Las entrevistas de trabajo son un duro proceso, por el que todos hemos pasado alguna vez y tendremos que pasar otras tantas en nuestra vida. Y nuestro cuerpo puede traicionarnos. Mira estos errores de lenguaje corporal que puedes cometer en una entrevista de trabajo.
No juegues con las manos
Los políticos saben jugar mucho a este juego de las manos, y si no te lo crees, fíjate en algún mítin político: están todo el rato gesticulando, y eso es lo correcto, para que no distraiga demasiado. Lo que no puedes hacer es que tus manos estén jugando, o meterlas en el bolsillo, esconderlas, o morderte las uñas. Eso es un error que te manda al banquillo de nuevo.
Todo eso debes esconderlo, porque indicarán un grado de insatisfacción e inseguridad bastante grande, y eso seguro que quieres evitarlo. Tampoco debes cruzar los brazos, así que lo difícil está en mantener el equilibrio. Por eso, lo mejor es que tengas un boli en la mano. No juegues con él, pero intenta hacer los movimientos necesarios para parecer que estás dirigiendo, y no indicar nerviosismo.
Distancia
Lo más importante en una entrevista de trabajo es que tu entrevistador se sienta más cómodo, para que así esté en un estado que le permita conocerte, conocer tus aptitudes, y valorar si puedes hacer ese trabajo. Entonces, hay cosas que deberías y que no deberías hacer. Una de las cosas más importantes es no invadir el espacio personal.
El espacio personal de cada uno varía, sobre todo con las personas que intentan mantener cierta distancia contigo, por cualquier motivo. De esta forma, intenta no acercarte demasiado a tu entrevistador, en cuanto a las manos, por ejemplo, si la mesa es muy estrecha. Es muy incómodo tocar por accidente a una persona en situaciones como esta.
No sonreír
No sonreír en una entrevista de trabajo es un gran error. Es verdad que estás nervioso, pero a veces, esto no se tiene en cuenta, y se piensa que simplemente eres antipático. La sonrisa de cada persona indica cierta cercanía, así que modera este gesto, y ofrécelo cuando sea necesario. Tampoco es que debas estar sonriendo todo el tiempo, pero una sonrisa puede aportar más de lo que tú te piensas a una entrevista de trabajo.
Así pues, cuando hables, intenta mantener ese nivel de felicidad de una forma que se note, pero sin llegar a ser exagerado. Sobre todo, es importante cuando saludes, empezar con una buena sonrisa, porque eso marcará también el ritmo de la entrevista.
Falta de contacto visual
El contacto visual es fundamental en una entrevista de trabajo, porque ya sabes que “los ojos son el espejo del alma”. En este caso es verdad, e indicará tu grado de sinceridad en tus palabras. Ojo, es normal que tu cerebro esté buscando muchas más cosas en el contexto y mires hacia otros lados durante la entrevista, pero hay que acordarse de que también están los ojos del entrevistador.
Esto es difícil de medir, porque no separar tus ojos del entrevistador también puede resultar incómodo para él o ella. Intenta que todo sea natural, y si notas que no estás mirando demasiado al entrevistador, arréglalo. Eso es mejor que estar todo el rato evitando mirar, o mantener la vista fija. Eso último puede resultar un poco incómodo para ambos.
Interés
Las expresiones faciales son algo que tienes que controlar. Puedes ser muy expresivo, pero en una entrevista de trabajo, si de verdad quieres el puesto, no debes dejar que tus expresiones sean muy evidentes, o que muestren exactamente lo que piensas, porque no sabes si tu entrevistador estará de acuerdo.
Esto no quiere decir que tengas que ser impasible cual roca, porque eso también genera desconfianza. Sin embargo,las muecas, o algunos gestos que denoten falta de interés, como por ejemplo bostezar, o alzar las cejas cuando te digan algo importante, deben ser controladas. De lo contrario, puede ser tu final en esa entrevista de trabajo
Jugar con el pelo
Es una distracción fácil que tenemos tanto los hombres como las mujeres: jugar con el pelo. Ya sea de la barba, o de la cabeza, lo cierto es que esto genera una mala impresión, porque indica nerviosismo. En realidad, el nerviosismo es bastante habitual en las entrevistas de trabajo, esto es evidente, pero hace que parezca mucho más infantil de lo que realmente puedas llegar a ser.
Además, es un gesto que suele distraer mucho al entrevistador, por lo que no te estarás asegurando de que te está escuchando todo lo que dices. También, en el caso de las mujeres, suele ser una señal de flirteo inconsciente, y tienes que estar segura de que esa no es la impresión que quieres dar.
Apretón de manos débil
Un apretón de manos débil indica que tienes una personalidad débil. Es por eso que mucha gente se esfuerza en hacer un apretón de manos que no se pueda olvidar fácilmente. Esto muy controvertido, sobre todo en el tema de las mujeres y de otras culturas. Lo normal es dar la mano, pero hay algunos entrevistadores y entrevistadoras que prefieren dar dos besos a las mujeres.
Evidentemente, intenta que el entrevistador dé el primer paso, no vaya a ser que tú te lances a dar la mano, y el entrevistador prefiera que des dos besos, si eres una mujer, por ejemplo. En cuanto a otras culturas, por ejemplo, en la cultura china, no es bueno dar un apretón fuerte porque indica agresividad. Así que intenta que no sea un apretón débil, pero tampoco demasiado efusivo.
Moverte mucho en la silla
La inseguridad es nuestro mayor enemigo en las entrevistas de trabajo. Por eso, intenta no jugar en la silla o moverte mucho: busca una postura que sea mucho más cómoda y quédate así. No mantengas la tensión, que igual durante la entrevista vas a tener la necesidad de moverte y será mucho peor.
Tampoco adoptes una postura demasiado relajada, porque indicará que te da un poco igual ese contexto y la educación. Mantener una postura correcta hará que el entrevistador se sienta mucho más cómodo,y la entrevista de trabajo siga su curso natural.
Cruzar los brazos
Un error del lenguaje corporal es el de cruzar los brazos. Hay personas que se sienten más cómodas así, y no en todos los contextos es negativo, pero en las entrevistas de trabajo sí que lo es. Y es que este gesto indica poca receptividad a lo que te están contando, por lo que estás generando malas vibraciones. De esta forma, es habitual que creas una mala impresión, de que estás recibiendo las críticas mal, o no estás aceptando lo que te dicen.
Las únicas veces que este gesto no indica nada malo es cuando la otra persona está haciendo este gesto antes que tú, porque está generando empatía. Sin embargo esto únicamente sucede cuando las dos personas se conocen e incluso son muy íntimas, por lo que no suele ser el caso de las entrevistas de trabajo.
Mala postura
Sentarse correctamente es fundamental en las entrevistas de trabajo, porque indica una gran profesionalidad y comodidad en el ambiente adecuado. Una postura asimétrica puede hacer creer a tu entrevistador que no eres sincero y además, dar una imagen confusa. También el hecho de poner los codos sobre la mesa es algo que está mal visto, porque indica aburrimiento.
No cometas estos errores, porque son muy sencillo de corregir mientras tú seas consciente. Sabemos que el cuerpo es muy traicionero, pero si le das un poco de tiempo, responderá como tú quieras. Además, cuantas más entrevistas de trabajo hagas, más lo interiorizarás.
Fuente: www.ocio.net
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