Hará apenas 3 años yo no sabía realmente lo que era un podcast. Tropezaba con el término en algunos artículos de blogs de tecnología y en mi cabeza suponía poco más que un concepto geek que vaya usted a saber qué significaba. Recuerdo que un día buscando apps de Apple en la App Store del iPhone me crucé con una aplicación que se llamaba Podcasts (si es que los de Cupertino no son partidarios de nombres rebuscados, no).
Aquella versión 1.0 de Podcasts era hija de su tiempo y podían verse trazas de skeumorfismo en cada rincón, al más puro estilo Scott Forstall. Sin ir más lejos, la zona de reproducción simulaba un antiguo magnetófono con sus teclas play, stop y record fielmente simulados y la representación de una cinta magnética que avanzaba al son de la reproducción, enrollándose de una bobina a otra a medida que el contenido tocaba a su fin. Qué recuerdos, una app extremadamente rococó pero toda una obra de arte gráfica.
El caso es que empecé a contactar con el mundillo podcasteril. Primero me suscribí a los fragmentos de los medios generalistas (la radio comercial); “Redes” de Eduard Punset, “Milenio 3″ de la mano de Iker Jimenez… pero también me di cuenta de que en este pequeño universo coexistían multitud de programas amateur. Gente tan normal como yo que se grababa cual periodista profesional y se cascaba todo un programa, a veces de una calidad insospechada. Así conocí a un tío de Murcia que iba hablando cada mañana sobre el ecosistema Apple por la calle y micrófono en mano mientras se dirigía a trabajar; unos cuantos amiguetes que vaciaban botellines de cerveza a la vez que despotricaban del sexo femenino con acertada guasa andaluza; un par de frikis muy majos que trataban temas de ciencia, tecnología y mucho “mundo cómic” bajo la consigna de que “hacía falta”… toda una horda de personajes entrañables que estaban ahí esperando a ser descubiertos.
La podcastfera es un terreno aún por explotar, el concepto de blog transformado en audio y vídeo. No paro de recomendar a mis conocidos que escuchen podcasts, alegando mil bondades que creo que tiene este formato. Plataformas como iTunes o iVoox nos lo dejan a un clic de distancia, sin pagar un euro. Ahí van un puñado de razones por las que TÚ deberías escuchar podcasts (si es que no lo haces ya).
Entretenimiento y entretenimiento inteligente
Llamadme raro, pero cada día me reafirmo más en que la televisión está de capa caída. ¡¿Qué clase de programas nos ofrecen?! Siempre lo mismo pero cada vez con distinto título. Dentro del mundo podcasteril hay infinidad de programas también enfocados al entretenimiento cuyos formatos y temáticas, no obstante, resultan infinitamente más creativas. no hay presión de productoras ni grandes cadenas, tampoco la necesidad de vigilar constantemente el nivel de audiencia, cada particular se lo guisa y se lo come el sólo.
Enfoque diferente
¿Te imaginas ver en televisión un programa en el que dos personas pasan 2 horas hablando de la última keynote de Apple y una hora y media de si la bola de Gooku es más brillante que la de Krillin? No, en los medios tradicionales la oferta es muy previsible, rápida, calculada y enfocada a la mera productividad. Los podcasts tienen un enfoque más natural, más espontáneo, y los podcasters pueden explayarse a placer en tiempo y subtemas. No es rara la vez en que surgen largos paréntesis en paralelo a la tesis principal. El oyente se siente inmerso en la conversación, casi como si pudiera participar. Resulta estimulante.
Pensamiento creativo
Puede que sea una impresión meramente subjetiva, sin embargo, siento que escuchar podcasts estimula mi creatividad. La cercanía de los podcasters, sus opiniones y sus temáticas variadas suponen un enriquecedor torbellino de novedades, ideas y puntos de vista que nunca me había planteado. Más aún cuando llenan “tiempos muertos” de transito a casa o a la universidad, o mientras espero al bus. El hecho de percibir cómo estas personas compaginan sus quehaceres cotidianos y su empleo con la actividad de podcasting me impulsa a sacarle mayor partido a mi tiempo de ocio.
Formación continua
Hay infinidad de podcasts que están concebidos como verdaderos cursos formativos. Desde programas con trucos de productividad informática hasta puros tratados de marketing online, grabación de audio, mejora de la técnica de ajedrez, psicología o cursos de inglés. Las posibilidades de aprendizaje que suponen los podcasts son infinitas. Busca y encontrarás programas sobre casi cualquier tema sobre el que necesites aprender.
Fuente: http://pacmac.es
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