39,8%. 

Maldita fragmentación. / © OpenSignal 


Lo mejor de todo es que aún quedan smartphones en circulación con Android 2.2 Froyo, un 0,3%. Este defecto daría para un artículo aparte, en el que podría dar datos para aburrir, pero acabaré esta sección diciendo que Google debería intentar minimizar este defecto lo antes posible, y más ahora que Android M está cerca. 

Publicidad y más publicidad

Otro defecto que está vez tuvo su propio artículo. La falta de control por parte de Google en lo referente a la publicidad hace que muchos usuarios se molesten y decidan desinstalar la aplicación, a pesar de que tendría mucho potencial. 

Una idea que dio un usuario, y que me gustó, fue la de que quizás Google podría hacer una nota media en función de la calificación que dieran los usuarios según la publicidad de dicha app. Podría quizás meterse una encuesta aparte en el propio Google Play, junto a la calificación general de la app en cuestión. 

Ejemplo de publicidad invasiva. / © ANDROIDPIT 

El caso es que mucha gente se anima a rootear su smartphone para poder instalar alguna app que elimine la publicidad. Personalmente no estoy en contra de la publicidad en aplicaciones gratuitas, pero siempre que sean discretas y no alteren la experiencia de uso. Por desgracia Google tiene mucho trabajo aquí. 

Malware

Ningún sistema operativo es 100% seguro, y siempre se cuela algún que otro malware, pero Android es el sistema operativo más extendido, y por lo tanto es el que más atención puede atraer a aquellos con malas intenciones. 

El porcentaje de malware en Android es muy bajo, 0,1% si no me equivoco (si hablamos sólo de Google Play, no tengo en cuenta las paginas y tiendas no oficiales, las cuales pueden tener un alto porcentaje de malware), lo que puede parecer insignificante, pero la verdad es que son muchos los usuarios afectados. 

Algunos casos conocidos son el de un falso emulador de NES que hace pagar dinero sin conocimiento del usuario o el de una aplicación que accede a varios sitios para adultos y hace ganar dinero al autor del malware a través de los frecuentes accesos. El más actual, sin embargo, es el de un juego llamado Cowboy Adventure (ya eliminado de Google Play) que robaba tus credenciales de Facebook y luego infectaba a tus contactos de diversas formas. Ésta aplicación, por desgracia, se descargó más de un millón de veces antes de que Google se diera cuenta. 

El malware nos puede perjudicar de diversas maneras. / © ANDROIDPIT 


Con todo esto tenemos que exigir a Google que controle más y mejor la llegada de aplicaciones a su tienda, en especial teniendo en cuenta que es el sistema operativo móvil más extendido y el que más atención va a recibir por parte de personas con malas intenciones. 

Bugs en versiones estables

Está claro que ningún sistema operativo es perfecto, y de vez en cuando hay algún problema menor que se subsana con una actualización que puede ocupar menos de 10 MB. 

A lo que no deberíamos acostumbrarnos es que, habiendo sacado una versión estable lista para distribuirse en millones de móviles por todo el mundo, existan bugs graves que pueden hacer que usar nuestro terminal en el día a día se convierta en poco menos que una pesadilla. Dos bugs que aparecieron en la distribución de Android Lollipop son el de la fuga de RAM y la reducción de la autonomía. A éstos bugs hay que sumar los que se les cuelan a los fabricantes: peor recepción de datos y/o Wi-Fi, descenso del volumen en llamadas y/o reproducciones multimedia, funciones específicas de ciertos modelos que dejan de funcionar o lo hacen de forma precaria son algunos de los bugs, pero hay algunos más. 

Algunos bugs pueden provocar que nuestro smartphone no se pueda usar. / © ANDROIDPIT 


El empeño de la gran G por sacar puntualmente la nueva versión de Android junto a su Nexus de turno puede hacer que el trabajo no quede completo, por lo que deberían replantearse esta estrategia o ser más eficaces. Personalmente temo los bugs que puedan aparecer en Android M, pero tengo ganas de verlo pronto funcionando. 

Invasión de la intimidad

Vale, el título es un poco exagerado, pero algo similar sucede. Tenemos a Google continuamente recabando datos sobre nosotros, ya sea localización u otros datos que tienen que ver con nuestro dispositivo o nuestro número de teléfono o algún otro dato. Lo hace también a través de todas las aplicaciones inútiles de Google que vienen preinstaladas en nuestro smartphone. 

Es cierto que algunos de estos datos son imprescindibles para que ciertas aplicaciones funcionen en condiciones (no hay forma de usar la app de WhatsApp sin número de teléfono, o Google Maps sin la localización), pero en ciertos momentos podemos sentir que Google quiere saber a cada segundo donde estamos, incluso cuando salimos de paseo. 

Android nos localiza para guiarnos, y a veces por hobby. / © ANDROIDPIT 

Se trata del defecto menos grave de todos, y quizás podríamos pedir a Google que se corte un poco, a pesar de que gracias a datos como estos podemos usar aplicaciones para hacer ejercicio, para comunicarnos, para no perdernos, o para localizar el establecimiento más cercano para adquirir lo que deseemos. 




Fuente: 5 cosas que odiamos de Android - AndroidPIT