Hace pocos días, un grupo de especialistas se dieron a la tarea de advertir sobre las graves secuelas del estrés. Sin embargo, una reciente fusión y comparación de estudios efectuados en 2013 y 2014 dan muestras claras de que el estrés crónico causa importantes daños cerebrales.
Las múltiples presiones y tareas a las que solemos estar sometidos podrían llegar a ser muy abrumadoras para el cerebro. De acuerdo con un estudio publicado en 2013, en la revista científica Biological Psychiartry, el estrés puede reducir el volumen y función del cerebro, incluso en personas sanas.
Esta teoría fue recientemente explorada a través de un estudio en Yale. Los investigadores descubrieron que experimentar eventos **estresantes en la vida, podría disminuir la cantidad de materia gris en el cerebro **en las personas; así como afectar su capacidad para manejar situaciones estresantes en el futuro.
Un año después, es decir en 2014, confirmaron que el estrés crónicopodría provocar cambios a largo plazo en la estructura y función del cerebro.
Según se explica en Psychology Today, “esta sería la razón por la que las personas jóvenes, que están expuestas al estrés crónico a una edad temprana, podrían ser más propensas a tener problemas mentales y de aprendizaje más adelante en su vida”.Protege tu cerebro de los daños causados por estrés crónico
Ante tales hallazgos, la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard decidió compartir una serie de prácticas; las mismas ayudarían a sobrellevar mejor el estrés. Sugieren que minimizando los factores que lo ocasionan, se puede evitar que afecte al cerebro.
En primer lugar recomiendan aprender a controlar la situación. Si la fuente del estrés es por un evento imprevisto, entonces concéntrate en controlar las cosas que son previsibles.
“Tener una rutina es bueno para el desarrollo y la salud”, comentó el Dr. Kerry Ressler, profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard. A su juicio, la previsibilidad combate el estrés.
También refirieron que tener hábitos saludables de sueño, puede ayudar a aminorar el estrés; por ello recomiendan dormir bien. “La falta de sueño hace que las partes del cerebro que manejan funciones de orden superior trabajen menos bien”, dijo el Dr. Ressler.
Finalmente, aconsejan organizarse. Usar estrategias para ayudar a manejar la carga de trabajo también podría reducir el estrés. Por ejemplo, cada día, crea una lista concreta de tareas que necesitas realizar. De esta manera, tus deberes no te parecerán abrumadores.
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