Si bien existen montones de películas futuristas que pretenden dar una visión sobre cómo viviremos los seres humanos en el futuro y cómo será todo el planeta Tierra, muy pocos se han aventurado a dar vestigios de cómo luciríamos los seres humanos en ese futuro en apariencia tan lejano.
Y es que los seres humanos, aunque cueste creerlo, hemos sufrido cambios significativos. Prueba de esto es el estudio de la evolución de nuestro antepasado el homo sapiens. Por ejemplo, hace unos 800 mil años en la Tierra se vivieron unos rápidos y raros cambios de clima que coincidieron con la triplicación del tamaño del cerebro humano y, por consiguiente, del cráneo. Esto condujo a un aplanamiento de la cara.
Hoy en día el rostro de las personas es muy diferente al de los humanos de la Edad Media, por ejemplo. Las frentes se han ampliado y, en general, toda la zona frontal de la cara. Por tal motivo, no sería imposible que nuestra apariencia cambiase de aquí a unos cuantos de miles de años.
¿Cómo se verá el humano?
Un artista e investigador de nombre Nickolay Lamm, junto con las ideas que le dio un genetista computacional y también investigador (egresado de la Universidad de Wahington) cuyo nombre es Alan Kwan, se atrevió a hacer un trabajo predictivo sobre el posible aspecto del rostro de los humanos de aquí a 20, 60 y 100 mil años.
Kwan asegura que, por el entorno de vida en el que estaremos envueltos en el futuro, nos veremos en la necesidad de adaptarnos a condiciones un poco más hostiles. El clima y los avances tecnológicos serán los causantes de estos cambios que, además, también podremos modificar gracias a la tecnología del genoma cigóticos.
Entre los cambios que se pronostican, basados en los previos estudios de los cambios ya experimentados, se encuentra el ensanchamiento de la frente para, en palabras de Kwan, dar paso a un cerebro más grande. Además, el investigador espera que los ojos serán “desconcertantemente grandes“, por lo menos si los comparamos con la forma y el tamaño de los ojos humanos actuales.
Se espera también que estos nuevos ojos más grandes estén dotados de la capacidad de mejorar la visión en poca luz y que las pestañas y los párpados sean aún más gruesos para protegerlos del efecto perjudicial de los rayos cósmicos. ¿Por qué? Probablemente para el momento habremos logrado trasladarnos de la Tierra a otros planetas y estaremos expuestos a montones de efectos y fenómenos espaciales.
También se pronostica que el humano tendrá dominio sobre su propia genética morfológica. Lo más importante y estético será la simetría y que el rostro cumpla con la proporción áurea. Líneas regias y fuertes dominarán el rostros, nariz recta y ojos intensos son otros aspectos que marcarán la manera de verse la cara en 100 mil años.
Como habremos de movernos a otros planetas y, con esto, a otras condiciones de vida, nuestras fosas nasales serán más grandes para facilitar la respiración en otros ambientes. De igual forma, el cabello será más espeso y denso para proteger el cuero cabelludo y la cabeza más grande de la pérdida de calor.
¿Qué más cambiará?
Es interesante pensar que todas estas necesidades serán perfectamente “moldeables” gracias a la tecnología genética. Por tal motivo, quizá no llegue a ser extraño que, en lugar de decidir qué nombre tendrán los hijos de los humanos del futuro, estos se detengan más a pensar en los rasgos que quieren que predominen en la imagen de este niño. Es decir, qué apariencia tendrá.
Kwan asegura y defiende su idea tomando como base que los humanos cada vez iremos buscando nuevas maneras de manipular nuestros rasgos y nuestro físico. Esto, evidentemente, modificará a la larga los rasgos humanos, sumado a la evolución para lograr la adaptación a las nuevas condiciones del entorno a las que tendremos que estar expuestos.
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El tono de la piel, para el científico, también se verá modificado paulatinamente. Se volverá más oscuro para resistir la radiación UV tan dañina consecuencia de la inexistencia de la capa de ozono que hoy nos protege. La piel se espera que también más gruesa.
¿Te causa curiosidad? Ahora te mostramos el resultado del trabajo de Nickolay Lamm:
Hombre y mujer hoy. Créditos de la imagen: Nickolay Lamm.
Hombre y mujer en 20 mil años. Las frentes y los ojos ligeramente más grandes de lo que son hoy. Además, los aros amarillos en sus ojos son considerados por los científicos los Google Glass del futuro. Créditos de la imagen: Nickolay Lamm.
Hombre y mujer en 60 mil años. En esta etapa se sugiere que los humanos tendrán frentes aún más pronunciadas, ojos aún más grandes y piel bronceada. Hay una pronunciación que oscurece los ojos por debajo de las cejas. Debajo de las orejas se implantaron dispositivos comunicacionales. Créditos de la imagen: Nickolay Lamm.
Hombre y mujer en 100 mil años. Existe una, aún más clara, visibilidad de frentes y cabezas más grandes. Ojos desproporcionadamente grandes con lentillas que generan brillos antinaturales. Se observa simetría en los rostros. Los dispositivos comunicacionales están implantados bajo las orejas y en los propios ojos. Créditos de la imagen: Nickolay Lamm.
¿Te genera inquietud estas transformaciones raras? A muchos les pasa.
Definitivamente no podemos negar que la tecnología continuará avanzando y el mundo cambiando. Existen voces en contra de la teoría planteada por Kwan y plasmada en las ilustraciones de Lamm. Sin embargo, no podemos dejar de aplaudir el hecho de que ambos se preocuparon por mostrar algo que pocas personas se han preguntado.
Conclusión:
Como mencionamos anteriormente, nosotros decidimos en lo que queremos creer o aquello que rechazamos, pero sin dudas es interesante ver estas iniciativas tan curiosas para alimentar el interés de las masas.
Si nos detenemos un momento notaremos que no son teorías tan descabelladas y que tienen algo de lógica dentro de todo.
El contenido del post es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
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