Si no has experimentado situaciones de depresión o ansiedad, lo más probable es que conozcas a alguien que sí las haya padecido. Pese a que de una forma u otra todos intentan ser felices, aún así, hay determinados hábitos perpetuados que pueden perjudicarte en múltiples niveles.
Algunos tienen que ver con continuar una tradición familiar, mientras que otros responden a demandas de las presiones sociales y culturales en las que uno se ve inmerso. Ahora, si quieres modificarlos, primero hace falta identificarlos. Aprende a reconocer estos 6 hábitos que (aunque no te des cuenta) pueden estar dañando tu salud mental.
1. Demasiada cafeína
El café, algunos tés y determinadas bebidas gaseosas poseen una cantidad sustancial de cafeína. Pues si eres de los que no comienzan su mañana sin su taza de café o no almuerza sin su bebida cola, hay una mala noticia para ti… De acuerdo con estudios científicos, el exceso de cafeína está vinculado al aumento en los niveles de estrés y ansiedad.
Es más, se ha comprobado que este estimulante puede obstaculizar un buen descanso y afectar en gran medida el estado de ánimo. Intenta entonces disminuir la cantidad de cafeína en tu dieta (sobre todo en la noche) y opta por beber jugos naturales, tés sin cafeína o directamente más agua.
2. El sedentarismo
La ciencia ha demostrado que un estilo de vida sedentario aumenta las probabilidades de sufrir depresión y ansiedad. Al mismo tiempo, la actividad física ayuda a liberar endorfinas, lo que produce una sensación de bienestar y mejora el estado de ánimo.
Además, aumenta la confianza en uno mismo, te energiza y asegura un buen descanso. Recuerda entonces incluir en tu rutina semanal un tipo de ejercicio que te agrade y que te llene de entusiasmo practicar. También procura mantenerte activo durante las horas que dedicas al empleo.
3. Demasiadas pantallas
Varios estudios se han encargado de ahondar en los efectos que produce pasar demasiado tiempo frente a las pantallas. En ellos se muestra que existe un vínculo estrecho entre el tiempo que les dedicamos (tanto en el trabajo como en el tiempo de ocio) a las pantallas y la depresión.
Entonces, si durante la semana pasas varias horas al día frente a una computadora, intenta en casa no dedicarle un tiempo excesivo a las redes sociales. Opta, en todo, caso, por pasar tiempo al aire libre y disfrutar de familia y amigos sin necesidad de interponer un dispositivo tecnológico.
4. Abusar de los carbohidratos simples
Los carbohidratos resultan significativos para mantener equilibrados los niveles de energía. A su vez están vinculados con la serotonina (una sustancia química que promueve el buen humor y la alegría). Sin embargo, debes tener en cuenta que no todos los carbohidratos son igualmente recomendables.
Los vegetales y los granos enteros, por ejemplo, contienen carbohidratos complejos, mientras que los dulces y demás comidas procesadas poseen carbohidratos simples. El organismo asimila rápidamente los carbohidratos simples y lo predispone a fluctuaciones demasiado bruscas en los niveles de azúcar en la sangre. Estos cambios drásticos pueden generar cambios de humor abruptos y en mayor irritabilidad y ansiedad.
En este sentido, una dieta que cuente con una gran cantidad de carbohidratos complejos comparativamente con los simples ayudará a mantener en equilibrio los niveles de azúcar. Así que evita las comidas demasiado procesadas y los excesos de azúcares, sal y harinas refinadas.
5. Pensar que todo está fuera de nuestro control
Muchas personas tienen el hábito de pensar que todo lo que les sucede se produce por una acción del destino. De acuerdo con esta visión, la responsabilidad de las acciones de uno resulta externa e inmanejable. Numerosos estudios asocian este tipo de pensamientos con un aumento en los niveles de ansiedad y depresión.
Lamentablemente, hasta la situación más mínima puede activar estos mecanismos. Si sueles sentirte de esta forma, piensa que tal vez no se pueda modificar los eventos que te suceden pero sí la forma en la que reaccionas a ellos. Esta será la clave para poder sobrellevar con mayor serenidad los conflictos que puedan aparecer.
6. El pensamiento binario
No son pocas las personas que tienden a pasar de un extremo al otro. O es blanco o es negro. Esta forma de experimentar las situaciones que se presentan en la vida suele producir nerviosismo y estrés. En estos casos, resulta importante observar que siempre es posible encontrar esos grises que te lleven hacia una vida con mayor bienestar y armonía.
La salud mental constituye un aspecto fundamental de la vida ya que proporciona un campo fértil para poder desenvolverse con fluidez y disfrutar de la vida en plenitud. Si logras reconocer los hábitos que te obstaculizan alcanzarla, de seguro será mucho más sencillo superarlos y encontrar alternativas más saludables.
Algunos tienen que ver con continuar una tradición familiar, mientras que otros responden a demandas de las presiones sociales y culturales en las que uno se ve inmerso. Ahora, si quieres modificarlos, primero hace falta identificarlos. Aprende a reconocer estos 6 hábitos que (aunque no te des cuenta) pueden estar dañando tu salud mental.
1. Demasiada cafeína
El café, algunos tés y determinadas bebidas gaseosas poseen una cantidad sustancial de cafeína. Pues si eres de los que no comienzan su mañana sin su taza de café o no almuerza sin su bebida cola, hay una mala noticia para ti… De acuerdo con estudios científicos, el exceso de cafeína está vinculado al aumento en los niveles de estrés y ansiedad.
Es más, se ha comprobado que este estimulante puede obstaculizar un buen descanso y afectar en gran medida el estado de ánimo. Intenta entonces disminuir la cantidad de cafeína en tu dieta (sobre todo en la noche) y opta por beber jugos naturales, tés sin cafeína o directamente más agua.
2. El sedentarismo
La ciencia ha demostrado que un estilo de vida sedentario aumenta las probabilidades de sufrir depresión y ansiedad. Al mismo tiempo, la actividad física ayuda a liberar endorfinas, lo que produce una sensación de bienestar y mejora el estado de ánimo.
Además, aumenta la confianza en uno mismo, te energiza y asegura un buen descanso. Recuerda entonces incluir en tu rutina semanal un tipo de ejercicio que te agrade y que te llene de entusiasmo practicar. También procura mantenerte activo durante las horas que dedicas al empleo.
3. Demasiadas pantallas
Varios estudios se han encargado de ahondar en los efectos que produce pasar demasiado tiempo frente a las pantallas. En ellos se muestra que existe un vínculo estrecho entre el tiempo que les dedicamos (tanto en el trabajo como en el tiempo de ocio) a las pantallas y la depresión.
Entonces, si durante la semana pasas varias horas al día frente a una computadora, intenta en casa no dedicarle un tiempo excesivo a las redes sociales. Opta, en todo, caso, por pasar tiempo al aire libre y disfrutar de familia y amigos sin necesidad de interponer un dispositivo tecnológico.
4. Abusar de los carbohidratos simples
Los carbohidratos resultan significativos para mantener equilibrados los niveles de energía. A su vez están vinculados con la serotonina (una sustancia química que promueve el buen humor y la alegría). Sin embargo, debes tener en cuenta que no todos los carbohidratos son igualmente recomendables.
Los vegetales y los granos enteros, por ejemplo, contienen carbohidratos complejos, mientras que los dulces y demás comidas procesadas poseen carbohidratos simples. El organismo asimila rápidamente los carbohidratos simples y lo predispone a fluctuaciones demasiado bruscas en los niveles de azúcar en la sangre. Estos cambios drásticos pueden generar cambios de humor abruptos y en mayor irritabilidad y ansiedad.
En este sentido, una dieta que cuente con una gran cantidad de carbohidratos complejos comparativamente con los simples ayudará a mantener en equilibrio los niveles de azúcar. Así que evita las comidas demasiado procesadas y los excesos de azúcares, sal y harinas refinadas.
5. Pensar que todo está fuera de nuestro control
Muchas personas tienen el hábito de pensar que todo lo que les sucede se produce por una acción del destino. De acuerdo con esta visión, la responsabilidad de las acciones de uno resulta externa e inmanejable. Numerosos estudios asocian este tipo de pensamientos con un aumento en los niveles de ansiedad y depresión.
Lamentablemente, hasta la situación más mínima puede activar estos mecanismos. Si sueles sentirte de esta forma, piensa que tal vez no se pueda modificar los eventos que te suceden pero sí la forma en la que reaccionas a ellos. Esta será la clave para poder sobrellevar con mayor serenidad los conflictos que puedan aparecer.
6. El pensamiento binario
No son pocas las personas que tienden a pasar de un extremo al otro. O es blanco o es negro. Esta forma de experimentar las situaciones que se presentan en la vida suele producir nerviosismo y estrés. En estos casos, resulta importante observar que siempre es posible encontrar esos grises que te lleven hacia una vida con mayor bienestar y armonía.
La salud mental constituye un aspecto fundamental de la vida ya que proporciona un campo fértil para poder desenvolverse con fluidez y disfrutar de la vida en plenitud. Si logras reconocer los hábitos que te obstaculizan alcanzarla, de seguro será mucho más sencillo superarlos y encontrar alternativas más saludables.
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