Es sinónimo de frío, de lluvia, de días más cortos y para algunas personas también de dolor. Es el invierno, una estación que levanta tantas pasiones como odios y que resulta especialmente dura para aquellas personas que conviven con la artritis reumatoide. ¿Por qué? Pues básicamente porque el frío, la humedad y la lluvia son factores que hacen más evidente el dolor, la rigidez y la contractura muscular. La buena noticia es que hay algunas cosas que pueden hacerse para plantarle cara a esta estación. ¿Quieres conocerlas?
2. Es importantísimo que te abrigues bien, eso está claro, pero igual de importante es que mantengas una temperatura constante. En invierno una sudoración excesiva y el cambio brusco de temperatura (salir sudando como un pollo de un sitio al frío de la calle) te puede provocar tortícolis y enfriamientos y hacer que la artritis se vuelva más fastidiosa.
3. Siempre que el día y tus circunstancias te lo permitan, trata de tomar el sol al menos durante veinte minutos. ¿Sabías que un paseíto por el sol puede llegar a ser una excelente terapia? Eso sí, como persona con inflamación articular que eres, debes hacerlo con moderación, evitando una exposición excesiva.
4. Vacúnate contra la gripe. Con la llegada del invierno debemos tomar precauciones para evitar las enfermedades típicas de esta época del año y la gripe es la estrella de la estación. Se sabe que la inmunización anual de la gripe es muy eficaz en personas con artritis quienes, por otra parte, son más propensas a contraer este virus.
5. Haz ejercicio. Una de las claves para evitar los dolores, la rigidez y las molestias típicas de la artritis es que trates de mantener las articulaciones activas. Sabemos que esto es algo más difícil en invierno, cuando el frío y las condiciones meteorológicas adversas nos hacen sentirnos más perezosos para salir a la calle y ponernos en movimiento. ¿Qué tal si te haces con una bicicleta elíptica para hacer algo de ejercicio en casa?
6. No subas de peso. El invierno es una estación propicia para ganar kilos de más. Las grandes comilonas típicas de la Navidad y el sedentarismo que suele acompañar a los meses más fríos hacen que, casi sin darnos cuenta, nos echemos tres o cuatro kilos encima. Piensa que tus articulaciones tienen que soportar el peso de tu cuerpo a diario, así que cuanto más peso soporten, mayor será la fricción y el dolor.
7. Utiliza una manta eléctrica. Si durante los días más fríos tienes más molestias de las habituales, puedes probar a aplicar calor en las articulaciones afectadas. Este debe ser seco (por ejemplo el de una manta eléctrica). No lo uses durante mucho tiempo: cinco o diez minutos como mucho será más que suficiente.
8. Duerme a pierna suelta. Descansar bien no es que sea importante, es que es parte esencial del tratamiento de la artritis. Dormir entre 8 y 10 horas cada día hará que tu cuerpo se recupere mejor del desgaste que supone la actividad inflamatoria y te ayudará a combatir el cansancio y la debilidad muscular. Además, durante el invierno es recomendable que, siempre que puedas, descanses media horita cada tarde.
9. Mantén tu casa cálida. O al menos hazlo en las habitaciones en las que más tiempo pases. A la hora del baño, ten siempre la puerta cerrada de manera que el vapor caliente se mantenga en el cuarto y no salgas hasta que no te hayas vestido y te hayas secado el pelo.
10. Pide ayuda a tus familiares y amigos. Sea lo que sea lo que tanto te cuesta hacer, lo fundamental es que aceptes que todos necesitamos que los demás nos echen un cable de vez en cuando. ¿Por qué no dejas que en esta época del año sea otra la persona que vaya a comprar el periódico o baje a por el pan?
Fuente: www.personasque.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario