Los móviles se han convertido en nuestras cámaras de bolsillo pero, además de disparar infinidad de imágenes con el móvil, también las editamos antes de compartirlas en nuestras redes sociales. Más luz, menos saturación, suavizar la piel en ese selfie, alinear el horizonte, añadir un filtro... Las posibilidades son muchas pero hay que saber cuando parar. A veces es fácil dejarse llevar y lo que era una foto prometedora puede acabar peor de lo que estaba antes de empezar.
El proceso de editar o retocar imágenes también es clave para mejorar el resultado y, como al disparar, hay que tener en cuenta algunas pautas. Estos son nuestros consejos para editar fotos con tu móvil Android.
Cuanto menos tengas que editar, mejor
Los milagros no existen y, si la foto de la que partimos tiene muy mala calidad, no conseguiremos gran cosa al editarla, ni aunque usemos un software de edición profesional. Lo mejor para que el resultado sea bueno es que tengamos que editar lo menos posible.
La imagen bajo estas líneas es un ejemplo claro de que la edición no hace milagros. La luz tenue del atardecer, combinada con un rango dinámico limitado, dio como resultado una imagen en la que casi todo salía excesivamente oscuro, excepto el cielo al fondo. Al tratar de solucionarlo ajustando los valores de edición la imagen se aclara, pero los colores tienden a distorsionarse y el detalle es muy malo.
Además de que la foto cumpla unos parámetros de calidad mínimos, es importante tratar de conseguir el efecto deseado en el momento del disparo, siempre dentro de las posibilidades.
Si por ejemplo queremos conseguir un efecto de subexposición, en lugar de hacerlo en la app de edición, podemos echar mano del modo profesionalpara tener el efecto ya en el momento del disparo. Si tu móvil te lo permite, disparar en RAW también es una gran ventaja a la hora de editar ya que nos aseguramos de contar con toda la información de la toma.
Elige la app adecuada
Apps para editar fotos en Android hay muchas, muchísimas, pero no todas se adaptan a todo el mundo ni, sobre todo, a cualquier situación. Como ya vimos en nuestro análisis de los editores de fotos más completos, hay apps que están más centradas en retoques sencillos para el usuario medio y otras más avanzadas o específicas.
VSCO y Snapseed son dos de las opciones más usadas del panorama. La primera destaca por su interfaz minimalista y su colección de filtros, que combina con una buena colección de herramientas de edición, mientras que la segunda ofrece un enorme abanico de opciones, algunas muy específicas como el ajuste de balance de blancos. Aunque si quieres una herramienta casi profesional, Lightroom es lo que estás buscando.
Si lo que buscas es una app que te permita eliminar manchas o hacer retoques puntuales, Adobe Photoshop Fix o Pixlr son excelentes opciones. En definitiva, antes de empezar con el retoque, piensa qué funciones necesitas y elige la mejor app para conseguir el resultado que estás buscando.
Ajusta el encuadre
Conseguir el encuadre perfecto a la primera no siempre es sencillo, sobre todo cuando se trata de elementos geométricos o simetrías. Puede suceder que al disparar la foto salga alto torcida o que sólo queramos encuadrar un detalle pero no podamos acercarnos tanto como nos gustaría. En todas estas situaciones, las apps de edición son la solución.
En la imagen de la izquierda, el encuadre está claramente mal ajustado, pero no es nada que no se pueda solucionar en el proceso de edición. Además de recortar una parte de la imagen, hay herramientas que permiten rotar y enderezar la perspectiva, con una combinación de todas ellas se puede conseguir un encuadre perfecto.
Mejora la exposición
Habrá veces en las que la cámara acierte con la exposición y no tengas que ajustar nada, pero lo cierto es que la mayoría de veces la exposición se puede retocar para conseguir un efecto más llamativo. Eso sí, hay que llevar cuidado de que no haya muchas áreas quemadas o sombras totalmente negras, a menos, claro está, que estés buscando justamente ese efecto.
Aunque la imagen superior había salido relativamente bien expuesta en el disparo original, tocando los valores de exposición y contraste se consigue mejorar el resultado de forma notable. Ajustar la exposición y el contraste son dos pasos que tendremos que hacer en casi cada imagen pero, como decíamos, hay que ser cuidadoso ya que un ajuste excesivo acaba por estropear la información de la imagen.
Retocando el color
A menos que lo elimines en la edición, el color es un elemento presente en todas nuestras fotografías y, del mismo modo que la exposición, lo habitual es que haya que ajustarlo aunque sea ligeramente para conseguir el mejor resultado.
Una situación bastante habitual es que nos encontremos con una dominante de color. En la imagen de la izquierda se aprecia claramente que toda la imagen está cubierta por una especie de velo rojizo. Estos problemas se suelen dar dependiendo del tipo de iluminación y a veces pueden estropear bastante la foto.
Herramientas como Balance de blancos ayudan a eliminar este tipo de efectos y conseguir que los tonos sean más fieles. También hay apps que ofrecen la función Matiz o Calidez, con las que es posible eliminar estas dominantes.
Otro posible escenario es que tengamos un balance de blancos correcto pero el color de la foto no destaque como nos gustaría. Aquí la herramienta Saturación (a veces se llama intensidad) puede ser muy útil, pero de nuevo aconsejamos ser cuidadosos para no pasarnos de vueltas.
En la imagen superior se aplicó una mezcla de saturación y contraste para conseguir ese efecto más dramático que resalta sobre todo el turquesa del agua.
Filtros, ¿de verdad los necesitas?
Los filtros son una parte importante en cualquier app para editar fotos, pero pueden ser un arma de doble filo. No ponemos en duda que se pueden conseguir efectos muy interesantes en un sólo tap, pero no todos los filtros se adaptan a todas las fotos y hay algunos que son tan excesivos que convierten la imagen en algo totalmente distinto.
Lo mejor antes de aplicar un filtro es preguntarte si la imagen lo necesita. A veces es mejor ajustar algunos parámetros como el color y la exposición de forma manual para conseguir resaltar la foto, mientras que un filtro es menos controlable.
En la imagen superior se puede ver la foto original a la izquierda y la imagen retocada a la derecha. Los efectos de VSCO suelen dar muy buen resultado y aunque aquí deja una imagen con un aire de nostalgia que no queda mal, los colores originales se pierden. Obviamente es una cuestión de gustos, pero mejor piénsatelo dos veces antes de aplicar filtros.
Marcos, viñetas, texturas, textos... ¿sí o no?
Hablamos de filtros normales que modifican los valores de exposición o el color, pero hay otros tipos de ajustes preestablecidos que van más alláy añaden viñetas y texturas, creando un efecto más dramático y misterioso como el de la imagen de la derecha.
Como ya hemos dicho en varias ocasiones, hay que ser cuidadoso, y con efectos de este tipo todavía más. Las texturas y fugas de luz que nos proponen apps como Snapseed, Pixlr o PicsArt suelen ser excesivas y las fotos parecen sacadas del museo de los horrores. Está bien dar un toque vintage, pero recuerda: la foto se tiene que ver.
Los marcos y textos son otro recurso que podemos añadir a una imagen. En el primer caso puede quedar interesante dependiendo del tipo de foto, pero en general es algo de lo que se puede prescindir en la mayoría de casos. Sobre los textos, la verdad es que no se nos ocurre un motivo por el que querer plantar un texto sobre una foto más allá de querer convertirla en una postal. Si quieres añadir un texto a tu imagen, mejor hazlo en el pie de foto en Instagram, Facebook o allá dónde la vayas a publicar.
Huye de los filtros HDR
Si hay un efecto fotográfico que se ha pervertido totalmente ese es sin duda el HDR. Esta técnica nace como una forma de conservar el detalle de toda la foto en escenas en las que el contraste es demasiado marcado. Lo que hace es tomar varias imágenes a distinta exposición y fundirlas de forma que no quedan áreas quemadas ni áreas negras.
Sin embargo, los llamados filtros HDR de la mayoría de editores de imágenes poco tienen que ver con la técnica original. Las reconocerás por esas luminaciones imposibles, halos alrededor de las figuras, dolorosas máscaras de enfoque y su aspecto artificial. Una cosa es usar el modo HDR que trae la cámara de tu móvil, pero en la foto de la derecha se resume perfectamente porqué no debes usar filtros HDR.
Modo belleza sí, pero con moderación
Aunque lo de hacerse una autofoto no era nada nuevo, el boom de los móviles ha hecho que la fiebre de los selfies se dispare, y con ella llegaron muchas apps que prometen mejorar nuestros retratos para que salgamos más guapos y guapas, pero hay que tener mucho ojo con este tipo de herramientas si no quieres acabar pareciendo un muñeco de cera.
Suavizar la piel está bien, con moderación, lo que ya es pasarse es cuando ampliamos el tamaño de los ojos, adelgazamos la cara y, en definitiva, nos convertimos en un dibujo manga. Es lo que hacen apps como Meitu.
Compara con la imagen original antes de terminar
¿Me he pasado? Es una sensación que muchos tenemos después de pasar un rato retocando una foto ya que, como decíamos al principio, a veces es fácil dejarse llevar y terminar estropeando la imagen en lugar de mejorarla.
Lo mejor para evitar este error es echar un vistazo a la foto original antes de dar por concluido el retoque, eso te dirá rápidamente si la cosa ha mejorado o empeorado. La mayoría de apps de edición permiten ver la imagen original simplemente manteniendo pulsado sobre la foto un instante.
No tengas miedo a experimentar
Hemos dicho varias veces que los retoques hay que hacerlos con moderación, pero eso no significa que no puedas experimentar. Al final la mejor forma de aprender y encontrar los ajustes que mejor quedan es probando muchas opciones.
Si estás ajustando la saturación del color, prueba cómo quedaría subiéndola casi al máximo o bajándola al mínimo. También puedes probar varios encuadres, meter filtros de blanco y negro o incluso tintar los colores de las sombras. Hay infinidad de posibilidades y seguro que cometes algún fallo, pero la ventaja es que aquí existe el botón deshacer.
Fuente: www.xatakandroid.com
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