miércoles, 24 de abril de 2019

SURMENAGE O CUANDO SENTIMOS FATIGA CRÓNICA

Hay momentos en los que colapsamos. Se nos dificulta hacer lo que normalmente hacíamos debido a que el estrés sobrepasa nuestros límites. Cuando esto sucede podría tratarse de un surmenage. Cuando pasamos una fatiga crónica o surmenage, podemos sentirnos realmente agobiados. Por ello, es importante reconocer cuándo está sucediendo. Así, podríamos establecer estrategias para afrontarlo.
¿Cuáles son las características del síndrome de fatiga crónica? ¿Cómo afrontarlo? ¿De qué se trata? Te invitamos a hacer un recorrido para que comprendas estas preguntas a través de nuestro post. ¡Comencemos!

A veces, caer en lo más profundo nos da el conocimiento necesario para agarramos con gran fuerza y valentía a la vida.

Surmenage, ¿de qué se trata?

¿Alguna vez has sentido que la mente y el cuerpo te dicen ¡basta!? Podría tratarse justo de un surmenage. Precisamente alude o hace referencia a las situaciones en las que llegamos al límite y no sabemos cómo gestionarlo.
Aunque en algunos contextos se acoja para hablar de estrés, se utiliza sobre todo para hablar de desgaste en el ámbito laboral. Por ello, también está asociado con el estrés que sufren las personas que más responsabilidad tienen en las empresas.
Se trata de un término que cada vez se utiliza más. Así lo sugiere el artículo “El agotamiento intelectual, sus presuntas víctimas“; de hecho, sugiere que se trata de una palabra que comenzó a naturalizarse en Francia y que se ha ido extendiendo poco a poco por otras partes del mundo.
Puede llegar a confundirse con el síndrome de burnout, de hecho no se han establecido las pautas para diferenciarlos. Se trata de una palabra que surgido más bien de forma informal.
Mujer cansada

Características del surmenage

Podríamos identificar que estamos pasando por un surmenage a través de sus características. Te mostramos algunas:
  • Impaciencia.
  • Fuerte competitividad.
  • Agotamiento mental.
  • Compromiso excesivo con el trabajo.
  • Pensar demasiado en el futuro.
  • Sensación de que todo tiene que salir perfecto.
  • Poca flexibilidad o tolerancia a la frustración.
  • Sensación de estar sobrecargados.
  • Declive progresivo de la energía para hacer las cosas.
  • Insomnio.
  • Agotamiento físico.
  • Falta de motivación por las actividades que antes resultaban placenteras.
  • Cambios en el estado de ánimo. Asociados sobre todo a: agresividad, irritabilidad, e indiferencia hacia los demás.
  • Dolores musculares y articulares.
  • Alteraciones psicosomáticas.
Al contar con estos síntomas la persona podría tener dificultades para desenvolverse adecuadamente en todas sus áreas. Por ello, es algo que no debe dejarse pasar, y que hay que saber gestionar para contar con un mayor bienestar.

¿Cómo afrontar el surmenage?

Primero, hay que saber identificarlo. Todos podemos sentir estrés, y es normal, ya que de hecho nos ayuda a estar alerta, constituyéndose en un mecanismo esencial para nuestra supervivencia. Por contra, nuestra musculatura psicológica también tiene un límite a partir del cual nuestro estado de ánimo se empieza a erosionar.
Ahora bien, para reconocerlo debemos estar atentos a las señales; a las que emite nuestro entorno, las que emite nuestro cuerpo, las asociadas a nuestros resultados, etc.-. Son ellas las que nos van a señalar que estamos pasando por un momento de especial vulnerabilidad.
Hombre cansado
Por otra parte, podríamos intentar ponerle fin a la jornada, es decir, desconectar, porque si seguimos pensando una y otra vez en asuntos pendientes o que no resultaron como esperábamos, podemos caer en rumiaciones que nos dañen.
Además, podríamos trabajar en pro de la inteligencia emocional, para lograr mayor seguridad de nuestras propias capacidades. Y, ser más optimistas; podemos comenzar desechando los pensamientos negativos y los presagios de futuro que poco ayudan.
Una de las causas por la que llegamos al límite es que procrastinamos. Entonces, para evitar un surmenage podríamos comenzar a ser más productivos, estableciendo prioridades y reconduciendo preocupaciones.
Por otro lado, no dejemos de lado el resto de los ámbitos de nuestra vida. Si solo nos enfocamos solo en el trabajo, dejaremos a un lado otras actividades de las que obtenemos reforzadores.
El surmenage es un lugar que por espacio nos puede acoger a todos. Mantenernos alejados de él nos ayuda a tener una mayor calidad de vida, pues como dice Jordi Cebrià-Andreu en su artículo denominado “el síndrome de desgaste profesional como problema de salud pública“, el surmenage puede sumergirnos en comportamientos extremos, que distorsionen nuestro autoconcepto y nos instalen en una disonancia permanente.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com

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