Como hemos dicho el DAC realizará la conversión de digital a analógico. Para obtener la mejor calidad de sonido éste tendrá que tener unas prestaciones determinadas para conseguir la mejor calidad, por supuesto también afecta el formato en que tengamos almacenada la música.
Tenemos DAC que permiten escuchar, por ejemplo, la música almacenada en nuestro ordenador en nuestro amplificador con una calidad de 16, 24 o 32 bits, según modelo. Cuanto mayor mejor será pues es capaz de trabajar con más niveles.
Esto es algo relativo pues depende del oído de cada usuario, del equipo, altavoces y archivo. Pero si todos los requisitos se cumplen satisfactoriamente podréis comprobar cuanto mejora la reproducción.
¿Necesito un DAC?
Pues sí y no. Ya os digo que la mayoría de equipos ya cuentan con uno y suelen cumplir muy bien su función. Hay que ser y tener mucha experiencia para saber reconocer las diferencias que podríamos obtener así como apreciar el cambio. Pero donde sí es recomendable es cuando usamos algún equipo como ordenadores portátiles.
Las tarjetas de sonido suelen ser sencillas y un pequeño DAC puede ser más que recomendable. Igualmente si vamos a conectar unos altavoces a nuestro iPod (incluso hay versiones portátiles muy aconsejables como el FiiO E17). Si obtenemos la señal a través del conector dock de 30 pines y lo pasamos a un DAC al que conectaremos los altavoces la ventaja y mejoría se notará.
Ahora ya es valorar los equipos que tenemos en casa, la calidad de los archivos que reproducimos y sobre todo las exigencias que tenemos respecto al audio. Por supuesto, otra utilidad es poder usar equipos de sonido antiguos conectándoles fuentes modernas.
Fuente: www.xatakahome.com
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