Muchas veces nos han dicho eso de “lo primero para tener un lugar de estudio/trabajo adecuado es la limpieza” y tenían razón. La limpieza esta directamente relacionada con nuestro estado emocional y nos afecta en nuestra actitud diaria.
No es lo mismo descansar en un lugar limpio y acogedor que hacerlo en otro que es un completo desastre, esto es porque nuestro estado de animo esta influido por los constantes estímulos exteriores de nuestro entorno. Obviamente, los estímulos positivos nos afectan de forma positiva y viceversa, es aquí donde entra el estado de limpieza de nuestro entorno.
Tanto el orden como la limpieza son factores externos que nos influyen directamente, igual que los colores y los olores, nos transmiten diferentes estados emocionales. Un lugar limpio y ordenado es capaz de transmitirnos una serenidad y relajación que no podríamos conseguir de otra manera.
Muchas veces, ante decisiones importantes en nuestra vida nos ha surgido la necesidad de ordenar un cajón, una habitación, nuestra casa o algún espacio de nuestro entorno. Esto esta directamente relacionado con la necesidad de ordenar las ideas en nuestra cabeza. ¿Alguna vez os habéis encontrado en la situación de estar limpiando vuestra casa a unas horas poco usuales? ¿Ordenando un cajón cuando solo ibais a coger algo dentro de el? ¿Limpiando la cocina cuando tendríais que estar haciendo otra cosa? Todas estas situaciones son debidas a la influencia que el entorno tiene en nuestro estado de animo y en la toma de decisiones. Con estas acciones lo único que tratamos de hacer subconscientemente es ordenar nuestros pensamientos. Lo mismo ocurre con algunas mujeres embarazadas que tienen la necesidad de dejarlo todo perfecto antes de la llegada de su bebe, esto es conocido como el “sindrome nido”.
Este tipo de situaciones nos ayuda a comprender la importancia de tener nuestro hogar limpio y ordenado para poder conseguir estar centrados en lo realmente importante.
El contenido del post no es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.
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