viernes, 22 de junio de 2018

13 RASGOS DE LAS PERSONAS CON MUCHA FUERZA DE VOLUNTAD


El acto de la voluntad humana está relacionado con una energía mental que permite sostener el control y que mantiene el rumbo hacia la meta deseada.







En 2013 investigadores de la Universidad de Stanford, publicaron un trabajo en la prestigiosa revista Neuron donde identifican una zona del cerebro, la “corteza cingulada anterior”, ubicada aproximadamente 5 centímetros detrás de la nariz, como la zona responsable, o la que induce en nosotros la fuerte voluntad de perseverar frente a los obstáculos que se nos presentan.





13 rasgos de las personas con mucha fuerza de voluntad.


Trabajos previos ya habían identificado ese espacio cerebral como la zona que se involucra cuando hay cambios de comportamiento, o cuando se necesita decidir por los caminos a seguir para lograr un objetivo específico.





El acto de la fuerza de voluntad humana está relacionado con una energía mental que permite sostener el control, como si fuese un controlador de vuelo de un avión que mantiene el rumbo hacia la meta deseada.





Sin embargo, como el ser humano no es una máquina infalible, el involucramiento de las emociones hace que se pierda el auto control, y así pueda aparecer la desesperanza y las dudas acerca del propio potencial. Independientemente de los objetivos que se plantee una persona, siempre hay posibilidad de estimular la voluntad.








Y para esto, Daniel Colombo, especialista en comunicación, destacó 13 rasgos que las personas con mucha fuerza de voluntad poseen.





1. Se conocen en profundidad. Las personas que bucean en su interior tienen más chances de ejercitar y dominar su voluntad.


2. Saben diferenciar esfuerzo y sacrificio. Aprendieron a dosifican su energía para tenerla más disponible para persistir hacia sus grandes metas.



3. Analizan sus fortalezas y debilidades. Así saben por dónde seguir mejorando paso a paso.



4. No se quejan. Toman acción permanente. La queja es una completa pérdida de tiempo.



5. Se rodean de personas que los apoyen. Dejan pasar a aquellos que nos permiten avanzar, y no se quedan amarrados en quienes los limitan.



6. Se despojan de la aprobación de los demás. Van por su camino, comparten con el entorno; pero no busca agradarle a todo el mundo. Esto se llama libertad.



7. Se plantean objetivos bien específicos. No van con vueltas. Definen un camino con un punto de partida, una llegada, y el paso a paso en la línea de tiempo con pequeñas acciones hacia el gran final.



8. Se alientan entre ellos: no son egoístas. Disfrutan de los logros ajenos.



9. Tienen mayor conciencia de los riesgos, y se preparan especialmente para afrontarlos. Dejan de lado el miedo y el temor, para reconvertirlos en coraje y valentía. Y, esencialmente, se perdonan los errores y los convierten automáticamente en aprendizaje. No es que no los sienten: los transforman en algo positivo.



10. Aprovechan su tiempo. Son organizados y productivos. No desperdician su energía en conversaciones o hechos intrascendentes.



11. Mantienen silencio sobre sus grandes objetivos. Comparten con muy pocas personas, como una forma de auto preservarse.



12. Tienen motivación autónoma. No buscan que los otros le den palabras de aliento, aunque las reciben gustosos si llegan.




13. Se dan una recompensa ante cada mínimo logro. Desde un obsequio, comer algo delicioso, darse un gusto, un baño de inmersión, o dedicarse tiempo especial a solas: todo vale para incentivar el sentido de logro. Es un premio sencillo, para reforzar su voluntad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario