Si no sabes cuál es tu grupo sanguíneo, corre a averiguarlo y empieza desde ahora a vivir de forma saludable.
SI TU TIPO ES AB
Bájale a la carne
Tener antígenos A y B en la sangre por lo regular debilita el ácido estomacal, lo cual dificulta la digestión de la proteína de la carne roja. "Las personas con AB extraen más nutrientes del pescado y los lácteos", asegura Richard Donnelly, profesor de Medicina Vascular de la Universidad de Nottingham, en Inglaterra. Así que come sushi en vez de vacas; de esta forma obtendrás la mayor cantidad de proteína de tus alimentos.
SI TU TIPO ES O
Come más vegetales
Científicos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, advierten que el riesgo de padecer problemas cardiacos es 20% más alto si ingieres sal en exceso. Esto se debe a que las plaquetas sanguíneas (partículas involucradas en el proceso de coagulación) se inflaman cuando el sodio aumenta. Come siete porciones de fruta y vegetales al día para que las plaquetas conserven sus fluidos y mantengan limpias las arterias.
SI TU TIPO ES A
Aprende a relajarte
Produces más adrenalina que cualquier otro grupo y, por lo mismo, eres más propenso a tener altibajos de glucosa, depósitos de grasa y ataques al corazón. Bebe un vaso de leche al día a fin de recuperar el balance hormonal y para que puedas dormir mejor. "Necesitas incrementar tu ingestión del aminoácido triptófano, el cual actúa como calmante y se encuentra en los lácteos y la carne de ave", afirma Donnelly. Ejercítate con frecuencia para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
SI ERES TIPO B
Alarga tu vida y prospera
La longevidad vive en tu sangre. De acuerdo con una encuesta japonesa, si tu sangre es tipo B tienes más probabilidades de llegar a 100 años de vida. "Incrementar el consumo de productos con bacterias probióticas y fortalece tu sistema inmunitario", recomienda Tom MacDonald, profesor de Inmunología en Barts y la Escuela de Medicina de Londres, Inglaterra. Consume al menos tres porciones de poros y ajo a la semana e ingiere bebidas ricas en probióticos.
Fuente: HAZLE CASO A TU SANGRE
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