Basta mirar a nuestro alrededor en mitad de la calle, en el autobús o en un concierto para confirmar que no sabemos vivir sin la tecnología. Por si no fuera suficiente con las 41 ocasiones en las que, de media, consultamos nuestro smartphone al cabo del día, nada más despertar y justo antes de dar por finalizada la jornada acudimos a las apps de mensajería instantánea para corroborar que ningún mensaje quedó sin respuesta. Eso dice un estudio
No podemos resistir la tentación. Sentimos la necesidad de estar conectados desde el primer minuto del día hasta el último. Así lo demuestran los últimos estudios sobre el uso que hacemos en España de nuestros teléfonos móviles. Más del 50% de los encuestados por Deloitte en el último informe Consumo Móvil 2015 aseguran que consultan su smartphone nada más despertar. Exactamente, la misma acción que hacen en los último 15 minutos del día.
De todos ellos, el 40% revisan las aplicaciones de mensajería instantánea: nada más sonar el despertador los primeros minutos del día son para echar un vistazo a los mensajes que han llegado a WhatsApp con nocturnidad. Después, a lo largo de la jornada, consultamos nuestro terminal una media de 41 veces. No hay notificación que nos dejemos por el camino.
No obstante, esta tendencia se da en muchos otros países. En lugares como Estados Unidos, Australia o Reino Unido, la mayor parte de los usuarios con smartphone no tardan ni cinco minutos en consultar las notificaciones que hayan podido llegar a horas intempestivas una vez que se han despertado. En el caso de Australia, el 81% de los encuestados reconoce que no transcurre ni una hora desde que se desperezan hasta que agarran su móvil.
Eso sí, a estas alturas, en España el uso de las apps de mensajería instantánea está un 27% por encima de la media del resto de países de la Unión Europea. Esto ha provocado que el uso de los SMS haya caído a lo largo de 2015 y, en este aspecto, nos encontremos por debajo del uso que hacen de los mismos en el resto de países del Viejo Continente.
Aunque estos datos inviten a pensar lo opuesto, todavía hay quien prefiere llamar a sus allegados para saber de ellos. No obstante, si podemos ahorrarnos algunos céntimos en la llamada, lo hacemos. De ahí que durante 2015 se haya incrementado el uso de las llamadas por VoIP. Si hace tan solo un año solo el 5% de los encuestados utilizaba este servicio, ahora el 22% recurre a esta tecnología para aprovechar que las llamadas son mucho más económicas.
Esto explica que uno de los aspectos a los que más importancia conceden los usuarios que poseen un smartphone sean las tarifas de las distintas operadoras. El 24% de los encuestados reconoce que el precio de los servicios fue clave a la hora de decantarse por una u otra compañía. Eso sí, un detalle importante que deben tener en cuenta estas empresas es que cada vez son más quienes se decantan tarifas convergentes (las que unen internet, fijo, móvil y televisión), por lo que las operadoras deberán apostar por ellas para fidelizar al mayor número de clientes.
A la hora de conectarse, el 87% de los españoles que participaron en la encuesta de Deloitte asegura que es mejor conectarse a las redes wifi de casa o del trabajo. Por su parte, la conexión 4G cada vez gana más terreno a las 2G y la 3G. De hecho, un 73% de los usuarios reconocía haber experimentado mejorías en la navegación gracias a esta nueva tecnología.
Y mientras el 4G crece poco a poco, otras innovaciones como los pagos móviles no acaban de convencer al público español. Menos de la mitad de los encuestados, solo un 34%, estaría dispuesto a realizar compras utilizando su smartphone como tarjeta de crédito en las tiendas. Eso sí, un 12% de ellos no tendría problema en hacer transacciones de grandes cantidades con este método de pago.
Otro de los aspectos que según el informe de Deloitte tampoco contenta a los usuarios españoles es la cesión de su información a terceros. Tan solo un 6% de los encuestados parece dispuesto a compartir cualquier dato con cualquier compañía. La opinión mayoritaria a este respecto, la que comparte el 36% de quienes participaron en la encuesta, es que podría compartir parte de su información con solamente alguna que otra empresa, pero no de forma discriminada.
Aunque en España hemos recibido con los brazos abiertos las nuevas tecnologías y ya tiene en su bolsillo un smartphone el 88% de los españoles (solo Singapur supera este porcentaje con el 92%), aún somos reacios a compartir cierta información. Eso sí, hay algo que tenemos claro: ante de acabar la jornada nos dejaremos caer por WhatsApp y Facebook para ver qué nos cuentan nuestros allegados, tal y como hicimos cuando comenzó el día.
Fuente: www.tecnoxplora.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario