jueves, 20 de junio de 2019

8 TIPS PARA PREVENIR EL ESTRÉS INFANTIL

Prevenir el estrés infantil no es una medida exagerada, es una demanda que la sociedad hace a los padres.
Ante las demandas que hace la sociedad actual a los niños, es importante tomar medidas para prevenir el estrés infantil. Los deberes escolares, la convivencia en casa y en el colegio, y la presión por ajustarse a estándares pueden detonar esta condición en tus hijos.
Por eso, una de las tareas más importantes de los padres es enseñar cómo actuar asertivamente ante estas situaciones.


«De la misma manera que es imposible la felicidad perfecta, es imposible vivir sin estrés. El organismo se encuentra en continuo proceso de adaptación a las exigencias de su medio, por un lado, y a las de su propio desarrollo, por otro. En el niño, el proceso de mantener la constancia del medio interno exige una increíble capacidad de cambio.»
– José Luis González de Rivera –
Si notas cambios repentinos en el estado de ánimo o los comportamientos, tu pequeño tal vez requiere atención especial. La irritabilidad, la ansiedad e incluso el malestar físico sin una causa aparente, son indicios de estrés.
Esta condición también se manifiesta en la pérdida de sueño, el escaso apetito y la falta de motivación. Ante cualquiera de estos signos, o como medidas de prevención, pon en práctica las siguientes estrategias.

¿Qué se debe hacer para prevenir el estrés infantil?

1. Baja velocidad y presión a la rutina diaria

Los niños que viven al límite de tiempo, nunca son niños tranquilos. Procura que en la mañana, antes de salir a la escuela, tus hijos tengan tiempo para preparase calmadamente.
Empezar el día con gritos, prisas y olvidos no es la mejor idea para tener un día relajado. Desde la noche anterior, asegúrate de tener todo listo para un nuevo comienzo.

2. Dialoga con ellos cada vez que tengas la oportunidad

Es fundamental que sepas si hay algo que agobia a tus hijos en sus vidas diarias. Pregúntales si todo está bien en la escuela, descarta que sean víctimas de acoso y mantente al tanto de las señales.
Aunque no puedas ni debas intentar solucionar todos sus problemas, los guiarás para que reaccionen de la manera adecuada.

Prevenir el estrés infantil.

3. Controla la cantidad de actividades extraescolares

Una tendencia en crecimiento es inscribir a los hijos en muchas actividades artísticas o deportivas. Y, aunque es fundamental cultivar un interés y un talento, también lo es dejarles tiempo para que puedan ser niños. Haz lo posible para que la cantidad de responsabilidades y compromisos no llegue a ser agobiante y perjudicial.

4. Sé modelo de comportamientos asertivos

Como hemos dicho en muchas ocasiones, el mejor maestro es el ejemplo. Así que, si quieres que tus hijos aprendan a reaccionar de una forma saludable ante las situaciones que los ponen a prueba, debes empezar por hacerlo tú. Aprovecha las dificultades para brindarles una perspectiva más abierta y optimista de los problemas.

Otras recomendaciones ante el estrés infantil

5. Enséñales una rutina apropiada de sueño

Los niños que duermen lo suficiente y tienen un descanso de calidad, son menos propensos a sufrir de estrés infantil. Además, estarán preparados para procesar la información que reciben en la escuela.

6. Limita el uso de la tecnología

Los niños que pasan muchas horas frente a una pantalla tienen más posibilidades de sufrir de estrés. Invítalos a realizar actividades diferentes al aire libre y aléjalos por un rato del televisor y el móvil. Nada más relajante que el tiempo de calidad en familia.

7. Enséñales técnicas de respiración

Nunca es demasiado pronto para iniciarse en el yoga o el mindfulness, especialmente si se busca prevenir el estrés infantil. Por el contrario, estas actividades pueden ayudarles a tus hijos a lograr un estado de calma.Puedes empezar por algo tan sencillo como enseñarles a respirar profundamente para equilibrar las emociones.Prevenir el estrés infantil.

8. Practica con ellos cualquier actividad física

El estrés hace que los músculos se tensionen y esto no solo sucede en los adultos. Los niños también necesitan canalizar su energía de una forma saludable que ponga en armonía sus cuerpos y mentes. Basta con caminar al aire libre unos minutos, dar un paseo en bicicleta o jugar a la pelota.
Es fundamental identificar los cambios abruptos en las conductas de tu hijo. Si ves que su comportamiento se sale de los parámetros normales, dentro de su forma de ser, no dudes en buscar ayuda profesional. Los consejeros escolares y psicólogos pueden apoyar a tu familia en el proceso.

Fuente: https://eresmama.com

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