A día de hoy no hay producto aburrido ni con poca tecnología que no podamos controlar con el teléfono móvil. Lo último es un colchón que podemos configurar a nuestro gusto y luego exportarlo a otro compatible. Es de Flex y también se encarga de medir nuestro sueño para recomendarnos la mejor configuración. Pero no esperes que sea un modelo asequible precisamente.
iBedFlex: un colchón que tienes que conectar a la corriente
El nuevo producto de Flex, presentado el verano pasado pero que sale a la venta ahora, parece un colchón normal pero de entrada tienes que configurarlo y conectarlo a la alimentación: solo así se pueden aprovechar las opciones de personalización que el iBedFlex admite gracias a los sensores y ocho cámaras configurables.
Con una apariencia tradicional y la retahila de siglas y diferentes capas de variados materiales con las que es casi imposible acertar al elegir colchón, lo que a nosotros nos interesa se concentra en los sensores de presión colocados en diferentes zonas del colchón. La medición que realizan en tiempo real sobre nuestra posición al dormir y los movimientos que realizamos se almacena para ser transferida a la aplicación correspondiente que debemos tener instalada en nuestro smartphone. Está disponible tanto para iOS como para Android, pero no es necesario tener el terminal ni cerca ni tan siquiera conectado por bluetooth con el colchón mientras se duerme.
Con los datos recopilados sobre cómo dormimos, la aplicación genera recomendaciones para mejorar la postura al dormir y la aplica a las 8 cámaras de aire para** aumentar o reducir la firmeza de cada zona y que el colchón se adapte a nuestro contorno y postura**. El sistema admite hasta dos cuerpos sobre el colchón a analizar, y permite un ajuste individual.
La configuración de las 8 zonas regulables la podemos dejar en manos del sistema, que la realiza automáticamente con los datos de nuestro sueño, o realizarlas nosotros de manera manual
La idea detrás del iBedflex es que probemos diferentes configuraciones según el sistema vaya midiendo nuestra postura, recopilando datos y el paso del tiempo. Y si encontramos la configuración ideal, podremos exportarla y luego aplicarla a otro colchón (igual) que tengamos en otro lugar. Aunque Flex recomienda que en la creación del perfil dejemos que sea la aplicación la que configure la cama para nosotros (usan un servicio externo para analizar los datos de nuestro sueño), hay posibilidad de que ese ajuste de cada cámara lo realicemos nosotros de manera manual, teniendo o no en cuenta la información recopilada por Flex. En la aplicación también disponemos de información sobre las horas de sueño, movimientos realizados y un índice de la calidad del mismo.
Si tienes interés por el iBedFlex, no esperes nada asequible: se vende con seis medidas diferentes y el precio varía según ese tamaño, desde 2148 hasta 4114 euros.
Fuente: www.xataka.com
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