No es ningún secreto que vivimos en la época de consumismo. Los publicistas nos llevan cada vez más a comprar cosas que no necesitamos, y que incluso pueden resultarnos innecesarias y hasta peligrosas.
Una lista de objetos que seguramente todos tenemos. Su daño ya ha sido comprobado por diferentes estudios, así que vale la pena pensar si quieres seguir usándolos o no.
#5. Contenedores de plástico
El daño no proviene del plástico en sí, sino de las sustancias que se usan para darle resistencia a los recipientes. La situación se agrava con el desgaste, lavado, calentamiento, e interacción con grasas y ácidos. Es ahí cuando empiezan a emanar sustancias tóxicas peligrosas. Por lo tanto, no uses los contenedores de plástico durante más de 5 meses. Tampoco los uses para calentar alimentos.
#4. Crocs
Los crocs que tanto les encantan a millones de personas, no proporcionan una estabilidad suficiente al talón, lo cual provoca la deformación de los dedos, de los tendones y la aparición de ampollas. También existe otro motivo para decirle no a este tipo de calzado: los crocs tienen la suela suave y su agarre es bastante deficiente, pudiendo provocar un accidente.
#3. Rímel
A la hora de elegir el rímel, presta atención a sus componentes. Algunos de ellos pueden causar daños irreparables en tus ojos. Los ingredientes que debes evitar son los parabenos, el polvo de aluminio, el propilenglicol y el acetato de retinol. Además, debes evitar utilizar el rímel de otra persona, pues esto aumenta el riesgo de infección por conjuntivitis bacteriana.
#2. Sartenes antiadherentes
El politetrafluoroetileno es la sustancia con la que se elabora el recubrimiento antiadherente; y en sí, es inerte. Sin embargo, cuando la temperatura supera los 230 grados, o si la superficie está dañada, se empiezan a desprender sustancias volátiles tóxicas. Los investigadores daneses detectaron que la presencia de estas sustancias en la sangre de una persona aumenta la probabilidad de desarrollar un cáncer.
#1. Jabón antibacterial
El jabón antibacterial contiene sólo 0,1-0,3% de triclosán (el nivel máximo permitido). Sin embargo, el daño que produce esta sustancia es notable: el triclosán no sólo debilita el sistema inmunológico, sino que también aumenta la resistencia a los antibióticos, a los que recurrimos en caso de enfermedades más serias. Además, provoca desequilibrio hormonal, y su acumulación en el cuerpo provoca un trastorno de las funciones musculares.
En realidad, el jabón antibacterial es sólo un truco publicitario muy eficaz. Los experimentos han demostrado que es posible deshacerse de las bacterias de E.coli, listeria y salmonella usando un jabón normal.
Fuente: 5 Cosas comunes que en realidad son malas para tu salud
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