viernes, 31 de julio de 2015

COSAS QUE LE PASAN A TU CUERPO EN TU PRIMERA HORA DE VIDA



El momento en el que se da a luz a un bebé es mágico. Los primeros minutos pasan demasiado rápido en las madres, que sufren una lluvia de emociones al vivir en segundos lo que esperaban durante nueve meses pero... ¿Qué le ocurre al bebé en ese periodo? Muchas más cosas de las que imaginas.

Lo que le pasa a una madre cuando da a luz es algo natural y que todos vemos y conocemos pero... ¿Qué le ocurre a un bebé cuando llega al mundo? ¿Qué cúmulo de situaciones se dan en su cuerpo durante su primera hora de vida?
Un estudio de un grupo de investigadores suecos ha querido arrojar luz sobre las distintas variaciones que sufrían los cuerpos de los recién nacidos en sus primeros minutos de vida. El resultado es esclarecedor: el bebé busca de forma instintiva a su madre.
A continuación, repasamos las nueve cosas que le pasan al cuerpo de un bebé nada más nacer. ¡Seguro que muchas de ellas te sorprenden!


Cosas que le pasan a tu cuerpo en tu primera hora de vida


Los pulmones se expanden y se produce el primer llanto
Nada más nacer, lo primero que hace un bebé es llorar. ¿Por qué se produce el llanto? Los recién nacido empiezan a eliminar el líquido amniótico de las vías aéreas, algo que acaba provocando que las lágrimas aparezcan por primera vez en su vida.
Toda esta situación provoca que el aire circule mucho más fácil y que los pulmones se vayan abriendo poco a poco y a hincharse y deshincharse con normalidad mientras se produce movimientos de inspiración y espiración, tal y como hace cualquier ser humano. 
En ciertas ocasiones, este llanto no se produce y debe ser provocado por el médico, ya que si la distribución de sangre y oxígeno no se lleva a cabo podrían existir secuelas para el bebé en el largo plazo.



Invasión de bacterias
Existe una creencia errónea que asegura que "los bebés nacen estériles". Lo hacen, sí, pero con el paso de los minutos el cuerpo del recién nacido se va 'contaminando' de todo lo que hay a su alrededor.
Con el paso de los minutos, las bacterias entran en contacto con el organismo y la creación de procesos como la flora intestinal (que provocará en el futuro el rechazo de microorganismos benignos) va afectando a su cuerpo. 
Sin embargo, el más repetido y el más beneficioso, según los estudios, es el que se produce con el contacto de su madre, es decir, que lo mejor que le pasa al bebé es que le toque su madre al nacer y no que tenga la posibilidad de contaminarse de partículas externas. 
En ese sentido, la colonización de bacterias es diferente dependiendo de cómo ha sido el nacimiento (normal o mediante cesárea) o incluso las semanas de gestación del feto.



La primera 'siesta'
Según el estudio de los investigadores suecos, los bebés suelen abrir los ojos por primera vez a los dos minutos. En ese primer momento, su panorama visual es borroso y no tienen concepción de lo que ocurre a su alrededor, de ahí el habitual y continuo parpadeo y abrir y cerrar de ojos. 
Con el paso de los minutos, el bebé empieza a tomar consciencia de todo lo que se produce en su panorama visual y a adaptar sus ojos a su nuevo campo (el cambio es evidentemente radical tras el nacimiento), provocando un gran cansancio en él.
Por ello, a los ocho minutos de vida en el mundo, el bebé cae rendido por todo el proceso de circulación y activación de ciertos órganos y se echa su 'primera siesta'. Sí, siempre buscando los brazos de 'mamá'.



Reacción a ciertos estímulos
Después de esa pequeña siesta que suele durar más o menos unos cinco minutos, el bebé empieza a despertar de ese letargo y reacciona a ciertos estímulos que se producen a su alrededor. Sin embargo, esa actividad no dura mucho tiempo, ya que pasados unos minutos, el recién nacido vuelve a dormirse.
Pese a lo que muchas personas piensan es algo absolutamente normal debido a la actividad neuronal y orgánica que está teniendo lugar en el cuerpo del bebé. No hay de qué preocuparse...



Búsqueda del pezón materno
Cuando han pasado aproximadamente diez minutos, el bebé empieza a mostrarse mucho más activo (quizás el periodo durante la primera hora de vida en la que más) y comienza a ejecutar ruidos un tanto extraños. ¿Tienen explicación? Sí, el hambre empieza a acechar y se deja patente cuando el recién nacido se lleva las manos a la boca.
El punto más evidente de apetito por parte del bebé es cuando empieza a buscar el pezón materno. Llegados a esta situación, el nivel de catecolaminas es alto y la estimulación del bulbo raquídeo de la madre favorece que el olfato se desarrolle y se inicie el primer intento de lactancia, ya que únicamente realizan un movimiento de succión.



Cambios en la circulación
El sistema circulatorio es una de las partes del recién nacido que más cambios sufre durante la primera hora de vida. Por ejemplo, al producirse la primera respiración se produce un aumento de oxígeno en la zona pulmonar que provoca una resistencia menor del flujo de sangre a la zona pulmonar.
En esos minutos también es importante la eliminación continúa de dióxido de carbono, especialmente a la hora de que el bebé comienza a exhalar. Existen otros cambios en la gestión del azúcar en sangre y también del calor que tiene el bebé en pleno desarrollo, temperatura que puede ser el doble que la de un alto hasta que la sangre no fluye por la placenta.



Se corta el cordón umbilical
En la primera hora de vida de los bebés se produce el corte del cordón umbilical. Con él, se cierra el conducto venoso que se encarga de unir la arteria pulmonar y el hígado, provocando el correcto funcionamiento de este órgano.
¿Cuándo debe cortarse el cordón umbilical? Pese a que muchas personas creen que debe hacerse lo antes posible, varios estudios aseguran que no se debe separar a la madre del recién nacido hasta que el cordón deje de latir o que no hayan pasado unos 2-3 minutos. 
¿Por qué? En estos minutos, el volumen de sangre transferida de la madre al bebé es muy alta y si no se evalúa correctamente el corte, el riesgo de ictericia (la piel se pone blanca y amarilla) es alto.



¿Qué es el test de Apgar? 
El test de APGAR hace referencia a la prueba médico que tiene lugar en los primeros minutos de vida del recién nacido, concretamente suele hacerse entre el minuto 1-5 del nacimiento del bebé. 
En esos primeros minutos de vida es importante valorar cinco aspectos: el esfuerzo para respirar, la frecuencia cardíaca, el tono muscular, el reflejo del bebé y su aspecto. Dependiendo de la valoración se conceden 0,1 y 2 puntos por aspecto. Cuando más alta sea la puntuación en el test después de observar todos los puntos, mejor será el estado del recién nacido.



Un corazón excesivamente acelerado
¿Sabías que durante los primeros minutos de vida el corazón tiene un ritmo cardíaco excesivamente alto? En general, el corazón late, aproximadamente, 160 veces por minuto desde el momento en el que llega el mundo el recién nacido y hasta que pasan quince minutos, cuando los latidos se estabilizan.
Cuando se produce la primera respiración, la mayor parte de la sangre va al corazón y empieza a fluir a través del cuerpo del bebé. Dependiendo del tipo de nacimiento que se produzca (como ya hemos comentado anteriormente), el bebé podrá o no llorar en esos segundos posteriores a su nacimiento.


Fuente: www.que.es

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