Uno de los grandes logros que el iPhone ha conseguido con su cámara es que miles de usuarios se hayan introducido en la fotografía. Por su sencillez, no hace falta disponer de muchos conocimientos previos para lograr buenas capturas. Aunque también es cierto que es mucho más fácil lograr mejores resultados con un poco de aprendizaje previo, aunque sean nociones básicas.
Iremos trasladando esa base general a las peculiaridades de la cámara de nuestro iPhone. Por una parte para extraerle el máximo partido a lo que nos permite y, por otra, para intentar suplir las carencias técnicas para que no nos limite en nuestras fotografías.
De hecho, a partir de ahora, desde este momento, el fotógrafo es el que cobrará el protagonismo. Cada uno con su iPhone. Ya que la cámara del teléfono de Apple no hace fotos maravillosas, ni horrendas. Somos nosotros los que obtendremos mejores o peores resultados con su uso. Por eso, vayamos al grano y empecemos a aprender cómo mejorar.
Ergonomía del iPhone: una desventaja fácil de solucionar
Al tratarse de un teléfono no resulta especialmente cómodo usar la cámara. Aquí viene el primer inconveniente, un hándicap que se puede suplir fácilmente con un poco de práctica, ingenio e incluso accesorios (que ya veremos en otro momento).
Si nos limitamos a usar la Cámara, la aplicación nativa del iPhone para hacer nuestras fotos, tenemos al menos varias posibilidades para disparar. El botón que nos aparece en pantalla es el habitual y más lógico, pero también podemos usar (desde iOS 5) el botón de subir volúmendel lateral del teléfono. Es una ventaja para muchas tomas para evitar tener que dejar de sujetar bien el iPhone para pulsar el botón en la pantalla (no demasiado grande), y que para muchos (me incluyo) resulta difícil acostumbrarse e incluso, no siempre se atina a pulsar correctamente a la primera.
Y aunque habitualmente sujetemos el teléfono con una sola mano, como es algo natural, para hablar, para consultar la pantalla… a la hora de disparar con la cámara es mucho más conveniente (a no ser que tengamos mucha experiencia de horas disparando fotos con una sola mano y muy buen pulso) utilizar ambas manos. Esto parece muy obvio, pero no es otra cosa que trasladar la misma técnica de sujeción que mantenemos con una cámara al uso, ya sea una pequeña compacta u otra cámara de mayor tamaño. Y es que con el agarre a dos manos lograremos una estabilidad esencial para evitar instantáneas movidas.
Otra opción a tener en cuenta es que además de disparar con las dos manos, busquemos siempre un buen apoyo, que nuestro cuerpo esté estable, evitando disparar en movimiento (andando, por ejemplo). Si mantenemos buen equilibrio, o nos apoyamos a una pared o cualquier otro elemento que nos asegure firmeza y estabilidad pues mejor. Además, si aguantamos un segundo la respiración mientras pulsamos el disparador pues también ayudaremos a evitar un movimiento pequeño pero suficiente para que eche al traste nuestra captura. Y no nos olvidemos de activar la cuadrícula, que nos ayudará en la composición.
Disparando con el iPhone: otras opciones
Por suerte, también desde iOS , podemos contar con otra opción para disparar más cómodamente como son los auriculares con control de volúmen. Especialmente indicado para tomas delicadas donde no podemos lograr buena estabilidad agarrando a dos manos el iPhone. Podemos buscar un apoyo para el mismo (ya sea con algún minitrípode existente o alguno improvisado), que sea estable y utilizar el cable de los auriculares como un verdadero disparador remoto. Hay accesorios bluetooth que también tienen control del volúmen y que nos permitiría disparar incluso sin cable, pulsando el botón correspondiente.
Otra posibilidad es utilizar alguna de las muchas aplicaciones para iOS que nos ofrecen más recursos para el disparo de la cámara. Ya sea con un temporizador, con el que podemos configurar el disparo con un retardo de algunos segundos, lo que nos ayudará en tomas difíciles (por ejemplo con con baja luz), o convirtiendo toda la pantalla en botón de obturación. Esta opción es muy cómoda y hace que no tengamos que tener máxima precisión en pulsar un único botón para disparar, sino simplemente tocando cualquier punto de la pantalla. Algunas aplicaciones conocidas para estas dos opciones son ProCamera (una de mis favoritas), Camera Plus Pro o Photoshop Express (ésta solo con temporizador), entre otras.
Enfoque
Por suerte una de las grandes virtudes de la cámara del iPhone es su buen autofocus. Es rápido, intuitivo y nos soluciona muchas situaciones en la que no resulta fácil clavar un buen enfoque. Podemos olvidarnos de su uso y que la cámara siempre enfoque donde considere, o bien, podemos simplemente tocando el punto donde queremos tener foco. Aquí la sujeción con las dos manos se hace esencial, mientras seleccionamos bien el enfoque.
No nos olvidemos que podemos también conseguir el bloqueo del enfoque, otra opción que resulta muy útil (y que también sirve para bloquear la exposición, algo que ya veremos en la siguiente entrega) sobre todo para capturar motivos en movimiento o situaciones con mucho contrastes de luz. En este caso, cuando bloqueamos el enfoque (recordamos manteniendo el dedo sobre el cuadro de enfoque hasta que parpadee y aparezca el mensaje justo abajo, como se aprecia en la foto).
Por último, os dejo algunos consejos relacionados que nos pueden ayudar a la hora de tomar fotos:
- Si vamos a tomar varias fotos, desactivemos las notificaciones push, así no tendremos distracciones
- Ajusta el brillo automático de la pantalla o a tu gusto o necesidad según cada momento, así podremos ver mejor para encuadrar.
- No te olvides limpiar el objetivo, es fácil que al manipular el iPhone tenga alguna huella que nos restará calidad en la imagen.
- Olvídate de la opción del zoom digital. Es una mala solución y resta muchísima calidad a las imágenes. Mejor nos acercamos.
Fuente: www.applesfera.com
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