¿Quién es más malvado? ¿Alguien que asesina a su familia o alguien que mata con crueldad a un desconocido? Es difícil determinar qué tan malvado es un criminal. No obstante, el doctor Michael Stone, psiquiatra forense de la Universidad de Columbia, elaboró una escala que mide la maldad de un criminal basada en una serie de características determinadas. Se trata del llamado índice de maldad o escala del mal, vamos a conocerlo.
Índice de maldad
Quizá ya hayas escuchado hablar sobre el índice de maldad, pues el doctor Michael Stone realizó un programa televisivo, con el mismo nombre, examinando conocidos asesinatos. Sin embargo, esta escala de clasificación va más allá de aquél show.
¿Qué es el índice de maldad? Se trata de una escala de 22 niveles en las que, según las características del crimen y el perfil de quien lo comete, se le clasifica de acuerdo a qué tan malvado es. Este sistema de clasificación se basa tanto en factores de personalidad como también en las características específicas de los crímenes cometidos.
En la escala hay tres grandes grupos desde los cuales se desprenden diferentes subcalificaciones. Se determinan así criminales que actuaron por impulsividad, personas que reúnen algunos rasgos de psicopatía y, finalmente, psicópatas que no conocen el remordimiento y utilizan su inteligencia para cometer los crímenes más horribles.
Si bien el doctor Michael Stone es un psiquiatra forense muy reconocido, la escala de maldad no se utiliza como diagnóstico o factor a considerar cuando se juzga a un criminal, cosa que su creador considera que debería hacerse.
Los escalones del índice de maldad
El índice de maldad se aplica a quienes cometieron asesinatos o actos horribles. En el primer escalón está el homicidio justificado, es decir aquel que se da en defensa propia por parte de personas sin características de psicopatía. Ellos no son considerados «malvados».
Desde el segundo al sexto se clasifican a las personas que cometen asesinatos por celos, cómplices de crímenes, quienes matan en defensa propia pero antes provocan a la su víctima y quienes sufren de traumas y asesinan a sus abusadores. En los puestos 6 y 7, personas narcisistas o peligrosas, pero sin psicopatías.
El segundo tercio, en el que se engloban los escalones entre el 8 y el 16, están quienes sufren de algunas características propias de psicópatas, pero no pueden ser diagnosticados como tales. Aquí se ubican quienes protagonizaron crímenes desencadenados por rabia descontrolada, egocéntricos que utilizan el crimen para ganar poder, asesinos múltiples que actúan a sangre fría y aquellos que cometen varios crímenes violentos.
El tercer grupo, aquel donde se encuentran «los asesinos más malvados», psicópatas y criminales incapaces de sentir remordimiento o piedad por sus víctimas, posee otros 6 niveles. Estos son:
Quienes asesinan para esconder un ataque sexual o abusan sexualmente de sus víctimas.
Asesinos cuyo principal móvil es torturar a la víctima de forma repetitiva antes de matarla.
Psicópatas con motivaciones terroristas, intimidación de masas y abusos sexuales, pero que no son necesariamente asesinos.
Psicópatas asesinos, torturadores y que además padecen de desordenes mentales que aumentan su nivel de crueldad.
Psicópatas que no matan a sus víctimas, sino que disfrutan de torturarlas repetidamente con un alto nivel de sadismo.
Psicópatas sádicos que realizan todo tipo de torturas, especialmente sexuales, con alto nivel de sadismo y que asesinan a las víctimas.
Como habrás notado, la maldad se evidencia en los detalles: planeamiento, crueldad, tortura, abusos sexuales, sadismo y presencia de psicopatía. A mayor presencia de estas características, más malvado el criminal.
Fuente: El índice de maldad, una escala para medir qué tan malvado es un criminal
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