No todas las fotos son iguales. Es más, cada una es diferente a las demás. ¿Qué les hace ser únicas, originales e irrepetibles? Son muchas las respuestas, pero lo que hace que transmitas distintos mensajes al espectador son, sobre todo, los planos. Muy bien, dirás, pero ¿tengo planos en mi cámara? ¿Cómo los hago? No te preocupes, ahora vamos con ello. Solamente debes saber que el objetivo de tu cámara es una parte muy importante.
Básicamente, un plano es la proporción que ocupa el protagonista de la fotografía (una persona, un objeto, lo que sea) dentro del encuadre. Un mismo motivo lo podemos fotografiar desde muy cerca o desde muy lejos. Todo depende de la distancia a la que coloquemos la cámara o de la distancia focal (objetivo) que usemos.
También debes tener en cuenta que un plano u otro depende del ángulo que toma la cámara respecto al sujeto fotografiado. Es decir, si lo captamos desde arriba, abajo o a la altura de los ojos.
Qué son y para qué sirven los planos
Sirven para contar historias. Esto es, para transmitir mensajes. Cada plano expresa un significado y una sensación distinta al espectador de la imagen. Verás cómo no es lo mismo una foto de una cara, donde el fotógrafo se ha acercado mucho o ha utilizado un teleobjetivo, que una imagen de la misma persona rodeada de árboles en medio del bosque. Ambas dicen cosas distintas.
Cuando hacemos algún reportaje o serie fotográfica, debemos combinar distintos planos para hacer que nuestro trabajo sea fluido y que tenga ritmo. No hay nada más aburrido que varias fotos del mismo tema que sean todas iguales.
Tipos de planos según la proporción del protagonista
Ahora vamos a ver cuáles son los encuadres más comunes en fotografía y cómo podemos llevarlos a cabo. Antes de nada, ten en cuenta que lo más importante es tu creatividad, así que una vez que practiques los planos y los tengas dominados, sáltate las reglas, combínalos y experimenta.
PLANO GENERAL
En este tipo de fotografías el sujeto principal que queremos retratar ocupa muy poco espacio en el encuadre. Tan poco que a lo mejor ni se le ve o se le ve muy poco. A lo mejor estás pensando en un retrato a una persona, pero también puede ser un árbol en un paisaje o un plato de comida en un restaurante.
Lo importante es que lo fotografiado va a ocupar una proporción muy escasa en toda la imagen, por lo que se está destacando en este tipo de fotografías el entorno o el contexto en el que se encuentra. Así, son planos ideales para comenzar un reportaje porque lo que transmites al espectador es una idea sobre dónde se está desarrollando la historia.
Para este tipo de planos es conveniente usar objetivos angulares o gran angulares. Ofrecen un ángulo de visión muy grande que permiten fotografiar el ambiente en el que está ocurriendo la acción y también dan una gran profundidad de campo. Es decir, conseguirás que todo (o casi) lo que aparezca en la foto esté enfocado.
PLANO ENTERO
Nos vamos acercando al protagonista, que ya ocupa buena parte del encuadre. Si es una persona, vemos todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Si es una casa en un paisaje, aparecerá completa y dominará la escena. Además, el contexto o ambiente en el que están realizadas las fotos también se presentará.
En la fotografía de moda se utiliza mucho y sirve para enseñar la vestimenta del modelo.
Te recomiendo que uses focales normales, como el 50mm, y que pruebes con algo más pequeño como el 35mm. Ambas se consideran los objetivos que más se asemejan a la vista humana.
PLANO TRES CUARTOS
También llamado americano. Se le conoce así porque comenzó a usarse en las películas del Oeste para mostrar cómo desenfundaban los vaqueros. El fotógrafo “corta” al modelo por las rodillas. Es un plano que se utiliza exclusivamente en la fotografía de retrato o moda.
Como nos hemos acercado aún más, aquí el protagonista total de la escena es la persona. Lo que le rodea se muestra pero pierde mucho terreno ya que ocupa poco espacio y está muy desenfocado.
Necesitarás de nuevo el 50mm o distancias focales parecidas, pero tendrás que acercarte más al retratado.
PLANO MEDIO
Prueba este plano para encuadrar a tu personaje principal desde la cabeza hasta la cintura. Éste se convierte en el protagonista total de la escena porque el ambiente no tiene ninguna importancia, desaparece por completo.
En fotografía de personas se usa, sobre todo, en retratos oficiales o entrevistas. En fotografía gastronómica seguramente sea el más utilizado porque muestra al espectador que lo más importante de la escena es el plato, la comida. Es verdad que también aparece algo de lo que le rodea, como la mesa, la vajilla o algunos ingredientes de la receta, pero son simples recursos compositivos del fotógrafo.
Después del plano medio se encuentra el plano medio corto, que compone a la persona desde la cabeza hasta el pecho. Para ambos encuadres es preferible que vuelvas a usar el 50mm o algún teleobjetivo muy corto.
PRIMER PLANO
El rey de los retratos. La foto va desde la cabeza hasta los hombros y muestra una de las partes del cuerpo que más atención suscita entre los espectadores: la cara. El centro de interés serán los ojos, que revelan emociones y personalidades; los gestos y las expresiones.
En todas las disciplinas fotográficas el primer plano se refiere a aquel encuadre en el que el sujeto principal (ya sea una persona, un plato o un árbol) ocupa prácticamente todo el fotograma sin dejar espacio a enseñar dónde se encuentra.
Teleobjetivos cortos (desde 60mm hasta 90mm) te permitirán este encuadre sin tener que acercarte mucho al retratado e invadir su terreno. Además, también son ideales para generar una profundidad de campo corta y desenfocar el fondo para destacar aún más a tu sujeto u objeto principal.
PRIMERÍSIMO PRIMER PLANO Y DETALLE
Nos hemos acercado todo lo que hemos podido, hemos llegado hasta el final. Aquí usarás teleobjetivos largos o macro, que te permitirán fijarte en pequeños detalles de una flor, de una cara, de la fachada de una casa o de un ingrediente.
Respecto al retrato, el primerísimo primer plano se refiere al encuadre que va desde la frente hasta la barbilla. Los ojos se convierten en el punto que más llama la atención.
Sin duda son los planos que más sorprendentes resultan para los espectadores porque suelen aportar visiones a las que no estamos acostumbrados. Los humanos vemos con mucho más ángulo de visión y estas imágenes nos muestran pequeños aspectos que suelen pasar desapercibidos.
No tengas miedo a probar estos encuadres que seguro cambiarán tu forma de ver el mundo.
Tipos de plano según el ángulo de la cámara
Básicamente hay cuatro, que se pueden complementar con los planos de los que te he hablado antes:
PLANO CENITAL
La cámara estará justo encima del personaje o del paisaje a fotografiar. Piensa, por ejemplo, en fotografía aérea o la imagen de una pizza vista desde arriba.
PLANO PICADO
En este caso sitúa la máquina también por encima del retratado pero en un ángulo más abierto, como a unos 45º. Ten cuidado porque si fotografías personas, éstas saldrán algo más empequeñecidas. Suele decirse que el mensaje que transmitimos con este tipo de planos es una especie de desprecio o que lo que aparece en la imagen es vulnerable. Pero no siempre es así.
PLANO CONTRA-PICADO
Bajamos más la cámara y la situamos por debajo del personaje. Así conseguimos realzarlo, hacerlo más grande y más fuerte. Fíjate que la fotografía de propaganda utiliza mucho este recurso para transmitir este mensaje.
PLANO NADIR
Finalizamos con este plano que es un paso más abajo que el contra-picado y el opuesto al cenital. Coloca la cámara en el suelo, coloca un objetivo angular o gran angular y dale al disparador. Prueba en fotografía de edificios o de retrato y verás que imponentes y enormes parecen los sujetos.
Fuente: www.mediatrends.es
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