lunes, 12 de diciembre de 2016

¿QUÉ NECESITO PARA TENER UN AUTÉNTICO "SONIDO DE CINE" EN CASA? HOME CINEMA

Qué necesito para tener un auténtico sonido de cine en casa

Si queremos una experiencia sonora similar e incluso superior a la que ofrecen las salas de cine comerciales debemos recurrir como mínimo a un receptor A/V más un conjunto de altavoces de calidad. En este artículo veremos qué son estos dispositivos, para qué sirven, cuáles son sus características principales y cómo nos ayudan a conseguir un sonido espectacular en nuestras casas. 

Antes de meternos en materia, seguro que muchos estaréis pensando que en el mercado existen otras soluciones para montarnos un home cinema, como por ejemplo las barras de sonido, los kits de audio multicanal e incluso procesadores de sonido y etapas de amplificación separadas. 

Efectivamente, todos estos equipos existen, aunque en este primer artículo nos centraremos en los receptores A/V más altavoces, ya que la calidad que nos proporcionarán suele ser bastante superior a la obtenida por las barras de sonido y los kits multicanal (que muchos aficionados consideran como opciones de último recurso) y al mismo tiempo son más sencillos de configurar y en general más económicos que las soluciones modulares (procesadores, etapas de potencia, amplificadores, ecualizadores, etc.).
 




Audio 

Las funciones y características básicas de un receptores A/V 
Todo sistema de altavoces pasivos que instalemos en casa necesita de un amplificador (hay modelos de altavoces que lo llevan incorporado, son los denominados activos) que proporcione a los transductores la potencia necesaria para producir la presión acústica requerida por el usuario, es lo que se conoce como etapa de potencia. 

Pero antes de producir potencia es necesario pasar las señales por una etapa de preamplificación para adaptar los niveles eléctricos de entrada hasta valores adecuados para su procesamiento. Posteriormente, la etapa de potencia eleva los milivoltios que le proporciona el preamplificador a voltios, para generar los vatios necesarios como para mover la membrana de los altavoces. Los receptores A/V integran bajo su carcasa ambas etapas, simplificándonos la vida a los usuarios. 

La siguiente gran función básica de los receptores A/V es servir como centro de recepción y procesamiento de las señales de audio y vídeo de las diferentes fuentes de reproducción que tengamos en casa (DVD, Blu-Ray, lector de CD, televisor, videoconsola, PC, etc.) tanto en formatos analógicos como digitales. 



Para ello, suelen contar con multitud de conexiones en su parte trasera (y también algunas auxiliares en la frontal), tanto analógicas como digitales, que nos permitirán conectarle los diferentes dispositivos que tengamos y seleccionar en cada momento el que queramos escuchar. 

Cine 

Además, como las películas de hoy en día suelen contar con audio multicanal digital, necesitamos de un equipo que sea capaz de descodificar esta información digital y la transforme en señales analógicas comprensibles por la electrónica de los altavoces. Esta es la siguiente misión fundamental de todo receptor A/V moderno, que se encargará de recibir los datos binarios procedentes de las pistas de audio de nuestros DVDs, Blu-Rays o archivos digitales en formatos de tipo Doby Digital, DTS, etc. y decodificarlas hasta señales analógicas. 

Resumiendo un poco este primer apartado, podemos decir que los receptores A/V integran en un solo aparato la etapa de preamplificación, el decodificador digital y procesador de audio multicanal, el procesador digital de señales (tanto de audio como de vídeo) y las etapas de potencia (una por cada altavoz), reduciendo los costes y simplificando la gestión de todos estos sistemas.
 

Receptores A/V: procesado del audio multicanal 

Los receptores A/V actuales son capaces no sólo de variar el balance tonal de graves y agudos como hacían los típicos equipos de música de hace unas décadas, sino también de realizar complejas operaciones de procesado de señales que nos permitirán ajustar de forma manual y/o automática la respuesta temporal y en frecuencia de nuestros altavoces. 

Empezando con una de las funciones clásicas y muy útil, los receptores modernos nos permiten el filtrado de la señal en función del “tamaño” o mejor dicho de las capacidades frecuenciales de los altavoces que tengamos instalados. De este modo podemos seleccionar qué altavoces son capaces de reproducir frecuencias graves y cuáles no lo son, indicando el punto de corte a partir del cual la señal de audio será redirigida hacia el subwoofer o altavoz diseñado específicamente para la reproducción de frecuencias graves.
 

home cinema 

Los receptores A/V nos permiten configurar frecuencias de corte paso-alto (o paso bajo, según se mire) que mejor se adapten a las condiciones de nuestros bafles y de nuestra sala, generalmente tanto de forma automática (mediante los sistemas de corrección acústica que veremos posteriormente) como manual, permitiéndonos además variar el volumen de cada altavoz de forma individual para adaptarlo a nuestra posición de escucha y gustos (por ejemplo para subir el volumen del canal central para escuchar mejor los diálogos). 

En el procesado de audio multicanal también incluimos los denominados "modos de audición", efectos que por una parte aplican ecualizaciones predefinidas para conseguir un cierto ambiente o sensación en función del tipo de contenido que estemos reproduciendo (por ejemplo una para películas de ciencia ficción, otra para pelis de acción, terror, para simular estar en un concierto, etc.) y por otra parte modifican la respuesta temporal y las reverberaciones de la sala con diferentes trucos técnicos, como el de añadir canales extra de posicionamiento o de efectos surround. 

Por supuesto, también podemos elegir no aplicar ninguno de estos efectos y optar por el sonido puro y directo para obtener la máxima fidelidad con respecto al sonido original. A todos estos procesamientos del audio tenemos que añadir otros como los modos de audición nocturnos que hacen uso de la compresión dinámica insertada en algunas pistas de audio, los modos de EQ avanzados o de control de volumen inteligente que mantienen constante el nivel de presión sonora con independencia de la fuente de entrada.
 

home cinema 2016 

Y también otras funciones como la ecualización dinámica, que básicamente es la variación de la respuesta de los altavoces en frecuencia y en amplitud (volumen), canal por canal, en función de las características instantáneas de la señal de entrada y del volumen que tengamos seleccionado en el receptor. 

La corrección acústica de la sala 

En un mundo ideal en donde el creador de la música (el productor, editor o ingeniero de sonido de turno) tuviera un equipo de reproducción y unos oídos con respuesta en frecuencia plana y en donde los usuarios finales contásemos con altavoces también de respuesta plana y con una sala de audición que no introdujese perturbaciones al sonido lo mejor sería no aplicar ningún tipo de ecualización. 

Como este mundo perfecto no existe, tenemos principalmente dos opciones para incrementar el grado de fidelidad en nuestras audiciones: gastar enormes cantidades de dinero en unos altavoces con respuesta muy plana en todo el rango frecuencial y en acondicionar acústicamente la sala o bien optar por ecualizaciones de sala y ajustes en el dominio del tiempo que arreglen los problemas de nuestros equipos y lugares de audición.
 

sonido de cine en casa 

Los receptores A/V y sus procesadores de última generación son capaces de realizar los cálculos necesarios para ajustar la respuesta en frecuencia y temporal del sonido, optimizándolo para cada situación en concreto. Para ello, suelen incorporar un micrófono que, mediante la emisión de una serie de tonos de prueba por los bafles que tengamos conectados, captura el sonido procedente de cada altavoz detectando sus defectos y las aberraciones introducidas por éste y por la sala. 

Existen diferentes tecnologías para realizar esta captura y posterior cálculo y procesado del sonido, cada una con sus características particulares, aunque para el uso doméstico las más habituales son la YPAO utilizada por marcas como Yamaha o las tecnologías de Audyssey usadas por otras firmas como Onkyo o Denon, cada una con sus variantes y especificaciones concretas. Aquí tenéis más información sobre cómo funciona este tipo de análisis y procesado. 

Los receptores A/V también tienen en cuenta la respuesta temporal de los altavoces y de la sala a la hora de realizar los ajustes. Es decir, analizan cuánto tardan en llegarnos las señales de sonido desde los diferentes altavoces, teniendo en cuenta las reflexiones y los retardos de cada señal para corregirlas en el punto de audición de forma que escuchemos señales en la misma fase.
 

Qué necesito para tener un auténtico sonido de cine en casa 

Esta funcionalidad es fundamental para obtener un sonido armonizado y coherente, ya que el desfase entre señales puede hacer que se cancelen parte de las ondas (sobre todo a frecuencias graves) y el exceso de reverberación ensuciará el resultado final que escuchemos. 

Funcionalidades avanzadas de los receptores A/V: 

Además de tratar de muy diversas formas las señales de audio, los receptores A/V modernos gestionan, modifican y procesan las señales de vídeo realizando diferentes ajustes, como por ejemplo escalar señales hasta resoluciones superiores, modificar su relación de aspecto (16/9, 4/3, etc.), cambiar parámetros como brillo, contraste, etc. o incluso pasar a digitales algunas señales analógicas. 

Actualmente, la mayoría de modelos son compatibles con fuentes 3D e incluso con escalado hasta 4K (3.840 × 2.160 pixels), que a día de hoy no podemos aprovechar puesto que casi ninguno de nosotros tenemos en casa una tele o proyector que soporte estas resoluciones, pero que nos garantiza que el equipo no se quede obsoleto en el largo plazo.
 

Audio 

También es habitual encontrar en los modelos de gama media y alta una interesante funcionalidad conocida como amplificación multizona. Básicamente consiste en una serie de amplificadores adicionales que nos permitirán alimentar un segundo, tercer o incluso cuarto juego de altavoces estéreo (o en algunos modelos también 5.1) desde el mismo equipo. 

Para ello los receptores cuentan con conectores para una o varias parejas de altavoces que pueden ser controlados de forma independiente al sistema multicanal principal, permitiéndonos instalar altavoces en otras habitaciones de la casa con sólo llevar los cables hasta el receptor A/V (o incluso de forma inalámbrica). 

En los últimos años, también se han ido incorporando funcionalidades de reproducción en streaming desde equipos conectados a la red doméstica mediante tecnologías como DLNA o Airplay e incluso desde diferentes servicios en Internet, de forma que en según qué modelos podemos prescindir de usar un reproductor externo.
 

Cine 

Algo similar sucede con la sintonización de radio analógica y digital, presente en la mayoría de modelos, función que puede que muchos no uséis de forma frecuente pero que combinada con la amplificación multizona amplía el abanico de posibles usos del equipo. 

¿Mas funcionalidades y características? Pues seguro que me he dejado alguna, aunque creo que hemos comentado las más relevantes y fundamentales que hacen del receptor A/V el mejor aliado para conseguir un sonido de cine en nuestras casas. 

De todas formas, si queréis profundizar más en estos temas os recomiendo leer el especial sobre receptores A/V que hicimos en Xataka Smart Home, en el que encontraréis más información y detalles sobre estos dispositivos.
 

Altavoces para Home cinema: Audio multicanal 

A diferencia de lo que sucede con los equipos de alta fidelidad convencionales (en adelante HiFi), que se sustentan sobre dos altavoces para proporcionar un sonido estéreo de alta calidad, los sistemas de cine en casa deben contar por lo menos con 5 altavoces principales más un altavoz dedicado a la reproducción de frecuencias graves, es lo que conocemos como sistema 5.1 (también es posible encontrar sistemas 7.1, 9.1, 11.1 y cualquier combinación de éstos con uno o varios subwoofers). 

Su misión es la de recrear un sonido omnidireccional, procedente de diferentes puntos de la sala, capaz de envolver al espectador y sumergirle en la escena sonora. Así dicho puede parecer sencillo, pero en la práctica encontrar, instalar y configurar adecuadamente nuestros altavoces para obtener el mejor sonido posible es una tarea relativamente compleja.
 

home cinema 

Podemos distinguir varios tipos de altavoces de cine en casa en función de su función dentro de la escena sonora: Altavoces frontales, altavoz central, altavoces de efectos traseros o laterales y altavoz de frecuencias graves o subwoofer. La misión de cada uno de estos altavoces es clara y diferenciada, por lo que aunque técnicamente sería posible usar cada altavoz en la posición del resto (con excepción del subwoofer), lo ideal es utilizarlos para la tarea que fueron diseñados. 
¿Kits todo incluido o mejor altavoces sueltos? 

Aquí puede surgirnos una primera duda. ¿Qué es mejor, comprar un kit con todos los altavoces iguales o adquirir las cajas por separado? Bueno, no hay una respuesta clara, ya que dependerá de cada caso en concreto y de nuestras circunstancias personales (presupuesto, tamaño de la sala, expectativas, conocimientos, etc.) 

En términos generales, los kits que incluyen todos los altavoces e incluso el decodificador y amplificador de audio, presentan una menor calidad que las cajas acústicas que se venden por separado, aunque suelen ser más baratos y fáciles de instalar y configurar. 

La calidad del sonido final producido por los altavoces es muy subjetiva. Aunque existen parámetros objetivos en los que podemos fijarnos (potencia soportada, respuesta en frecuencia, distorsión producida, etc.), en general lo mejor es escuchar "in situ" el funcionamiento del conjunto, y a ser posible en un recinto similar al de nuestra casa. 

Es necesario señalar que habitualmente las audiciones en grandes centros comerciales no suelen servir de mucho, ya que no sabemos cómo están configurados los equipos, qué ecualización tienen y tampoco solemos estar en un ambiente acústico adecuado (con la excepción de algunas tiendas que tienen una pequeña sala dedicada a estos menesteres de pruebas altavociles). 

Además, se suelen configurar los kits de forma que resulten llamativos para los clientes de las tiendas en una primera escucha corta, incluso más llamativos que los altavoces que se venden por separado. Es decir, se remarcan las frecuencias agudas y los graves se sobredimensionan, algo que en casa nos cansaría rápidamente y que no es indicativo en absoluto de la calidad real de los equipos.
 

En los altavoces, el tamaño y los materiales sí importan 

Existen ciertas características que inmediatamente deberían echarnos para atrás a la hora de comprar un sistema de cine en casa, si queremos un mínimo de calidad, como por ejemplo que las cajas no sean de madera sino de plástico, y de pequeño tamaño, lo que generalmente es indicativo de que no serán capaces de soportar grandes volúmenes sonoros sin distorsión. 

En el mercado existen innumerables conjuntos que incluyen 5 o más altavoces idénticos. Si nos fijamos bien, los más baratos normalmente están formados por conos de pequeñas dimensiones, insuficientes para reproducir frecuencias graves (por debajo de unos 100 Hz), por lo que necesitan obligatoriamente de un subwoofer que se encargue de esta tarea.
 

home cinema 2016 

Esto en principio no debería ser malo, siempre que los altavoces sean capaces de bajar sin distorsión hasta frecuencias de por lo menos 80-100 Hz a los niveles de presión acústica (volumen) que les solicitemos. 

A medida que vamos subiendo desde estas frecuencias, el sistema auditivo humano empieza a localizar la procedencia del sonido. 

Entonces, ¿Qué sucede si nuestros altavoces principales no son capaces de bajar hasta esas frecuencias? Pues que aunque las reproduzcamos mediante el subwoofer, estaremos perdiendo parte de la direccionalidad de los sonidos. De este modo, algunos efectos como explosiones, disparos (o incluso parte de la música), etc. que deberían proceder de un altavoz en concreto o ir moviéndose de uno a otro, se escucharán directamente por el subwoofer, perdiendo el efecto multicanal, o al menos una parte. 

Por este motivo, si queremos montarnos un cine en casa de calidad y en el que seamos capaces de reproducir sonidos a un nivel de presión acústica (o volumen) adecuado, deberíamos optar por altavoces que tengan conos (también llamados drivers) del tamaño adecuado.
 

sonido de cine en casa 


¿En qué debemos fijarnos al comprar el receptor A/V? 

Qué necesito para tener un auténtico sonido de cine en casa 

Muy bien, ya sé qué son estos aparatos y lo que hacen, e incluso estoy pensando en comprarme uno o en renovar el que ya tengo en casa. ¿Cómo puede elegir correctamente?, ¿en qué me debo fijar para acertar con la compra? 

A lo largo de las siguientes líneas vamos a tratar de daros una pautas básicas para poder elegir vuestro receptor A/V de forma acertada y ajustándoos a vuestras necesidades reales, que seguro que no coinciden del todo con las que os quieren vender en muchas tiendas.
 

Número de canales, potencia, POTENCIA y más pOtEnCiA 

Lo primero que debemos plantearnos es dónde vamos a instalar el sistema de cine en casa, en qué habitación, qué dimensiones tiene, el espacio que tenemos disponible para ubicar los altavoces, etc. 

En función de ello determinaremos qué tipo de sistema de sonido envolvente vamos a emplear, y sobre todo el número de canales que utilizaremos (típicamente 5.1 o 7.1). En la actualidad, la mayoría de receptores de gamas media y alta que encontraremos en el mercado son compatibles con señales 7.1 o superiores, quedando los equipos 5.1 relegados a gamas bajas o modelos con un par de años de antigüedad.
 

Audio 

Si podéis elegir y el precio no supone una diferencia muy importante, os recomiendo optar por receptores por lo menos 7.1, ya que aunque quizá ahora mismo no los usemos, tendremos esos canales extra para usos futuros (veremos uno dentro de un rato). De modo similar, algunos receptores modernos están empezando a incorporar soporte para instalar un segundo subwoofer (sistemas 7.2 o 9.2 por ejemplo), lo que mejora considerablemente la respuesta de graves en la sala (hablaremos más de esto cuando tratemos el tema de los altavoces en otro artículo). Si podéis, buscad uno de estos receptores con salida para varios subwoofers. 

Una vez elegido el número de canales llega el punto clave de un receptor A/V: la potencia de amplificación que es capaz de suministrar a cada uno de ellos. Este es un punto delicado en el que debemos prestar especial atención, ya que la falta de potencia es uno de los factores que más influyen en la calidad final del audio percibida. 

Desgraciadamente cada fabricante expresa de forma diferente la potencia que ofrecen sus receptores, por lo que si no tenemos mucha experiencia seguramente acabemos liados con tanto número y siglas. Aquí van unos consejos. 

En primer lugar, la potencia debe ir referida siempre a una carga (resistencia eléctrica en este caso) que denominaremos impedancia. Simplificando un poco (el tema es más complejo) para que lo entendamos bien, no nos pueden decir que un receptor da 100 vatios por canal y ya está, tienen que decirnos con qué impedancia (típicamente 4, 6 u 8 Ohm para equipos de audio domésticos). 

Habitualmente se suele dar la potencia que más interesa al fabricante, la que tiene cifras más altas y llamativas, que coincide con los valores de carga más bajos (4 y 6 Ohm), con lo que si luego conectamos un altavoz con una impedancia mayor puede que nos quedemos cortos de potencia.
 

Cine 

Lo que tenemos que hacer es fijarnos en la impedancia de los altavoces que vamos a instalar y elegir la potencia del receptor que necesitemos en función de dicha impedancia ( y a ser posible teniendo en cuenta el valor de su sensibilidad). 

Valores de entre 120 y 150 vatios por canal suelen ser adecuados para un sonido potente e impactante en salas de menos de 30 metros cuadrados, en términos generales, puesto que existen muchos más factores que influyen, como por ejemplo la sensibilidad de los altavoces, la acústica de la sala, si vamos a redirigir los graves al subwoofer, etc. 

Es importante también fijarnos en que la potencia se suele dar referida también a un rango de frecuencias con un cierto grado de distorsión armónica (los valores habituales van de 0.02% a 0.1% de THD) y con respecto a un número de canales excitados de forma simultánea. 

Por ejemplo, unas expresiones típicas serían: * Power Output Per Channel (20Hz-20kHz, 0.08%THD@8ohm) = 90 W *7 * Power Output Per Channel (1kHz, 0.7%THD@8ohm)= 130 W (one channel) 

Si nos fijásemos sólo en la potencia total parecería que el segundo es mucho mejor (130 vatios frente 90), cuando en realidad son las especificaciones del mismo receptor sólo que varía el rango de frecuencias tomado para la medida (de 20 Hz a 20 KHz en el primer caso y una sola frecuencia, 1 KHz, en el segundo caso) y el número de canales que se está usando de forma simultánea (cuando se usa un sólo canal se obtendrá más potencia de salida que si se usan todos a la vez, puesto que ésta no tiene que repartirse entre varios).
 

home cinema 

Para terminar este apartado de potencias, comentaros dos cosas. En primer lugar, un sencillo truco que servirá para descartar equipos en los que se nos quiera dar gato por liebre: fijaos en el consumo eléctrico del aparato para estimar un valor aproximado y realista de la potencia que pueden dar. 

Por ejemplo, si un receptor afirma que es capaz de dar 150 vatios a cada uno de sus 7 canales y luego miramos en el manual o en su parte trasera y vemos que consume como máximo 350 vatios, algo falla, ya que no puede generar energía de la nada. 

Por último, deciros que no tenemos por qué dejar que sea el receptor A/V quien se encargue de la amplificación de todos nuestros canales. En los modelos de gama media y alta se suelen incluir salidas preamplificadas (típicamente con conectores RCA) que podremos conectar a amplificadores externos dedicados, en caso de que necesitemos más potencia de la que el receptor es capaz de proporcionar.
 

Conectividad y compatibilidad de formatos 

Otro de los puntos claves a la hora de comprar nuestro receptor es ver qué tipo de conexiones tiene y en qué cantidad. Normalmente suelen ir sobrados de todo tipo de entradas analógicas y digitales, estas últimas tanto ópticas como coaxiales o HDMI. No obstante, conviene siempre pensar a ver cuántos equipos le queremos conectar (DVD, Blu-Ray, videoconsola, receptor de TDT, ordenador, televisor, etc.) y con qué tipo de conexión para calcular más o menos las entradas y salidas que necesitaremos. 

Algo similar sucede con los formatos de audio y vídeo que vamos a usar hoy y en el medio-largo plazo. Los receptores modernos suelen traer ya de serie compatibilidad con todo tipo de formatos de audio como Dolby Digital, DTS y sus diferentes variantes en alta definición.
 

home cinema 2016 

Sin embargo, como alguna de sus funciones extra consiste en la reproducción en streaming de archivos de audio digital, conviene fijarse bien en si soporta los que tenemos en nuestra colección, para que no nos llevemos luego una sorpresa (por ejemplo el FLAC suele dar bastantes quebraderos de cabeza). 

También debemos considerar si queremos y necesitamos que nuestro receptor sea compatible con señales 3D y con imágenes 4k. En estos casos necesitaremos entradas HDMI 1.4a (por lo menos una) y el precio del equipo probablemente subirá con respecto a un modelo de similares prestaciones que no cuente con estas funcionalidades, que a día de hoy no todo el mundo utiliza.
 

Procesamiento del audio y corrección acústica de la sala 

Llegamos a otro de los puntos clave a la hora de comprar un receptor A/V. La mayoría de equipos modernos, como ya vimos en la primera parte del especial, incorporan de serie sistemas de corrección acústica y ecualización del sonido en función de las características concretas de nuestra sala. 

sonido de cine en casa 

Si bien este tipo de sistemas no son la panacea, en general sí consiguen mejorar sensiblemente el sonido total que percibiremos, eliminando algunos defectos como graves exagerados y retumbones o agudos y medios demasiado brillantes. 

En mi opinión, conviene que compremos un receptor que incorpore alguna de estas tecnologías (ver artículo anterior) y si luego el resultado no nos gusta siempre podremos apagar la función de ecualización, ya que las ventajas normalmente superan con creces la diferencia de precio con respecto a los modelos de gama baja que no las llevan de serie. 

Por supuesto, los modelos más caros (de 1.000 euros o más) incorporan mejores tecnologías de calibración, con más puntos de cálculo y por ejemplo con ecualización de varios subwoofers de forma simultánea, aspecto que deberemos valorar si nuestra sala es muy mala acústicamente hablando y no tenemos posibilidad física o estética de colocar absorbentes, difusores, etc. para mejorarla. 

Llegamos ahora a uno de los puntos que más suelen confundir a los compradores novatos, el de los modos de audición y efectos generados por el DSP. Ya vimos que los receptores incorporan potentes procesadores digitales de sonido capaces de hacer auténticas maravillas con la señal de audio, inventándose canales extra de posicionamiento y efectos y aplicando ecualizaciones al sonido en función del tipo de contenido que estemos escuchando (modos de audición para cine de ciencia ficción, conciertos, cine de acción, etc.) 

Este tipo de efectos y modos de audición pueden resultar muy llamativos en un primer momento, ya que se resaltan ciertas frecuencias que según la pista de audio pueden causarnos gran impacto al principio, sobre todo en las escuchas en tiendas especializadas y centros comerciales.
 

Qué necesito para tener un auténtico sonido de cine en casa 

Pero en la mayoría de los casos al final terminaremos cansándonos de estos modos de audición especiales y acabaremos volviendo a los modos originales sin procesado extra, por lo que no suele ser conveniente elegir receptor en función de que tenga un mayor o menor número de este tipo de efectos. 

Funcionalidades avanzadas 

Por último, como ya vimos en la primera parte del especial, los receptores modernos incorporan multitud de características avanzadas que los convierten en auténticos centros de ocio doméstico. Una de las que más me gusta y que considero más útil es la amplificación multizona, que nos permite alimentar un segundo juego de altavoces (en algunos modelos soportan varias parejas estéreo y también algún conjunto 5.1) en otra habitación que pueden reproducir contenidos con independencia de la fuente de audio principal. 

Sin embargo, puede que vosotros no necesitéis esta función ni otras muchas que os resulten poco útiles o que nunca lleguéis a usar, por lo que conviene replantearse si merece la pena pagar un extra por tenerlas o bien podemos optar por un modelo más económico o incluso de una generación anterior con más potencia y mejores prestaciones generales.
 

Audio 

Por ejemplo, debemos plantearnos si vamos a conectar el receptor a Internet para escuchar radios digitales o si lo vamos a usar como reproductor de contenidos en nuestra red doméstica. También si necesitamos poder controlarlo desde el smartphone o la tableta, si es imprescindible que tenga entradas para conectarles memorias y discos duros USB, si realmente necesitamos que incorpore conectividad WiFi, etc. 

Si la respuesta es no, podemos optar por modelos sin estas funciones que seguro serán mucho más económicos, generalmente pertenecientes a generaciones anteriores con varios años de antigüedad, pero que nos servirán perfectamente a nuestros propósitos.



Fuente: ¿En qué debemos fijarnos al comprar el receptor A/V? [Home Cinema (II)]
              ¿Qué necesito para tener un auténtico "sonido de cine" en casa? Home Cinema (I)

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