CÓMO HACER MASAJES PARA ALIVIAR EL DOLOR DE ESPALDA

A la hora de dar masajes en la espalda debemos tener cuidado de ejercer la presión justa para no dañar los músculos ni infligir más dolor a la persona afectada

El dolor de espalda puede llegar a ser muy incómodo. En ocasiones, incluso nos pueden impedir realizar nuestras tareas cotidianas con normalidad. Los masajes son uno de los mejores aliados para aliviar el dolor de la espalda. Te contamos cómo hacerlos para que disfrutes sus beneficios.

Lo  recomendable es hacer el masaje en una camilla. No obstante, si no la tienes disponible, puedes intentarlo en un sofá, una cama o incluso la mesa de la cocina, si es lo suficientemente amplia y resistente.

Lo más importante es que estés cómodo para hacer el masaje. Además, es recomendable no tener problema de altura, que te hagan adoptar una postura incomoda inclinándote más de lo debido.

Consejos básicos para los masajes

Tienes que extender de forma adecuada el aceite sobre la espalda. En este sentido, la mejor técnica que puedes usar para aplicar el aceite tibio,  es la conocida como la técnica  effleurage, es decir, la del “rozamiento ligero”. Para ello, bastará con que pongas en práctica unos movimientos deslizantes, largos y uniformes.

En cuanto al orden para realizar el masaje, debes seguir la dirección del flujo sanguíneo, es decir, empezar por la parte baja de la espalda e ir hacia arriba. A la vez que realizas esos movimientos,  presiona y luego lleva ligeramente las manos a la parte exterior de la espalda.

Repite estos movimientos entre 3 y 5 minutos y ve aumentando gradualmente la presión. Esto te permitirá calentar los músculos de la espalda. No te olvides de subir también hacia los hombros y el cuello.

La técnicas de masajes

Te contamos algunas técnicas para dar masajes en la espalda y así aliviar el dolor. Es importante realizar movimientos de percusión, ya que son fundamentales para que un masaje sea bueno.

Son movimientos de contacto breve y repetitivo, que se hacen con las diferentes partes de la mano, y su objetivo es producir un efecto estimulante y compresivo sobre el tejido. Se debe realizar por toda la espalda de la persona, entre 2 y 3 minutos.

Para hacerlo correctamente tendrás que mantener las muñecas relajadas y flexionarlas. Realiza movimientos rápidos, que te permitan hacer la citada técnica del tapotement.  Así te asegurarás de que no aplicas demasiada presión.

1. Técnica del amasamiento

Para poner en práctica esta técnica, debes hacer movimientos circulares más cortos y con más presión.  De esta forma, conseguirás mejorar la circulación profunda.

Solo bastará usar las palmas de las manos, los dedos o los nudillos, siempre haciendo movimientos circulares cortos. Estos movimientos deben empezar desde la cintura y no desde los hombros. La frecuencia con la que debes masajear toda la espalda es de 2 a 5 minutos.

2. Técnica de elevación de los músculos

Para llevar a cabo la técnica de elevación de los músculos,  cierra los dedos y mantén el pulgar alejado, como si tu mano fuera la tenaza de una langosta.

A continuación, aplica presión con movimientos giratorios y altérnalos con un movimiento de “limpiaparabrisas”. Todos ellos debes hacerlos de arriba hacia abajo de la espalda de 2 a 3 veces.

3. Técnica del abanico

Para hacer este tipo de masajes, tendrás que poner los pulgares en la parte superior de la espalda, debajo del cuello y a ambos lados de la columna vertebral. Ten los pulgares extendidos y presiona suavemente hacia la parte baja de la espalda.

Recuerda que para hacer este movimiento correctamente la presión debe ir en ángulo hacia los pies y no hacia el suelo. Los movimientos se deben hacer desde la parte superior de la espalda, hasta las caderas.

No te olvides de masajear los músculos a cada lado de la columna vertebral pero no sobre la columna vertebral directamente. Recuerda que, si no se dan bien, estos masajes pueden ser peligrosos.

4. Masajes en dirección opuesta

Estos masajes se hacen, alcanzando la cadera alejada con una mano y apoya la otra mano sobre la cadera cercana. Tendrás que tirar de una mano hacia ti mientras alejas la otra.

No te olvides de repetir este movimiento tres veces. Debes subir por la espalda hasta llegar al área de los hombros, y luego volver a la posición original.