ANTES DE TRANSMITIR… ¡PIENSA! SE CRÍTICO Y DECIDE
Es positivo que las personas tengan ideas y que no se las quede, que las transmitan y que permitan con ello generar ideas nuevas, aumentar opciones, crear otros criterios… me gusta que la gente piense.
Siempre tiene más valor, al menos desde mi punto de vista, aquel que basa sus actos en sus principios y no por el beneficio o perjuicio que pueda tener para otras personas, basando por tanto su criterio dependiendo de sus filias y sus fobias o de si le conviene o no en ese momento.
Las redes sociales han irrumpido en nuestra vida para quedarse, lo han hecho gracias a sus virtudes, ya que la inmediatez, gratuidad y libertad de transmisión rápida hace que lleguen a nosotros toda clase de noticias con mucha agilidad.
Las noticias que nos llegan, son sólo palabras, todas deben ser entendidas desde la subjetividad del que inicio la difusión (del posible interés de quien nos la cuenta), nunca podemos dejar al margen que quien lo transmite tiene una intención, puede que la de informar o puede que la de condicionarnos, por ello me gustaría animar a desarrollar una actitud más despierta por parte de todos, salir de esa forma acrítica y consumista de relacionarnos con la información.
Hace tiempo ese poder lo tenían los medios, si algo salía en la tele o en el periódico era verdad y punto, mucha gente no se cuestionaba si estaba de acuerdo o no con lo que oía o leia, asumía los argumentos ajenos como propios de forma automática.
Hasta el momento sólo estoy teniendo en cuenta la subjetividad inocente que tiene inherente la condición humana, pero para quien no tiene unas intenciones tan inocentes todo esto que acabo de exponer no es un secreto sino una herramienta para sus propósitos.
Aquel que quiera convencernos de algo lo tiene muy fácil ahora, es tan simple como recurrir a escribir un mensaje por twitter o whatsapp generando una cadena con todos aquellos que crean o asuman como cierto lo que expone, y para lograrlo disfrazaran o manipularan sus argumentos, adornándolos con datos que obviamente no comprobamos antes de retuitear o enviar.
Las claves que suelen utilizar para persuadirnos son:
· Generar una emoción primaria en el lector, principalmente:
– Miedo
– Ira
– Sorpresa
– Disgusto
– Interés
Con el objetivo de condicionarlo, logrando que de forma impulsiva se conviertan en un eslabón más en la cadena de los propósitos de quien ideo la estrategia, ya se política o de prestigio o desprestigio de algo o alguien en concreto.
· Aportar información acorde a lo que opina la mayor parte de la población.
· Comenzar dando datos en un principio de forma objetiva y neutra, para llevar a conclusiones subjetivas y partidistas.
En política esto es clave: es mucho más fácil condicionarnos con algo que nos genera malestar que bienestar, por ello quien tenga este propósito va a utilizar argumentos en contra de sus competidores que nos genere malestar a los votantes para poder lograr nuestro voto porque la otra opción no lo merece.
Tanto en la vida como en la política, es preferible potenciar las cualidades, por ello independientemente de que lo que nos llega sea cierto, lo ideal es focalizar nuestra atención en quien va a aportar lo mejor en base a mis ideas, y no decidir en base a nuestro malestar, lógico en esta etapa.
Hablar de problemas, crea y fomenta problemas, hablar de cómo solucionar problemas nos predispone a abrir la mente en busca de opciones nuevas que fracasen o no al menos nos hacen avanzar en el camino.
La realidad es ya lo suficientemente dura como para fomentar la crispación social, semilla de radicalismos.
Lo ideal es leer, observar que emoción te genera, que idea pretende transmitir el mensaje: la forma y el medio también importan. Si te quieres convertir en altavoz de ello, entonces, ¡Comparte!.
Foto cortesía de Igor Zakowski
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com
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