En 2017, decir “Apple” equivale a decir “iPhone”. En segunda instancia, a decir “Apple Watch”. Y si vamos más allá, llegamos a “iPad”, “Mac”, y gracias. Sin embargo, hay otra división que, silenciosamente, lleva años creciendo significativamente en su relevancia para la salud financiera de la compañía: los servicios.
Los servicios de Apple incluyen a todos los pequeños negocios que Apple tiene en plataformas de software de varios tipos: Apple Music, Apple Pay, la rentabilísima App Store, iCloud y demás.
En algunos casos, los ingresos llegan en forma de suscripción, en otros, por venta directa, y en otros, por comisiones de ventas (como el caso de Apple Pay) donde los actores principales son otros, pero Apple se lleva un pellizco por poner la plataforma, y en el caso de los pagos móviles, su desarrollo de seguridad biométrica.
Esta división ya aporta unos 6.400 millones de dólares trimestrales a Apple, y subiendo. Para poner las cifras en contexto, es el equivalente aproximado a lo que gana Facebook en el mismo período. Repetición de la jugada: si los servicios de Apple fuesen una empresa independiente, tendría los mismos ingresos que todo Facebook. E irá a más.
De hecho, los servicios le dan más dinero a Apple que su división completa de ordenadores. Los Mac han sucumbido a una valiosa pata financiera que no ha hecho más que crecer.
Una de las preguntas recurrentes sobre Apple es sobre si no tiene una excesiva dependencia del iPhone, que supone en torno al 70% de su negocio. En ese sentido, hay motivos como para empezar a preocuparse, aunque sea de forma ligera: en el último trimestre de 2016 vendió más teléfonos que nunca -más de 78 millones-, pero si vemos la fotografía completa de todo el año, la imagen es otra ya que, por primera vez, Apple vendió menos iPhone que en el año anterior.
Pero ahí viene esta inesperada división a cambiar la lectura. Los servicios parecen un buen arma de doble filo en el que ambos lados de la hoja son positivos para la empresa: por un lado, es una fuente de ingresos en sí misma. Por otro lado, el gasto en ellos retienen más al usuario en el 'corral' de Apple: si ya tenemos una buena cantidad gastada en la música de Apple, en su nube, en aplicaciones para sus dispositivos y estamos en un banco cuyos pagos móviles se promocionan en él, es más difícil que a la hora de renovar el móvil digamos 'no' a seguir en Apple en el caso de que aparezca la tentación.
En el largo plazo, Apple podrá permitirse (aunque jamás sería algo deseable) vender menos iPhone si a cambio es capaz de sacar más dinero cada mes a sus compradores gracias a sus servicios.
Fuente: www.tecnoxplora.com
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