viernes, 13 de julio de 2018

12 CONSEJOS DE VIDA POR EL MÉDICO QUE VIVIÓ 105 AÑOS


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Cuando se es un profesional de la salud especialista en longevidad, ninguna clase de referencia profesional puede superar a la vida propia. Y esto solamente es uno de los atributos que distinguen al médico japonés Shigeaki Hinohara como el gran maestro e inspiración que fue.







Fallecido hace poco a la edad de 105 años, aún dedicado a su profesión, recorrió su larga vida con una salud física y mental impecables. El Dr. Shigeaki dejó su legado no sólo en la intensa dedicación a la medicina y en tratamientos más humanos con sus pacientes, sino también en algunas recomendaciones muy concretas para que podamos vivir vidas buenas y longevas.


Nacido en 1911, Shigeaki Hinohara fue uno de los médicos que dedicó más tiempo a la salud y felicidad de sus pacientes en el mundo. Y en esta ocasión el término “felicidad” tiene mucha relevancia: el médico fue pionero en un trato más personal e individual de los pacientes, e incluso después de su muerte sirve de inspiración para que mejoremos la calidad de nuestras vidas. No cabe duda que el Dr. Shigeaki entendía sobre la vida, y por eso recordaremos sus 12 recomendaciones más importantes, extraídas de una entrevista que ofreció el médico a los 97 años.
  
1 – Come de forma adecuada.


“Todos aquellos que viven una larga vida, independientemente de su nacionalidad, raza o género, tienen una sola cosa en común: ninguno está pasado de peso”.


2 – No tomes atajos.
“Para mantenerte saludable, siempre sube las escaleras y carga tus propias cosas. Yo subo escalones de dos en dos para ejercitar mis músculos”.


3 – Redescubre tu energía juvenil.
“La energía se produce cuando nos sentimos bien, no cuando comemos o dormimos mucho. Todos recordamos cuando éramos niños y nos divertíamos, como nos olvidábamos de comer o dormir. Yo creo que podemos mantener esa actitud en la adultez. Es mejor no cansar al cuerpo con reglas excesivas como la hora de comer y la hora de dormir”.


4 – Mantente ocupado.
“Siempre se planea con antelación. Mi agenda está llena durante los próximos 5 años, con conferencias y mi trabajo habitual, en el hospital”.


5 – Mantente trabajando.
“Después de cierta edad, debemos esforzarnos para contribuir con la sociedad. Desde los 65 años trabajo como voluntario. Incluso ahora trabajo 18 horas, 7 días por semana y amo cada minuto”.


7 – Comparte tu conocimiento.
“Comparte aquello que sabes. Doy 150 conferencias al año, algunas para 100 niños de educación media, otras para 4,500 empresarios. Normalmente hablo durante una hora, una hora y media, de pie, para mantenerme fuerte”.


8 – Comprende el valor de distintas disciplinas.
“La ciencia por sí sola no puede ayudar o curar a las personas. La ciencia nos trata a todos como una cosa y nada más, pero las enfermedades son individuales. Cada persona es única, y las enfermedades están conectadas con sus corazones. Para entender las enfermedades y ayudar a las personas, necesitamos de artes libres y visuales, no solamente medicina”.


9 – Sigue tus instintos.
“Contrario a lo que imaginas, los médicos no pueden curarlo todo y a todos. ¿Entonces, para qué provocar un dolor innecesario como, por ejemplo, una cirugía, en ciertos casos? Yo creo que la música y la terapia animal pueden ayudar a las personas más de lo que los médicos imaginan”.


10 – Resiste al materialismo.
“No te vuelvas loco acumulando cosas materiales. Recuerda: nunca sabes cuando será tu turno, y nosotros no llevamos nada de aquí”.


11 – Busca modelos de vida e inspiraciones.
“Busca alguien que te inspire para intentar llegar más lejos. Mi padre vino a los Estados Unidos a estudiar en 1900, fue un pionero y uno de mis héroes. Más tarde encontré otros guías de vida, y cuando me siento paralizado, me pregunto cómo enfrentarían mi problema”.


12 – No subestimes el poder de la diversión.
“El dolor es algo misterioso, y divertirse es la mejor forma de olvidarlo. Si un niño tiene dolor de dientes y empiezas a jugar con él, inmediatamente se olvida del dolor. Los hospitales necesitan satisfacer necesidades básicas a los pacientes: todos nos queremos divertir. en St. Luke’s [el hospital donde trabajó y que dirigió hasta el final de su vida] tenemos música, terapia animal y clases de arte”.



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