El melanoma es el tipo de lesión cancerosa más grave dentro del cáncer de piel. Se desarrolla en la epidermis (capa más externa de la piel) provocando una alteración en los melanocitos (las células encargadas de darle color a la piel, a los ojos y al pelo) que generan un crecimiento y proliferación descontrolada de células cancerígenas que originan un tumor, según explica GEPAC, el grupo español de pacientes con cáncer.
Los melanocitos forman lunares o manchas, donde el melanoma a veces se desarrolla. Tener lunares puede ser un factor de riesgo de cáncer de piel pero es importante saber que la mayoría son benignos.
«Solo un 30 por ciento de los melanomas se originan en lunares previos. El resto, se originan sobre piel sana, sin lunares previos, «desde cero», es decir, no aparecen en manchas que ya tenemos. En esos casos aparecen y crecen rápidamente, sangran o se ponen rojos, pican, etc», explica Eduardo López Bran, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos.
Sin embargo, es muy fácil que cualquier persona detecte cuando estamos en presencia de un melanoma. Los signos de alerta, tal como explica Bran son:
-Crecen rápidamente de tamaño
-Se enrojecen o sangran
-Cambia la coloración
«Son síntomas de alarma que puede identificar cualquier persona y en ese caso, deben acudir al dermatólogo porque si se trata precozmente se cura».
A diferencia de otros cánceres, el melanoma puede verse en la piel haciendo más fácil su detección. Si no se detecta, sin embargo, el melanoma puede extenderse a otros órganos. Una vez que lo hace se produce metástasis en cuyo caso es difícil de tratar, según explica la Melanoma Foundation Reasearch.
En sus estados más avanzados, el melanoma puede extenderse al hígado, a los huesos, a los pulmones o al cerebro, en cuyo caso el pronóstico es malo.
Se sabe que en el 90% de los casos, el melanoma está vinculado a la exposición a los rayos UVA tanto del sol como de las cabinas. Sin embargo, el melanoma puede aparecer en otras partes del cuerpo, incluso aquellas no expuestas al sol, por lo que los UVA no son los únicos responsables, especialmente en otros tipos de melanoma como el caso del ocular o mucosal. Por lo tanto, también influye la historia familiar, la genética y otros factores como el medio ambiente.
Puede afectar a cualquier persona, aunque es más frecuente en individuos de piel clara y en mujeres. En nuestro país se contabilizan más de 3.000 nuevos casos al año entre los 40 y los 70 años. El diagnóstico juvenil está aumentado últimamente, lo que está directamente relacionado con la exposición al sol y la utilización de cabinas de autobronceado.
¿Cómo identificar un melanoma?
Existe un método para identificar un melanoma, según explica GEPAC, el grupo español de pacientes con cáncer, el llamado «ABCDE».
•Asimetría: si las dos mitades del lunar no son iguales
•Bordes: si los bordes son irregulares o borrosos
•C: si el lunar tiene dos o más colores
•Diámetro: que el lunar mida más de 6mm o que aumente de tamaño
•Evolución: si el lunar presenta cambios en las últimas semanas o meses
RESUMIDO EN 7 PREGUNTAS
¿Por qué e produce?
Los tumores de piel se desarrollan cuando se rompe el equilibrio que existe entre el daño producido y la capacidad de reparación. Existen diversos mecanismos de defensa, el más visible es el aumento de pigmento (bronceado) tras la exposición. Las personas que se broncean con facilidad, tienen una buena maquinaria defensiva; las que no se broncean, tienen más riesgo para desarrollar cáncer de piel.
¿Qué tipos de cáncer de piel hay?
Hay muchos tipos de cáncer de piel, pero más del 90 % se pueden agrupar en cáncer cutáneo no melanoma, que engloba el carcinoma basocelular y el espinocelular; y el melanoma, cáncer cutáneo más agresivo pero menos frecuente comparado con los anteriores. Si el melanoma se diagnostica en fases precoces, la curación es superior al 95 %, pero si el tumor ha crecido en profundidad, existe mayor riesgo de metástasis.
¿Cómo se manifiesta?
Puede hacerlo de distintas formas, incluso cuando es el mismo tipo de tumor. Por ejemplo, como un pequeño bulto, tipo "grano", que crece lentamente aunque a veces puede hacerlo rápidamente. También puede manifestarse como una pequeña herida que no cicatriza o incluso como una mancha rosada que se descama y que recuerda a un eczema.
Se insiste con frecuencia en los criterios "ABCD" para el diagnóstico precoz del tumor maligno que más interesa diagnosticar a tiempo, el melanoma: Asimetría, Bordes irregulares, Coloración heterogénea, Diámetro superior a 6 mm. Aunque hay que tener en cuenta que las formas más agresivas de melanoma no suelen cumplir los criterios ABCD (se trata de lesiones regulares y simétricas, color homogéneo y crecimiento progresivo).
¿Un peeling puede ayudar a prevenir el cáncer de piel?
Los que se utilizan para mejorar el aspecto de la piel, como los peelings de ácido salicílico, ácido glicólico y ácido tricloroacético, previenen la aparición de tumores en ratones irradiados con UVB. El mecanismo se debe a que el peeling favorece la diferenciación de las células de la epidermis (queratinocitos), lo que previene la transformación maligna. Este efecto sobre la remodelación de la capa córnea también se ha demostrado en voluntarios sanos, por lo que la utilización de peelings podría ser útil en pacientes con importante daño actínico (solar) para prevenir la aparición de tumores malignos.
¿Son peligrosas las cabinas de bronceado?
Están catalogadas como agente carcinogénico por la International Agency for Research on Cancer (IARC). Aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de piel (melanoma y no melanoma), sobre todo si su uso se ha iniciado en la adolescencia, que es lo que dicen los últimos estudios.
¿Cuál es la incidencia del melanoma?
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el melanoma es uno de los tumores malignos cuya incidencia ha aumentado más rápidamente en los últimos años. En España, donde el melanoma es más frecuente en mujeres como ocurre en el resto de Europa, se diagnostican en torno a 5.000 casos anuales, la mayoría entre 40 y 70 años. Sin embargo, el diagnóstico aumenta un 7% cada año, principalmente entre jóvenes de 25 a 29 años.
¿Cómo se previene?
En relación al fotoprotector, es necesario aplicarlo en casa, sobre la piel seca, 30 minutos antes de la exposición al sol y sin escatimar en su aplicación. Se debe elegir el protector más indicado atendiendo al fototipo y utilizarlo aunque esté nublado. Un fotoprotector por debajo de 30 es poco útil para evitar el fotoenvejecimiento y el cáncer de piel. No exponerse al sol entre las 11 y las 15 horas. Proteger la cabeza, ojos y labios. No mantenerse inmóvil durante horas, hidratarse y tener cuidado con los medicamentos que pueden provocar reacciones a la exposición solar son otros consejos para evitarlo.
El contenido del post no es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
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