Haz de tu hogar un universo de creación, un escenario de mágico reencuentro con los tuyos y con tus aficiones. Lee, juega, disfruta del buen cine, conversa, duerme, mira a los que amas a los ojos y por encima de todo, sé responsable. Es momento de cuidar de nosotros mismos para proteger a los demás y de ahí, el hastagh que ya es viral #Yomequedoencasa.
Admitámoslo, pocos podían prever que este 2020 tuviera guardado para nosotros tantos desafíos. Gran parte del mundo ha detenido sus ruidosos e imparables engranajes ante la presencia de un enemigo que solo podemos ver con microscopios electrónicos. Es más pequeño que las bacterias y, sin embargo, tan inteligente como un ser vivo. Porque si hay algo que ansía es sobrevivir, conquistar el mayor número de células y multiplicarse.
Puede, que en cierto modo, nuestro ya temido y detestado coronavirus se parezca un poco a nosotros mismos se parezca un poco a nosotros mismos.Podríamos hacer mil metáforas sobre él, pero en realidad lo único que deseamos es detener su avance. Ansiamos conocer cuál es su mecanismo de acción. Soñamos con diseñar una vacuna y protegernos definitivamente de él.
Está claro que lo conseguiremos, nuestro mundo cuenta con personas brillantes, con profesionales excepcionales que merecen más reconocimiento del que tienen.
Nuestros científicos lograrán diseñar más de una vacuna, pero hasta el momento todos navegamos en este viaje de miedos e incertidumbres. Un trayecto en el que hay que remar en una misma dirección, siendo responsables.
Quedarnos en casa para contener la tasa de infección es ahora nuestra principal tarea.
#Yomequedoencasa, no es tiempo de vacaciones es momento de conexión y responsabilidad
#Yomequedoencasa, #iorestoacasa, #istayhome… Todos estos hastaghs reflejan algo más que un propósito común; es un deber. Como decía Alejandro Magno, de la conducta de uno depende el destino de la mayoría y en esta situación, el comportamiento individual debe ir más allá incluso de las decisiones gubernamentales.
El objetivo es simple y decisivo a la vez, debemos reducir el número de infecciones diarias para que los servicios sanitarios no se vean colapsados. De este modo, los enfermos pueden recibir una asistencia en condiciones y evitar, en la medida de lo posible, el drama que vive actualmente el país transalpino.
Asimismo, nuestra responsabilidad vaya un poco más allá. El #Yomequedoencasa busca también proteger a los sectores de población más vulnerables, como son nuestros mayores, las personas con enfermedades crónicas, con diversidad funcional, patologías cardíacas y respiratorias…
Vivimos un momento donde las muestras de afecto pueden suponer la muerte para algunos de nuestros seres queridos. Seamos consecuentes, seamos responsables.
Decisiones que dicen mucho de ti en estos momentos
Sabemos que a día de hoy, el hastagh #Yomequedoencasa es todo un lema. Sin embargo, como bien sabemos, no todo el mundo tiene esta opción.
- Debemos dar las gracias por tanto a todos los profesionales de la salud que no se quedan en casa. Ellos son siempre nuestros héroes anónimos. Y en estos días, lo son más que nunca.
- Hay que dar las gracias también a los que. con su servicio, nos garantizan que no nos falte nada en el día a día: productores, agricultores, transportistas, cajeras, reponedores, farmacéuticos…
- Agradecemos también a todas esas personas que deciden no irse de su ciudad. Son muchos los que optan por viajar hasta su residencia de vacaciones… Esas decisiones de última hora elevan lo queramos o no, el número de infectados.
- Asimismo, debemos tener en cuenta un hecho esencial. Hay que agradecer también a esos hijos y nietos que cuidan de sus abuelos. Son muchas las personas que evitan las visitas para protegerles, para poner muros a la posibilidad de que esos seres tan queridos, enfermen.
No eres prisionero de tu casa: tu hogar puede ser un universo de posibilidades
El hastagh #Yomequedoencasa aparece en los últimos debe ser algo más que un mero confinamiento por prevención. Estas conductas, como respuesta a un desafío, deben servirnos de algo.
No debemos vivir esta cuarentena a modo de síndrome de El Conde de Montecristo. Seamos creativos, seamos despiertos, receptivos, originales y esperanzados.
- Es momento para hacer de nuestra casa un universo de posibilidades para nosotros mismos y los demás.
- Es un escenario idóneo para descubrir, por ejemplo, que el trabajo es una gran posibilidad laboral que debería aplicarse de manera significativa en más empresas.
- Asimismo, es una oportunidad excepcional para compartir tiempo de calidad con nuestras parejas, hijos, amigos, familia e incluso vecinos.
- Ahora más que nunca, podemos sumergirnos en todos esos libros que teníamos pendientes y cuya lectura nos aguarda. También tenemos a nuestro alcance infinitas películas por descubrir o rememorar una vez más.
- Podemos enfrascarnos en nuestras aficiones descuidadas: pintura, escritura, música…
- No olvidemos tampoco que muchos artistas comparten sus trabajos online para el gran público y que muchos museos, hacen recorridos y explicaciones a través de las redes sociales para hacer de la cultura, nuestro entretenimiento en estos días.
Para concluir, sabemos que vivimos instantes complicados. La incertidumbre es ahora esa compañera de vida a la que debemos habituarnos; la buena noticia es que en ella también tenemos la capacidad de ser solidarios. Trabajando juntos, confiando en nuestros valores y sentido cívico, lograremos afrontar esta situación.
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