La habilidad de leer a las demás personas como un libro abierto puede convertirse en una herramienta eficiente en la comunicación con las personas. El agente del FBI con 23 años de experiencia LaRae Quy dice: "No necesariamente debes ser un detective de primera para entender qué está sucediendo en la mente de otras personas. Siempre te envían señales. Todo lo que necesitas es saber dónde buscarlas".
¿Qué tipo de señales pueden decirnos qué piensa o siente una persona? En Genial.guru reunimos para ti 9 consejos de un ex agente del FBI que te ayudarán a aprender a leer a la gente como si fuera un libro abierto.
Cada persona tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, durante una conversación miran el piso, cruzan los brazos en el pecho, tosen, se rascan el cabello o mueven una pierna.
Se comportan así por distintos motivos. Saber definir el modelo básico del comportamiento te ayudará a entender cuándo estas acciones solo son cuestión de costumbre y cuándo son una señal de engaño, ira o nerviosismo.
Presta atención a la discrepancia entre el modelo básico del comportamiento que has definido, y las personas y los gestos de la persona.
Por ejemplo, notaste que alguien tiene la costumbre de aclarar la garganta cuando se pone nervioso. ¿Hay algo oculto detrás de eso de lo que parece a primera vista?
Un gesto o una palabra no siempre contienen sentidos ocultos. Sin embargo, cuando un gesto le sigue al otro, presta atención a eso.
Por ejemplo, alguien no solo se aclara la garganta sino al mismo tiempo se rasca el cabello y juega con sus pies. En este caso debes aprender a actuar con precaución.
Cuando hayas notado que alguien actúa un poco diferente que de costumbre, ve más allá en tus observaciones. ¿Cómo interactúa con otras personas en la habitación? ¿Cambia su expresión del rostro? ¿Qué tal su postura y lenguaje corporal?
Las neuronas espejo ubicadas en nuestro cerebro, reflejan el estado de nuestra mente. Por ejemplo, la sonrisa activa los músculos que responden por una expresión del rostro alegre. Y cuando fruncimos las cejas, mostramos nuestro disgusto.
Al ver a la persona que nos gusta, enviamos la señal a los músculos de la cara para que se relajen. Si un rostro no te corresponde con sentimientos mutuos, esta persona te está enviando un mensaje: no le caes bien o no le gusta lo que hayas hecho.
La persona más fuerte no siempre es la que encabeza la mesa. Una persona segura de sí misma, por lo general, tiene una voz autoritaria (no confundir con fuerte).
A menudo el líder del grupo es una persona débil quien, en gran medida, depende de los demás. Identifica quién tiene la voz más autoritaria en el grupo y tus probabilidades de alcanzar el éxito aumentarán.
Muchas veces los movimientos de las personas carecen de fluidez. Y si una persona mira hacia abajo, quiere decir que le falta confianza.
Si has notado estos rasgos en la conducta de un miembro de tu equipo, puedes alabarlo para fortalecer su confianza. O hazle preguntas directas para sacar de él las cosas que teme decirte por su cuenta.
Las palabras de acción (por lo general, son verbos) te dan la noción completa acerca de la forma de pensar de una persona.
Por ejemplo, si tu jefe dice que “decidió trabajar con la marca X“, la palabra de acción será ”decidió". Tan solo esta palabra indica que, lo más probable es que tu jefe: a) sea poco impulsivo, b) haya estudiado varias opciones y c) calcule todo varios pasos adelante.
Cada uno de nosotros somos una persona única pero existen preguntas básicas cuyas respuestas te ayudarán a leer a la gente sin importar quién sea:
¿La persona es introvertida o extrovertida?
¿Son las relaciones humanas el punto de partida en todos sus actos?
¿Cómo lidia con el riesgo y la confusión?
¿Qué nutre su ego?
¿Cómo se comporta en una situación de estrés?
¿Cómo se comporta cuando se relaja?
Toma en cuenta que necesitarás tiempo para aprender a leer a la gente sin equivocarte. Y, por supuesto, cada regla tiene sus excepciones. Sin embargo, tomando en cuenta estos principios, mejorarás tus habilidades de observación y aumentarás la capacidad de entender a la gente e interactuar con eficiencia.
10 Formas de reconocer a un mentiroso
1. Concordancia. Cuando alguien dice algo que no sucedió, que no piensa o no siente, su actitud corporal no coincide con sus palabras. Su cuerpo no miente, expresa lo que en realidad quisiera decir, mientras que sus palabras son medidas y poco naturales. Si desconfías de lo que alguien te dice, préstale más atención a lo que dice su mirada o los gestos de su boca que a sus palabras.
2. Posición frontal. Cuando un individuo intenta establecer comunicación franca y directa contigo, ubica su cuerpo frente al tuyo. Hacemos esto de manera automática, buscando establecer el mejor contacto posible con el otro. Pero si es un mentiroso el que busca hablarte, es posible que sin siquiera darse cuenta intente no estar 100% frente a ti. Esto indica que su cuerpo se siente protegido en un ángulo menos directo. También podrá aprovechar esta posición para evitar el contacto directo visual.
3. Rigidez. Decir mentiras es algo que tensiona hasta al más experimentado. Si sospechas de sus palabras, busca indicios de estrés o rigidez corporal. Éstos pueden revelarse incluso en la sonrisa o la mirada, que parecerán demasiado falsas.
4. Mírame muy bien. Este es uno de los signos más conocidos a la hora de detectar a un mentiroso, y es también uno de los más certeros. Gran parte de la comunicación se establece a partir de la mirada, ésta nos puede revelar mucho sobre una persona y sus intenciones. Si alguien es incapaz de sostener una mirada constante, es posible que esté diciendo mentiras. Otro signo inconfundible de los poco honestos es mover rápidamente las pupilas en todos los sentidos, o mantenerlas fijas en un punto lejano. Estos comportamientos también pueden atribuirse a la timidez o la desconfianza, pero si aparecen en alguien con quien te relacionas frecuentemente y nunca los habías visto antes en él, es posible que esté ocultándote algo.
5. Cambiemos de tema. Un mentiroso se siente vulnerable e incómodo cuando está mintiendo. Incluso si es bueno haciéndolo o tiene una mirada imperturbable, por dentro todas sus alarmas están encendidas. Seguramente buscará cambiar rápidamente de tema y pasar a otra conversación que lo haga sentir menos expuesto. No le dejes salida, insiste en el tema que están tratando.
6. Cuestión de verosimilitud. Todas la mentiras tienen sus puntos débiles. No importa qué tan bien preparadas estén, no son historias reales y por lo tanto en algún momento aparecerá el detalle que revela su naturaleza irreal. Indaga, pregunta, hazlo repetir los hechos, sé un buen detective y las pistas llegarán a ti.
7. El cuello, las orejas y las manos. Estas son las partes del cuerpo que un mentiroso tocará repetidamente si está nervioso o siente que pronto lo van a atrapar. Su cuerpo reacciona intentando distraer tu atención, quiere que te enfoques en sus movimientos y dejes de ponerle atención. Si hace esto es porque siente que está perdiendo la batalla. Tal vez es buen momento para confrontarlo.
8. Actitud defensiva. Cuando el mentiroso siente que no tiene más escape, se defiende. Si estuviera hablándote sobre algo que en realidad sucedió, no se molestaría en repetir la historia o darte todos los detalles que pides. Pero si en cambio sabe que su relato tiene vacíos y tarde o temprano saldrá a la luz alguna inconsistencia, la mejor manera de evitar que avances será defendiéndose. Si responde a tus preguntas con otras del tipo “¿por qué quieres saber eso?” o te dice “eso ahora no es importante”, seguramente está llegando a su límite y usa la defensa como ataque.
9. Tono y velocidad. Cuando alguien miente tiende a alterar el tono y el ritmo con los que normalmente habla. En la mayoría de los casos la voz puede ser más aguda y el ritmo más acelerado. Es posible que además de hablar muy rápido no vocalice bien, se salte letras o incluso palabras. Hace esto porque no se siente seguro de lo que está diciendo y quiere terminar pronto con su discurso. Frénalo un poco, pídele que repita si no entiendes...
10. Tecnología de punta. Hoy en día es mucho más fácil decir mentiras a través de una pantalla o por teléfono. Si tu sospechoso siempre quiere chatear en lugar de hablar y prefiere discutir un tema importante por teléfono, es posible que se esté refugiando en la tecnología para no darte la cara. Piénsalo: a través de la pantalla tú no puedes acceder a todas las claves de su lenguaje corporal que lo dejarían en evidencia fácilmente. Además, al escribir tendrá más tiempo para planear sus respuestas y darle solidez a su coartada, mientras que personalmente podría titubear.
El contenido del post no es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario