viernes, 16 de febrero de 2018

LOS PELIGROS DE LAS OPERACIONES DE OJOS CON LASER







Dentro de la cirugía refractiva (técnicas quirúrgicas para la corrección de miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia) giraremos en torno a la técnica LASIK, también conocida como IntraLASIK o FemtoLASIK, por ser la técnica más empleada al considerarse la más “segura”, si bien estos 10 motivos se repiten también en cualquiera de las otras técnicas láser (PRK/Lasek y Relex SMILE). Así como con las lentes intraoculares fáquicas (para la corrección de la miopía, hipermetropía o astigmatismo) o las lentes intraoculares pseudofáquicas (usadas para corregir la presbicia). Todas ellas son inseguras y presentan un alto índice de secuelas. Si tienes dudas puedes encontrar más información en nuestra web, visitar nuestro foro o ir a la sección de preguntas y respuestas.




La cirugía refractiva causa ojo seco crónico


Ojo seco crónico

El ojo seco es la complicación más común de la cirugía LASIK. Los nervios de la córnea que son responsables de la producción de las lágrimas se cortan cuando se realiza el flap (colgajo corneal) y se quema tejido. Los síntomas de ojo seco incluyen dolor, ardor, sensación de cuerpo extraño, picazón y pegue del párpado al globo ocular. La página web de la FDA (Agencia reguladora de Medicamentos y Dispositivos Médicos en EE.UU.) advierte de que el ojo seco inducido por la cirugía LASIK (o cualquier otra técnica) puede ser permanente. Estudios independientes apuntan síntomas de ojo seco en hasta en un 48% de los intervenidos1. Además la inervación aberrante puede resultar en dolor neuropático (neuralgia corneal) que algunos pacientes describen como “tener agujas clavadas en los ojos 24 horas al día”.

Tabla sobre la incidencia de ojo seco tras la cirugía refractiva (click para ampliar):chronic-dry-eye-incidenceMás información sobre ojo seco

Pérdida severa de calidad visual

Tras la cirugía refractiva se tiene mayores dificultades para ver con detalle en la penumbra (pérdida de sensibilidad al contraste) y se experimenta un aumento de la distorsión visual por la noche, así como la aparición de diferentes aberraciones visuales. De hecho, el último estudio publicado por la FDA encontró que tras la cirugía LASIK hasta el 46% de los pacientes desarrollaban al menos un nuevo síntoma visual, el 35% de los pacientes refieren halos, 30% ojo seco, 28% informaron de destellos o starburts, el 16% de deslumbramiento o efecto glare y hasta el 6% de visión fantasma2. Además un estudio anterior señala que el 19,3% pasaron a tener problemas para la conducción nocturna aún pasados seis meses3.











El ojo jamás sana del todo

Ningún ojo se recupera totalmente tras la cirugía. Por ejemplo el flap creado durante la cirugía LASIK nunca sana. Se encontró que la tensión de la superficie de este flap es sólo del 2,4% comparado con una córnea normal4. Esto hace que se puedan sufrir dislocaciones incluso años más tarde debido a cualquier pequeño trauma sufrido por el paciente. La misma página web de la FDA advierte de que las personas que practican deportes de contacto no son buenos candidatos para la intervención. Los nervios seccionados tampoco regeneran a su nivel preoperatorio, recuperando tan solo el 60% de sus densidad normal a los 3 años5.

Después de la cirugía ocular tus ojos estarán dañados de por vida

Consecuencias a largo plazo

La cirugía láser quema tejido corneal, debilitando su estructura de forma permanente6, por lo que se vuelve más susceptible de deformarse con el paso de los años. Esto puede evolucionar en una ectasia, lo que en última instancia requiere trasplante de córnea. Según una revisión de 2015 la ectasia puede presentarse pasados los años en hasta un 2’8% de los pacientes7.

Cualquier técnica láser afecta a la precisión de las mediciones de la presión intraocular, por tanto aumenta la exposición de los pacientes a un riesgo de pérdida de visión debido al glaucoma no diagnosticado, una de las causas de ceguera más comunes8.

Varios estudios, de entre 2015 y 2016, señalan que la cirugía láser adelanta la operación de cataratas de media 10 años en comparación con población con ojos de características similares y 15 años con respecto a la población normal. Además el cálculo de la potencia de la lente intraocular para la intervención de cataratas es inexacta después de la cirugía láser9. Esto puede provocar una disminución de la visión tras la cirugía de cataratas y exponer a los pacientes a un mayor riesgo de reintervenciones. Irónicamente, las gotas de esteroides rutinariamente prescritas después de la cirugía refractiva pueden acelerar la aparición de cataratas.

La literatura médica contiene numerosos informes de complicaciones tardías como inflamación resultante de la turbidez corneal, caída del flap, crecimiento epitelial o desprendimiento de retina10. Por ejemplo, el flap tras LASIK crea un portal permanente en la córnea que facilita la penetración de microorganismos, exponiendo de por vida a los pacientes a una mayor probabilidad de infección corneal, lo cual es una amenaza para la vista11. Las complicaciones pueden surgir semanas, meses o años después de un aparente caso exitoso.

La cirugía no elimina siempre la necesidad de gafas

Cualquiera de las técnicas, desde la cirugía ocular láser o las lentes intraoculares fáquicas, no eliminan siempre la necesidad de usar gafas, pudiendo quedar un defecto residual tras la cirugía. Defecto que intentan atajar con la llamada cirugía de retoque, cuando conviene recordar que en la misma web de la FDA se recoge que “ninguna empresa láser ha demostrado suficientes pruebas sobre la seguridad de la misma”. Además, a partir de los 40 años y debido a la aparición de la presbicia se necesitarán lentes para cerca, adelantándose en los pacientes miopes intervenidos (ya que la miopía compensa la presbicia). Se añade a todo ello que a largo plazo es muy común la regresión, como muestran multitud de estudios, es decir, volver a desarollar el defecto refractivo. Por ejemplo, el Instituto de Óptica de la Universidad de Valladolid estima que casi la mitad los pacientes vuelven a necesitar gafas a largo plazo. Por si fuera poco muchas personas se vuelven, tras la cirugía, intolerantes a las lentes de contacto usadas antes de la intervención debido al ojo seco o modificación de la curvatura corneal, además de los problemas visuales causados por las aberraciones.

Las tasas reales de complicaciones se desconocen
No hay un centro de intercambio de informes de complicaciones postcirugía refractiva. Por otra parte, no existe un consenso entre los cirujanos refractivos en la definición de lo qué es una complicación. La FDA y los organismos europeos permitieron a la industria ocultar complicaciones reportadas por los pacientes en los ensayos clínicos, como ojo seco y deterioro de la visión nocturna, catalogándolas solo como “síntomas” o “efectos secundarios”, que no dejan de ser eufemismos. Si estos hubieran sido considerados como secuelas, los procedimientos jamás se hubiesen llegado a aprobar por su alta prevalencia.

Everette Beers, extrabajador de la FDA: “Estos síntomas deberían ser considerados como eventos adversos graves, no solamente como efectos secundarios. Es una vergüenza”.

Los daños son irreversibles

Las secuelas o efectos secundarios de la cirugía refractiva son irreversibles y las opciones de tratamiento son extremadamente limitadas o ilimitadas. Las gafas o lentes de contacto blandas no solucionan los problemas anteriormente mencionados como el ojo seco. En casos extremos un trasplante de córnea es el último recurso y no siempre se traduce en una mejora de la situación.

Secuelas psicológicas y casos de suicidio


Los pacientes que desarrollan complicaciones físicas producto de la intervención sufren diferentes trastornos psicológicos y ven mermada su calidad de vida de forma significativa. Desde trastornos depresivos, ansiosos, desadaptativos hasta casos de suicidios en todo el mundo, incluido España. Situaciones límite producto de secuelas como el dolor ocular crónico o casos de ceguera parcial o total. Hay que señalar que aunque excepcionalemente raros, los casos de ceguera sí existen. Lo que no es tan extraño es el dolor crónico.

Perder a mi hijo Max con tan solo 27 años por culpa de una simple operación de miopía ha sido devastador

Existen alternativas totalmente seguras
Es importante recordar que la cirugía refractiva es una cirugía electiva. Jamás está justificada médicamente, por lo que una vez conocidos los riesgos reales no hay una sola razón sólida para arriesgar la vista en una especie de ruleta rusa. Las gafas son totalmente seguras y los diferentes modelos de lentes de contacto actuales ofrecen altas garantías.

Expertos piden la paralización de las cirugías

En este extracto del reportaje sobre la otra cara de la cirugía refractiva emitido en Envoyé Spécial, programa estrella de la televisión pública francesa, interviene el Dr. Morris Waxler, quien fue jefe científico de dispositivos oftalmológicos de la FDA cuando se aprobó la cirugía ocular láser. Waxler señaló en más de una ocasión cómo la industria manipuló los estudios y cómo hubo presiones por parte del Congreso para su aprobación. Hoy día es uno de los máximos detractores, llegando incluso a pedir la inmediata paralización de las cirugías (ver reportaje completo):








FUENTE: https://afectadoscirugiarefractiva.c...ia-refractiva/

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