Los seres humanos podríamos llegar a ser en el futuro una suerte de pen-drives andantes.
Un conjunto de científicos de la Universidad de Harvard ha desarrollado un sistema que permite utilizar las células vivas para almacenar datos digitales, transformándolas en discos duros. Gracias a esto, han conseguido codificar imágenes y vídeos en el ADN de una bacteria.
En el año 2016, el equipo construyó la primera grabadora molecular, un dispositivo capaz de almacenar bits de información codificando los datos digitales en el ADN de una bacteria. El sistema se basa en el CRISPR, el corta pega genético que crea una matriz de secuencias del genoma que se puede grabar para después reconstruir los eventos en la línea de tiempo.
Ahora, en un nuevo estudio que los mismos investigadores han publicado recientemente en la revista Nature detalla los nuevos avances de este trabajo. El equipo muestra experimentos de prueba de concepto en los que el sistema CRISPR tiene la capacidad de codificar en las células vivas información tan compleja como una imagen digitalizada.
link: https://www.youtube.com/watch?v=biubMJFp9is
Para realizar este proceso, se asocia cada píxel individual de las imágenes a un código mediante el CRISPR-Cas y la cadena de códigos resultante se introduce en el cromosoma circular de la bacteria fecal Escherichia Coli, antes de cultivarla y reproducirla con el nuevo ADN. Para recuperar la imagen, los científicos se limitaron a secuenciar el genoma de esta bacteria.
En uno de los test grabaron la foto de una mano humana, en alusión a las primeras pinturas rupestres. En otra de las pruebas almacenaron una secuencia de una de las primeras películas de la historia, un jinete galopando sobre un caballo perteneciente a la obra Locomoción Animal y Humana del fotógrafo Eadward Muybridge en 1887.
"Hemos diseñado estrategias que básicamente traducen la información digital contenida en cada píxel de una imagen o frame, así como el número de frame en un código de ADN que, con secuencias adicionales, se incorpora a los espaciadores. Cada frame se convierte así en una colección de espaciadores", explica Seth Shipman, primer autor del estudio.
A continuación, se organizan en colecciones cronológicas y mediante la actividad de las proteínas Cas1 y Cas2 se añade la matriz de secuencias en sus genomas. En el siguiente paso, se recuperan todas las matrices de la población bacteriana empleando secuenciación de ADN para por último reconstruir todos los frames del vídeo.
El equipo tiene previsto continuar con el desarrollo de esta tecnología con el objetivo de mejorar su uso para el almacenamiento de datos, así como para ser capaces de registrar los cambios celulares con el paso del tiempo.
Este descubrimiento supone un importante avance en un campo que ya había explorado este mismo equipo de Harvard hace cinco años, cuando lograron almacenar un libre completo en el ADN de una célula, aunque en este caso no estaba viva.
Fuente: Consiguen almacenar fotos y vídeos en el ADN de una bacteria
No hay comentarios:
Publicar un comentario