viernes, 16 de diciembre de 2016

EL MÓVIL SE VUELVE ‘VINTAGE’


El móvil se vuelve ‘vintage’ 
¿Aún guarda ese viejo móvil con tapa y antenita? ¡No lo tire! Tiene en su poder un objeto vintage. Y según el modelo, un artilugio cuyo valor en el mercado puede superar los 500 euros. Lo que hasta hace poco era considerado una reliquia sin interés regresa con fuerza alimentado por el fenómeno de la tecnología retro.


Cuando se han cumplido 43 años de la primera llamada realizada desde un teléfono móvil –llegaron al mercado como objetos de lujo que pesaban un kilo y rondaban los 3.500 euros–, el portátil se ha convertido en una prolongación de nosotros mismos. Ya hay en el mundo más aparatos de estos que personas. Los actuales smartphones tienen poco que ver con esos toscos artefactos que no servían para mucho más que para hablar.

Pero lo que parecían defectos se ha transformado hoy en virtud. Su diseño se ha revalorizado al calor del regreso de la estética de los años noventa; sus limitadas prestaciones son vistas como una ventaja por millennials saturados de hiperconexión; y los defensores del medio ambiente aplauden su reciclaje.

Sólo hay que echar un vistazo a webs de compraventa como eBay, Wallapop o Amazon. Algunos ejemplares de segunda mano cuestan menos que los 5 o 6 euros de los gastos de envío, pero los modelos más codiciados superan los 200 euros y los más raros se acercan a los mil euros. ¿Quien paga estas cantidades por un viejo armatoste?
Los defectos de los viejos móviles se han transformado en virtudes”

“Me gusta lo que tiene que ver con la nostalgia, colecciono móviles antiguos como si fueran obras de arte”, afirma Marc Corredera, de 39 años, periodista especializado en tecnología móvil para IDG. El Nokia 9000 que hace cuatro años compró por 150 euros ahora está valorado en 300 euros. El Motorola Dynatac 8000X es uno de los modelos ladrillo más cotizados porque “era el primero que se podía sacar del coche” y es el de Michael Douglas en la célebre película Wall Street.

Algunos portátiles son auténticas estrellas de cine. Como el Nokia 8110, también conocido como móvil banana, famoso por aparecer en Matrix, o el Motorola StarTac, codiciado por ser el primer teléfono concha. El primer iPhone del 2007 es un icono. “La diferencia entre los smartphones hoy es más técnica, mientras que hace 10-15 años, lo que primaba era el diseño”, observa Corredera.




El fenómeno ha propiciado la aparición de negocios como Lëkki, empresa francesa fundada en el 2010 que recicla aparatos en desuso equipándolos con una nueva batería, un cargador y seis meses de garantía. Además, los customiza con colores brillantes. Se venden en internet poniendo el acento en su lado eco-friendly.


“En lugar de producir más y más, ofrecemos una segunda vida a los móviles más icónicos de los noventa”, declara a La Vanguardia la fundadora, Maxime Chanson, que precisa que la huella de carbono de un móvil tarda entre 5 y 7 años en neutralizarse. “Hay una tendencia a volver a lo básico. Algunas personas están cansadas de estar ultraconectadas y sienten el deseo de bajar el ritmo”, sostiene.


Muchos usan sus ‘smartphone’ en el trabajo y cambian al móvil ‘vintage’ en sus tiempos libres

Los móviles antiguos son vendidos a muy alto precio en portales de compraventa como eBay
¿El perfil de clientela? “El 80% son hombres de entre 25 y 40 años”. Muchos utilizan su smartphone de última generación durante la jornada laboral, y cuando desean desconectar, trasladan su tarjeta SIM al modelo vintage. “No por ser de otro tiempo eran aparatos menos robustos y autónomos”, sostienen Djassem Haddad y Vincent Pages, artífices de la web Vintage Mobile, que se presentan como los “Indiana Jones” de la telefonía móvil.

El británico Garry Evans, creador de la web Retrofones, explota la nostalgia. La mayoría de sus clientes supera la cuarentena, se sienten “más cómodos con la tecnología básica que con la nueva” y compran “ese modelo que les trae buenos recuerdos”. 

El Motorola Glam se vende por más del millar de euros en la Red

Con más de mil terminales –“todos previos al año 2000”– recopilados en quince años y valorados en más de 100.000 euros, es uno de los seis mayores coleccionistas del mundo. “Empezó siendo un hobby y ahora espero que me resuelva la jubilación”, dice convencido de que en los próximos 20 años “se doblará” el precio de algunos modelos. Así que, si saca del bolsillo un ancestro del smartphone no sólo resultará de lo más moderno, sino que estará haciendo una inversión de futuro.


Fuente: www.lavanguardia.com

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